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Enterrados los hijos de Sadam Husein mientras EEUU persevera en la búsqueda del ex dictador

Los hijos de Sadam Husein, Uday y Qusay, fueron enterrados en el panteón familiar de Awja, un barrio de la ciudad de Tikrit, situada a unos 175 kilómetros al norte de Bagdad y cuna de antiguo líder iraquí. Mientras, los soldados de EEUU intensifican la búsqueda del ex dictador.

L D (EFE) Alrededor de cuarenta dignatarios tribales asistieron a la inhumación de los hijos de Sadam, muertos la semana pasada tras ofrecer resistencia a los soldados norteamericanos que se disponían a detenerlos tras recibir un chivatazo de que se habían refugiado en una casa de la ciudad de Mosul, en el norte del país. Los cadáveres, cubiertos con la bandera de Irak, fueron sepultados en una breve ceremonia, cuyo rezo presidió Mahmud al Nada, jefe de la tribu Beijat, a la que pertenece la familia de Sadam Husein. Tras la inhumación, cada uno de los asistentes al sepelio lanzó un puñado de tierra en la tumba.

Los cadáveres fueron entregados por las tropas norteamericanas a la Media Luna Roja que, a su vez, los trasladó a Awja, informaron fuentes militares estadounidenses. Mientras, el administrador norteamericano de Irak, el embajador Paul Bremer, ha vuelto a reiterar que Washington compensará con 25 millones de dólares al ciudadano iraquí que facilite información sobre el paradero de Sadam Husein. Bremer también dijo que el delator será llevado a Europa, sin especificar a qué país, y se refirió a estas cuestiones durante una rueda de prensa que ofreció en el Palacio de Conferencias de Bagdad.

El responsable estadounidense recordó que ese sistema de delación ya condujo a la localización la pasada semana de los dos hijos del ex líder iraquí, Uday y Qusay, que murieron en enfrentamiento con las tropas estadounidenses al poco de que estas recibieran el chivatazo de que se refugiaban en Mosul, en el norte de Irak. Bremer declinó dar a conocer el nombre del ciudadano iraquí que suministró esa información, aunque según algunos periódicos habría sido el propio dueño de la casa donde los hijos de Sadam se hallaban escondidos.

"Los iraquíes han llegado a convencerse de que Sadam se acabó, por lo que han aumentado las personas que se dirigen a los centros militares y policiales para suministrar información que lleva a los criminales", concluyó Bremer en referencia los que colaboraron con el régimen del ahora prófugo.

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