L D (Agencias) Los militares salieron de la base militar pasadas las nueve de la mañana a bordo de un Hércules, propiedad del Ejército español, que también transporta material de avituallamiento y vehículos de apoyo militar. Una hora después de la salida del avión en el que viajan los integrantes de la Brigada Ligera Aerotransportable de Figueirido, también despegó del aeródromo de Santiago un Antonov, que ya había llegado este viernes para comenzar con las tareas de carga. El convoy completo, formado por dos autobuses y algunos coches particulares, llegó a Lavacolla a las 6.10 horas, seguido de más medio centenar de familiares que acompañaron a los soldados momentos antes de partir.
Se produjeron escenas de emoción durante la despedida de los soldados, que en esta ocasión tuvo un carácter más privado, porque el pasado 22 de julio se celebró la despedida oficial en la base de Figueirido. La madre de uno de los soldados, muy emocionada, explicó a los medios que a pesar de que parecen "estar muy tranquilos", en el fondo les ve "muy nerviosos", y destacó que para las familias estos son momentos duros por los riesgos que pueden corren los soldados. En cambio, el tío de uno de los integrantes de este contingente destacó que los militares son profesionales y que viajan a Irak contentos con la misión que se les ha encomendado. Los soldados pertenecen a un contingente de 1.262 efectivos, que se desplegarán bajo el mando polaco en la zona centro sur de Irak con el objetivo de controlar la zona y ayudar a su pacificación para la reconstrucción del país.
El contingente español que intervendrá en Irak, previsiblemente hasta el mes de diciembre, estará formado, además de por los soldados de la base "General Morillo" Brilat "Galicia VII", por militares de la Legión, ingenieros de Salamanca y un escuadrón de Caballería de Regimiento, entre otros. Los efectivos que forman parte este contingente se prepararon en la base militar pontevedresa de Figueirido en técnicas antidisturbios y en aspectos culturales para un mejor entendimiento con la población iraquí.
Se produjeron escenas de emoción durante la despedida de los soldados, que en esta ocasión tuvo un carácter más privado, porque el pasado 22 de julio se celebró la despedida oficial en la base de Figueirido. La madre de uno de los soldados, muy emocionada, explicó a los medios que a pesar de que parecen "estar muy tranquilos", en el fondo les ve "muy nerviosos", y destacó que para las familias estos son momentos duros por los riesgos que pueden corren los soldados. En cambio, el tío de uno de los integrantes de este contingente destacó que los militares son profesionales y que viajan a Irak contentos con la misión que se les ha encomendado. Los soldados pertenecen a un contingente de 1.262 efectivos, que se desplegarán bajo el mando polaco en la zona centro sur de Irak con el objetivo de controlar la zona y ayudar a su pacificación para la reconstrucción del país.
El contingente español que intervendrá en Irak, previsiblemente hasta el mes de diciembre, estará formado, además de por los soldados de la base "General Morillo" Brilat "Galicia VII", por militares de la Legión, ingenieros de Salamanca y un escuadrón de Caballería de Regimiento, entre otros. Los efectivos que forman parte este contingente se prepararon en la base militar pontevedresa de Figueirido en técnicas antidisturbios y en aspectos culturales para un mejor entendimiento con la población iraquí.