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(10-10-02) Confebask rechaza el plan Ibarretxe y le exige que acabe con la violencia

La Confederación empresarial vasca, Confebask, considera que la propuesta separatista de Ibarretxe "corre el riesgo de ahondar en la crispación y la división actualmente existentes a nivel político e institucional". Esta fue la conclusión de los empresarios vascos trass reunirse con el lehendakari dentro de su ronda de contactos.

L D (EFE) Representantes de Confebask y de las patronales de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya, presididos por Román Knorr, mantuvieron una reunión con el lehendakari dentro de la ronda que inició para explicar su plan. Tras la reunión, de casi cuatro horas, el presidente de los empresarios vascos hizo pública una declaración "institucional" en la que reiteraron que "si la violencia es el principal problema del País Vasco, acabar con ella y sus efectos debe constituir también la primera y más importante prioridad colectiva" . Considera que "la degradación que soporta la escena política vasca y su traslado a las instituciones, la asintonía de esfuerzos frente a la violencia, el alejamiento que empieza a vivirse entre comunidades y la priorización en muchos casos de los intereses partidistas frente a los generales de la sociedad conforman hoy en Euskadi una dura realidad que corre el riesgo cierto de trasladarse a los ámbitos de convivencia de la sociedad civil".

Además, según los empresarios vascos, "el permanente cuestionamiento del marco jurídico, sea a través de su dilatado incumplimiento o su desbordamiento, están sembrando en la sociedad vasca un importante clima de incertidumbre y preocupación". En este contexto, y con la persistencia de la violencia terrorista "socavando los elementos más esenciales de nuestra democracia", según Confebask, la propuesta del lehendakari ha sido planteada además desde la "unilateralidad y el sometimiento a un plazo".

Esta situación hace que la propuesta pueda colocar a la ciudadanía "frente a la necesidad de optar por un determinado modelo de país y de encaje institucional y político que podría desembocar en la fractura y enfrentamiento social". "En un escenario de confrontación de esa naturaleza resultaría difícil mantener un nivel de actividad y desarrollo económicos como los que ha logrado el País Vasco y que si se explican en un escenario de violencia como el que padecemos es, precisamente, porque no ha existido fractura en la convivencia ciudadana", añade.

Sostiene que "no sería entendible, si ese fuera el caso, que la erradicación de la violencia pudiera, en modo alguno, condicionar o alentar los proyectos políticos de Euskadi, su marco jurídico o su modelo de sociedad".

Incertidumbre económica para el País Vasco

En cuanto al impacto económico-empresarial de la propuesta del lehendakari, Confebask destacó que "lo que se abren" con ella son "nuevas incertidumbres en una situación donde éstas son ya muchas". La patronal vasca, por boca de su presidente, Román Knorr, sostuvo que la "inestabilidad, la división, el mantenimiento de la violencia y el cuestionamiento del marco jurídico no son, en modo alguno, propicios para el desarrollo de la actividad económica y la creación de empleo". "Una situación así, en un momento económicamente delicado, y más si se prolonga en el tiempo, puede acabar afectando a las decisiones empresariales de inversión, de ubicación y de compra, y a los mercados de destino y consumo de nuestros productos", según la patronal.

Los empresarios vascos exigen además a los gobiernos central y vasco y a todas las fuerzas políticas democráticas que "rompan la incomunicación existente y recuperen la imprescindible interlocución política e institucional".

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