L D (Agencias) Al menos una persona ha muerto por herida de bala en el segundo día consecutivo de manifestaciones en protesta por el aumento de los precios de la gasolina y la falta de suministro eléctrico en Basora, al sur de Irak. Centenares de manifestantes se apostaron en las principales calles de la ciudad donde levantaron barricadas con neumáticos encendidos y lanzaron piedras y objetos contundentes contra los vehículos y los soldados británicos. Las tropas recurrieron al uso de fusiles con los que dispararon al aire en un intento de dispersar a los manifestantes.
Los incidentes estallaron el sábado en una gasolinera que centenares de personas habían ocupado en protesta por la falta de combustible. Los habitantes de Basora se quejan también de los prolongados cortes del suministro eléctrico que paralizan sus refrigeradores y sistemas de aire acondicionado, en un verano en el que se registran temperaturas de casi 50 grados centígrados.
“Hay cuatro manifestaciones de protesta en el norte de la ciudad. Han derivado en pequeñas revueltas y en algunos casos las tropas británicas se han visto bajo el fuego y han respondido”, declaró a el comandante Charlie Mayo, que precisó que los amotinados son unos 800.
El comandante Mayo explicó que la calma había regresado al resto de esta ciudad de unos 1,5 millones de habitantes después de que las tropas británicas distribuyeran carburante en las estaciones de servicio a una población furiosa por los cortes de electricidad y la ausencia de carburante.
Los incidentes estallaron el sábado en una gasolinera que centenares de personas habían ocupado en protesta por la falta de combustible. Los habitantes de Basora se quejan también de los prolongados cortes del suministro eléctrico que paralizan sus refrigeradores y sistemas de aire acondicionado, en un verano en el que se registran temperaturas de casi 50 grados centígrados.
“Hay cuatro manifestaciones de protesta en el norte de la ciudad. Han derivado en pequeñas revueltas y en algunos casos las tropas británicas se han visto bajo el fuego y han respondido”, declaró a el comandante Charlie Mayo, que precisó que los amotinados son unos 800.
El comandante Mayo explicó que la calma había regresado al resto de esta ciudad de unos 1,5 millones de habitantes después de que las tropas británicas distribuyeran carburante en las estaciones de servicio a una población furiosa por los cortes de electricidad y la ausencia de carburante.