(Libertad Digital) Silva ha añadido que pagar (todo estaba preparado para hacerlo) no hubiera servido de nada, ante la exigencia de la Comisión Mixta del fútbol profesional de avalar 13 millones de euros correspondientes a la ampliación de capital social impuesta al club, que hubiera enviado igualmente a Segunda B al equipo.
El presidente revelaba que a la nueva junta directiva del Compos le fueron ocultados datos "que de conocer nos hubieran impedido asumir la responsabilidad que asumimos". El Compostela desciende en principio a Segunda B, aunque cobra fuerza la posibilidad de que desaparezca, pues difícilmente sería viable en esa categoría con una deuda que supera los dos mil millones de pesetas, y además en caso de volver al fútbol profesional tendría de nuevo frente a sí la obligación de ampliar su capital social.
Silva, casi llorando, mostraba los talones preparados, como los billetes de avión a Madrid. "Pero pagar sólo hubiera servido para librar al Leganés, o quien quiera ocupar nuestro lugar, de hacerlo. En Segunda B ya no sería necesario hacer frente al aval de 13 millones de euros por la ampliación".
Y afirmaba que "lo que este consejo sabía es que lo que estuviera en su mano lo solucionaría, pero nos encontramos con el tema judicial. Hasta el último momento, hasta hoy (por ayer) mismo, los encargados del caso (la reclamación se inició en la etapa Caneda y los abogados fueron Otero Lastres y Manolo Martín, y el procurador Argimiro Vázquez Guillén) nos repitieron que todo estaba controlado. No era así, y 13 millones de euros es un cantidad insalvable para una ciudad como Santiago".
El presidente revelaba que a la nueva junta directiva del Compos le fueron ocultados datos "que de conocer nos hubieran impedido asumir la responsabilidad que asumimos". El Compostela desciende en principio a Segunda B, aunque cobra fuerza la posibilidad de que desaparezca, pues difícilmente sería viable en esa categoría con una deuda que supera los dos mil millones de pesetas, y además en caso de volver al fútbol profesional tendría de nuevo frente a sí la obligación de ampliar su capital social.
Silva, casi llorando, mostraba los talones preparados, como los billetes de avión a Madrid. "Pero pagar sólo hubiera servido para librar al Leganés, o quien quiera ocupar nuestro lugar, de hacerlo. En Segunda B ya no sería necesario hacer frente al aval de 13 millones de euros por la ampliación".
Y afirmaba que "lo que este consejo sabía es que lo que estuviera en su mano lo solucionaría, pero nos encontramos con el tema judicial. Hasta el último momento, hasta hoy (por ayer) mismo, los encargados del caso (la reclamación se inició en la etapa Caneda y los abogados fueron Otero Lastres y Manolo Martín, y el procurador Argimiro Vázquez Guillén) nos repitieron que todo estaba controlado. No era así, y 13 millones de euros es un cantidad insalvable para una ciudad como Santiago".