L D (Agencias) Una nueva polémica enfrenta este viernes a la BBC y al Gobierno británico después de que en la noche del jueves el periodista de la cadena Andrew Marr revelara que Alastair Campbell, jefe de prensa del primer ministro, Tony Blair, va a dimitir por la polémica de los informes sobre Irak y el suicidio de David Kelly. Downing Street, residencia del jefe del Ejecutivo, acusó a la BBC de centrarse en "cotilleos en lugar de en la sustancia" y añadió que la información era más un "deseo" que una realidad.
Sin embargo, los medios de comunicación británicos dan por hecho este viernes que la partida de Campbell, en el centro de la anterior polémica por la presunta manipulación del Gobierno de información sobre Irak para justificar la guerra, es sólo cuestión de tiempo. Marr reveló en las Noticias de las Diez de la BBC1, telediario de máxima audiencia, que el jefe de prensa ha pedido la dimisión. "Estoy seguro de que Alastair Campbell ha decidido que va a dejar Downing Street. Ya se lo ha dicho a Tony Blair", indicó el reputado periodista. Al parecer, ambos habrían acordado postergar su marcha hasta que se resuelvan varios asuntos pendientes, como la reciente muerte en aparente suicidio del experto del Ministerio de Defensa David Kelly.
La muerte de este científico el pasado 18 de julio ha provocado un cruce de acusaciones entre la cadena pública y el Ejecutivo por la manipulación en el tratamiento de la fuente y la malinterpretación de sus palabras. Un juez investigará en los próximos días quién en el ministerio de Defensa filtró el nombre de Kelly a la prensa como el "topo" de la BBC en la noticia de que el Gobierno "maquilló" datos sobre las supuestas armas de destrucción masiva de Irak para apoyar la guerra. En esa información, difundida en mayo por el periodista Andrew Gilligan, se sugería que Campbell desempeñó un rol relevante en la manipulación de esos documentos sobre el país árabe.
El amigo y uno de los principales colaboradores de Blair negó esa acusación, y fue exculpado por la comisión parlamentaria, de mayoría laborista, que investiga las decisiones del Gobierno en la crisis iraquí. Tras su comparecencia ante los diputados, muchas voces pidieron la dimisión del jefe de prensa, aunque entonces no se produjo ningún movimiento. Pero ahora, según Marr, es el propio Campbell quien quiere irse y el próximo invierno -señaló en el informativo- "habrá otro ambiente, otro tono y gente nueva en el aparato de prensa de Downing Street". Campbell ha sido colaborador de Blair durante nueve años -antes de que éste se convirtiera en líder del Partido Laborista- y, desde su llegada al poder, ha tenido una gran influencia sobre el Gabinete y en las relaciones con la prensa. Con fama de implacable y, según algunos, manipulador, Campbell es también un inteligente y eficaz ayudante para el primer ministro, y muchos se preguntan cómo será Blair cuando no le tenga a su lado.
Sin embargo, los medios de comunicación británicos dan por hecho este viernes que la partida de Campbell, en el centro de la anterior polémica por la presunta manipulación del Gobierno de información sobre Irak para justificar la guerra, es sólo cuestión de tiempo. Marr reveló en las Noticias de las Diez de la BBC1, telediario de máxima audiencia, que el jefe de prensa ha pedido la dimisión. "Estoy seguro de que Alastair Campbell ha decidido que va a dejar Downing Street. Ya se lo ha dicho a Tony Blair", indicó el reputado periodista. Al parecer, ambos habrían acordado postergar su marcha hasta que se resuelvan varios asuntos pendientes, como la reciente muerte en aparente suicidio del experto del Ministerio de Defensa David Kelly.
La muerte de este científico el pasado 18 de julio ha provocado un cruce de acusaciones entre la cadena pública y el Ejecutivo por la manipulación en el tratamiento de la fuente y la malinterpretación de sus palabras. Un juez investigará en los próximos días quién en el ministerio de Defensa filtró el nombre de Kelly a la prensa como el "topo" de la BBC en la noticia de que el Gobierno "maquilló" datos sobre las supuestas armas de destrucción masiva de Irak para apoyar la guerra. En esa información, difundida en mayo por el periodista Andrew Gilligan, se sugería que Campbell desempeñó un rol relevante en la manipulación de esos documentos sobre el país árabe.
El amigo y uno de los principales colaboradores de Blair negó esa acusación, y fue exculpado por la comisión parlamentaria, de mayoría laborista, que investiga las decisiones del Gobierno en la crisis iraquí. Tras su comparecencia ante los diputados, muchas voces pidieron la dimisión del jefe de prensa, aunque entonces no se produjo ningún movimiento. Pero ahora, según Marr, es el propio Campbell quien quiere irse y el próximo invierno -señaló en el informativo- "habrá otro ambiente, otro tono y gente nueva en el aparato de prensa de Downing Street". Campbell ha sido colaborador de Blair durante nueve años -antes de que éste se convirtiera en líder del Partido Laborista- y, desde su llegada al poder, ha tenido una gran influencia sobre el Gabinete y en las relaciones con la prensa. Con fama de implacable y, según algunos, manipulador, Campbell es también un inteligente y eficaz ayudante para el primer ministro, y muchos se preguntan cómo será Blair cuando no le tenga a su lado.