L D (Agencias) Vestido con su tradicional uniforme verde olivo, el dictador saludó a los nuevos graduados en un acto en el teatro Karl Marx de La Habana, el anfiteatro cerrado más grande de la isla, donde pronunció un discurso de una hora transmitido en directo por radio y televisión. Castro admitió que pese a los esfuerzos realizados durante los 44 años de revolución socialista en Cuba, aún quedan pendientes de solución graves problemas sociales, que por diversos motivos no han podido ser erradicados. Además, el dictador afirmó que tras esta nueva graduación, unos 14.700 trabajadores sociales en toda la isla estarán en condiciones de detectar esos problemas y dar atención social a la población. "Y pronto serán miles más" los que estarán en las calles, señaló. "Los felicito con toda mi alma a ustedes. No fue la revolución la que creó estas escuelas, la revolución creo las condiciones para que estas escuelas de esta noble y humanísima carrera pudieran surgir".
En su alocución no faltó la crítica para "aquellos que pretenden la infamia de que en este país se violan los Derechos Humanos" y "preguntarles dónde están sus escuelas o universidades de trabajadores sociales"."¿Quiénes son los que se ocupan del infinito número de problemas que sufren esas sociedades egoístas, capitalistas, enajenadas y enajenantes?", preguntó Castro a los nuevos profesionales, que le vivaron y aplaudieron al despedirlo levantando en sus manos los diplomas universitarios recibidos.
En su alocución no faltó la crítica para "aquellos que pretenden la infamia de que en este país se violan los Derechos Humanos" y "preguntarles dónde están sus escuelas o universidades de trabajadores sociales"."¿Quiénes son los que se ocupan del infinito número de problemas que sufren esas sociedades egoístas, capitalistas, enajenadas y enajenantes?", preguntó Castro a los nuevos profesionales, que le vivaron y aplaudieron al despedirlo levantando en sus manos los diplomas universitarios recibidos.