LD (EFE) Hace ya más de año y medio que el euro se convirtió en la nueva moneda europea —y por tanto española— y todavía quedan 332.000 millones de pesetas en billetes y monedas por canjear, según los últimos datos del Banco de España. Ello implica que el cuatro por ciento de las pesetas en circulación hasta el 31 de diciembre de 2001 permanecen en manos de coleccionistas, turistas extranjeros u olvidadas en algún rincón, y cada vez es más improbable que vuelvan al Banco de España, sobre todo, las monedas.
Aunque el período de canje es indefinido en el Banco de España, la afluencia de público que se ha acercado hasta esta entidad con tal propósito ha menguado considerablemente desde junio del año pasado. "El goteo es muy reducido y ya sólo acuden personas que se han encontrado pequeñas cantidades en casa o perdidas entre las páginas de un libro", comentan empleados del Banco.
El importe también ha disminuido de forma notable en los últimos meses, ya que mientras en 2002 la cantidad media que se canjeaba por euros ascendía a 30.000 pesetas, actualmente esta cifra ha descendido hasta 10.000 pesetas. El Banco de España prevé que el ritmo de canje continúe en los próximos años, sobre todo porque miles de turistas que visitaron nuestro país antes de 2001 conservan monedas y billetes en pesetas que esperan cambiar cuando vuelvan de vacaciones a España. Pero una cantidad considerable no retornará nunca a las arcas del Estado, como es el caso de las monedas de una y cinco pesetas "olvidadas en algún cajón" y por cuyo importe no se molestan los ciudadanos en acercarse a las oficinas del Banco de España.
Algo más del 90 por ciento de las "lentejas", como popularmente se denominaba a las últimas monedas de peseta en entrar en circulación, "nunca serán devueltas", según las previsiones de este organismo, que calcula que este porcentaje que será del 50 por ciento para las monedas de 25 ó 50 pesetas.
Aunque el período de canje es indefinido en el Banco de España, la afluencia de público que se ha acercado hasta esta entidad con tal propósito ha menguado considerablemente desde junio del año pasado. "El goteo es muy reducido y ya sólo acuden personas que se han encontrado pequeñas cantidades en casa o perdidas entre las páginas de un libro", comentan empleados del Banco.
El importe también ha disminuido de forma notable en los últimos meses, ya que mientras en 2002 la cantidad media que se canjeaba por euros ascendía a 30.000 pesetas, actualmente esta cifra ha descendido hasta 10.000 pesetas. El Banco de España prevé que el ritmo de canje continúe en los próximos años, sobre todo porque miles de turistas que visitaron nuestro país antes de 2001 conservan monedas y billetes en pesetas que esperan cambiar cuando vuelvan de vacaciones a España. Pero una cantidad considerable no retornará nunca a las arcas del Estado, como es el caso de las monedas de una y cinco pesetas "olvidadas en algún cajón" y por cuyo importe no se molestan los ciudadanos en acercarse a las oficinas del Banco de España.
Algo más del 90 por ciento de las "lentejas", como popularmente se denominaba a las últimas monedas de peseta en entrar en circulación, "nunca serán devueltas", según las previsiones de este organismo, que calcula que este porcentaje que será del 50 por ciento para las monedas de 25 ó 50 pesetas.