L D (EFE) La policía no confirmó ese número y mantiene que se produjo una sola explosión a la entrada del hotel de 30 plantas. El gobernador de Yakarta, Sutiyoso, manifestó que la explosión, que dejó un cráter de tres metros de diámetro, fue probablemente un atentado suicida, lo que parecen corroborar declaraciones de testigos, entre ellos guardias de seguridad del edificio. El jefe de la Policía Nacional, general Da´i Bachtiar, indicó en una rueda de prensa que la bomba estaba en un vehículo todo-terreno que estalló poco después del mediodía.
En la zona del incidente están situados también un edificio de oficinas y otro de apartamentos, además de varias delegaciones diplomáticas foráneas. El mando policial declaró que es posible que aumente el número de víctimas, mientras que continúan las investigaciones sobre la explosión, a la que comparó con la registrada en octubre pasado en la isla de Bali.
El extranjero fallecido es un ciudadano holandés, según confirmaron fuentes de la policía y de un hospital, mientras que entre los heridos figuran al menos dos singapureses, un estadounidense, un australiano, un neozelandés, un libanés y una malasia. El embajador de España en Yakarta, Dámaso de Lario, dijo que por el momento no hay noticias de que algún español esté entre las víctimas, pero se mostró cauteloso dada la confusión que reina en torno al hotel que este martes fue objetivo de un nuevo atentado en la capital indonesia.
El hecho, calificado por el ministro de Defensa, Matori Abdul Djalil, de "acto terrorista", destrozó los cristales de apartamentos hasta en la planta 18 del hotel y causó desperfectos en unos 20 vehículos. El ministro de Seguridad, Susilo Bambang Yudhoyono, manifestó durante su visita al lugar que "se trata sin duda de un atentado suicida con el uso de un vehículo", y condenó la acción, cuya autoría se desconoce.
La presidenta de Indonesia, Megawati Sukarnoputri, también acudió al lugar del hecho para interesarse por las víctimas, mientras que Amien Rais, presidente del Parlamento, que celebra estos días su reunión anual, expresó su simpatía hacia los familiares de los fallecidos.
El atentado más reciente, el pasado 14 de julio, sacudió el edificio del Parlamento, aunque sin causar víctimas, mientras el más sangriento se produjo en octubre pasado en la isla de Bali, donde 202 personas murieron en atentados cometidos por el grupo Jemaah Islamiya, el brazo de Al Qaeda en el Sudeste de Asia. La explosión en el "Marriott" se produce dos días antes de que las autoridades judiciales de Bali dicten sentencia contra el primer terrorista detenido por aquel atentado, el indonesio Ali Amrozi, que puede ser condenado a la pena capital.
En la zona del incidente están situados también un edificio de oficinas y otro de apartamentos, además de varias delegaciones diplomáticas foráneas. El mando policial declaró que es posible que aumente el número de víctimas, mientras que continúan las investigaciones sobre la explosión, a la que comparó con la registrada en octubre pasado en la isla de Bali.
El extranjero fallecido es un ciudadano holandés, según confirmaron fuentes de la policía y de un hospital, mientras que entre los heridos figuran al menos dos singapureses, un estadounidense, un australiano, un neozelandés, un libanés y una malasia. El embajador de España en Yakarta, Dámaso de Lario, dijo que por el momento no hay noticias de que algún español esté entre las víctimas, pero se mostró cauteloso dada la confusión que reina en torno al hotel que este martes fue objetivo de un nuevo atentado en la capital indonesia.
El hecho, calificado por el ministro de Defensa, Matori Abdul Djalil, de "acto terrorista", destrozó los cristales de apartamentos hasta en la planta 18 del hotel y causó desperfectos en unos 20 vehículos. El ministro de Seguridad, Susilo Bambang Yudhoyono, manifestó durante su visita al lugar que "se trata sin duda de un atentado suicida con el uso de un vehículo", y condenó la acción, cuya autoría se desconoce.
La presidenta de Indonesia, Megawati Sukarnoputri, también acudió al lugar del hecho para interesarse por las víctimas, mientras que Amien Rais, presidente del Parlamento, que celebra estos días su reunión anual, expresó su simpatía hacia los familiares de los fallecidos.
El atentado más reciente, el pasado 14 de julio, sacudió el edificio del Parlamento, aunque sin causar víctimas, mientras el más sangriento se produjo en octubre pasado en la isla de Bali, donde 202 personas murieron en atentados cometidos por el grupo Jemaah Islamiya, el brazo de Al Qaeda en el Sudeste de Asia. La explosión en el "Marriott" se produce dos días antes de que las autoridades judiciales de Bali dicten sentencia contra el primer terrorista detenido por aquel atentado, el indonesio Ali Amrozi, que puede ser condenado a la pena capital.