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PARA DAR SALIDA A LOS EMBRIONES SOBRANTES

El Gobierno da luz verde al uso médico de las células embrionarias

El Consejo de Ministros inició este viernes la tramitación de la reforma de la ley de reproducción humana asistida que permitirá que las células madre de los embriones congelados sobrantes de los procesos de fecundación in vitro puedan destinarse a la investigación con fines terapéuticos con el consentimiento informado de los padres.

L D (EFE) La ministra de Sanidad, Ana Pastor, explicó tras la reunión del Consejo que el objetivo es resolver la situación de los embriones sobrantes de forma "responsable", pues evita la "acumulación indiscriminada" de embriones congelados, ya que no se podrán fecundar más de tres ovocitos para transferirlos a la mujer en un mismo ciclo. La iniciativa, añadió, es también "respetuosa", al dar a la pareja la última palabra sobre su destino; y "ética", porque no permite la manipulación de embriones e imposibilita el lucro en el uso de líneas celulares.

Con esta reforma, que el Ejecutivo tiene intención de aprobar en esta legislatura a pesar del poco tiempo disponible para tramitarlo en las Cortes, los parejas deberán optar entre cuatro alternativas: mantener sus embriones crioconservados hasta que les sean transferidos, donarlos para fines reproductivos a otras parejas, permitir la descongelación, o autorizar la utilización con fines de investigación.

La ley actual de reproducción asistida, de 1988, establecía que los embriones podían permanecer congelados cinco años para su implantación en la mujer, pero no determinaba qué hacer después con ellos, por lo que "decenas de miles", explicó Pastor, permanecen en las clínicas. Con la nueva propuesta la mujer podrá solicitar que se le implanten sus embriones congelados durante toda su vida fértil, no sólo en los cinco años posteriores a la fecundación del ovocito.

Si una pareja opta por donar los embriones para fines reproductivos a otras mujeres y en cuatro años nadie los "adopta", serán destinados a la investigación; si no se encuentra a los donantes o han fallecido, también se derivarán a la extracción de líneas celulares. Este procedimiento se utilizará para los embriones que están actualmente congelados, ya que el objetivo de la norma es que desde su entrada en vigor no se generen nuevos embriones congelados.

Un máximo de tres ovocitos

Para ello, explicó Pastor, en cada proceso de reproducción asistida se podrán fecundar como máximo tres ovocitos que serán trasplantados a la mujer en un mismo ciclo; el Ministerio, asesorado por la Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida, regulará los supuestos en los que sea necesario fecundar más ovocitos por determinadas causas de esterilidad o por razones de edad.

La norma prohíbe la manipulación de embriones y por ello el material biológico obtenido tras la descongelación será tratado de acuerdo con la legislación vigente sobre donación y utilización de células, tejidos y órganos de origen humano. Las investigaciones sobre las líneas celulares que se obtengan tras su descongelación deberán estar dirigidas a avanzar en el conocimiento y tratamiento de enfermedades que aún no tienen solución definitiva, como la diabetes, el Parkinson o el Alzheimer.

Se crea el Centro Nacional de Trasplantes y Medicina Regenerativa

Para analizar y controlar todo el proceso se crea el Centro Nacional de Trasplantes y Medicina Regenerativa, que autorizará la descongelación y la obtención de líneas celulares y se encargará de proporcionarlas a los equipos y proyectos de investigación que sean permitidos, siempre que estos "vayan en beneficio de todos los ciudadanos y sin que pueda haber de por medio ningún lucro". Dependerán de ese centro un banco nacional de material celular, que se encargará de elaborar, almacenar, conservar y gestionar las líneas celulares y acreditar su origen y su calidad, una comisión de control y un registro de centros autorizados para investigación.

Al igual que se amplía a toda la vida fértil el periodo en el que la pareja puede solicitar la implantación de uno de sus embriones congelados, se amplía de cinco a veinte años el tiempo de congelación del semen. Los centros de fecundación in vitro, que en dos meses deberán informar del número de embriones congelados que tienen, tendrán que contar con un seguro para compensar a las parejas en el supuesto de que se produjera un accidente o un siniestro que afecte a los embriones crioconservados.

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