L D (EFE) Los medios comunicación israelíes informaron este miércoles de que a pesar de que Sharon se reunirá con los jefes de las fuerzas de seguridad israelíes, incluido el ministro de Defensa, Shaul Mofaz, el mandatario israelí ha decidido no responder militarmente a los dos últimos ataques suicidas que resultaron en la muerte de dos israelíes y una veintena de heridos.
Mofaz, que regresó de EEUU debido a los atentados y ya se entrevistó esta mañana con los representantes de las diferentes fuerzas de seguridad en una reunión previa, también ha expresado su compromiso de continuar con las negociaciones con los palestinos para evitar una escalada de la crisis, informaron fuentes castrenses. Asimismo, la radio israelí informó de que Sharon se reunirá esta semana con su homólogo palestino, Abu Mazen, para tratar de volver a impulsar la Hoja de Ruta, que atraviesa momentos críticos.
Mientras, Israel continúa en estado de alerta máxima y los efectivos de seguridad se concentran en las entradas de las ciudades para interceptar cualquier intento de atacar objetivos israelíes. Según un informe de los servicios secretos israelíes, Shin Bet, el número de ataques por miembros de las facciones armadas palestinas sólo ha disminuido ligeramente desde que éstas proclamaron un alto el fuego unilateral el pasado 29 de septiembre.
Así lo expresó Sharon este martes en su reunión con el subsecretario de Estado y enviado especial a Oriente Próximo de EEUU, William Burns, que este miércoles conversará en Aman con Abu Mazen antes de regresar a Israel. Sharon comunicó a Burns que en, su opinión, es imposible avanzar con la aplicación de la Hoja de Ruta hasta que los palestinos no desarticulen "la infraestructura del terror", es decir las facciones armadas.
Los demás políticos israelíes, tanto miembros del Gobierno como de la oposición, coincidieron en que el ministro de Interior palestino, Muhamad Dahlan, debe traducir su intención de terminar con los ataques de los terroristas en hechos sobre el terreno, con arrestos y requisación de armas, como exige explícitamente la Hoja de Ruta. Además, argumentaron que los atentados demuestran la necesidad de continuar con la construcción de la barrera de separación a lo largo de Cisjordania, que ha sido criticada por la administración estadounidense.
A pesar de su intención de no responder militarmente, Sharon sí ha tomado una serie de medidas para castigar a la población palestina. El primer ministro canceló la liberación, prevista para el martes, de unos 70 presos palestinos, principalmente ladrones de coches y personas que se encontraban en Israel ilegalmente en busca de trabajo. Por su parte, el Ejército levantará más puestos de control en Cisjordania para restringir el movimiento de sus habitantes y limitará la entrada de los palestinos con permisos para trabajar en Israel.
Entretanto, soldados del Ejército israelí volaron la vivienda de de Hamis Yuran, de 18 años, un residente del campo de refugiados de al-Askar, en la ciudad de Naplusa, que se inmoló en la ciudad israelí de Rosh Hain, donde mató a un israelí, Yehezkel Yekutiel de 42 años, e hirió a otros diez. También los efectivos militares arrestaron a once palestinos en el distrito de Naplusa, varios de ellos supuestamente implicados en la preparación de ataques suicidas contra Israel.
Mofaz, que regresó de EEUU debido a los atentados y ya se entrevistó esta mañana con los representantes de las diferentes fuerzas de seguridad en una reunión previa, también ha expresado su compromiso de continuar con las negociaciones con los palestinos para evitar una escalada de la crisis, informaron fuentes castrenses. Asimismo, la radio israelí informó de que Sharon se reunirá esta semana con su homólogo palestino, Abu Mazen, para tratar de volver a impulsar la Hoja de Ruta, que atraviesa momentos críticos.
Mientras, Israel continúa en estado de alerta máxima y los efectivos de seguridad se concentran en las entradas de las ciudades para interceptar cualquier intento de atacar objetivos israelíes. Según un informe de los servicios secretos israelíes, Shin Bet, el número de ataques por miembros de las facciones armadas palestinas sólo ha disminuido ligeramente desde que éstas proclamaron un alto el fuego unilateral el pasado 29 de septiembre.
Así lo expresó Sharon este martes en su reunión con el subsecretario de Estado y enviado especial a Oriente Próximo de EEUU, William Burns, que este miércoles conversará en Aman con Abu Mazen antes de regresar a Israel. Sharon comunicó a Burns que en, su opinión, es imposible avanzar con la aplicación de la Hoja de Ruta hasta que los palestinos no desarticulen "la infraestructura del terror", es decir las facciones armadas.
Los demás políticos israelíes, tanto miembros del Gobierno como de la oposición, coincidieron en que el ministro de Interior palestino, Muhamad Dahlan, debe traducir su intención de terminar con los ataques de los terroristas en hechos sobre el terreno, con arrestos y requisación de armas, como exige explícitamente la Hoja de Ruta. Además, argumentaron que los atentados demuestran la necesidad de continuar con la construcción de la barrera de separación a lo largo de Cisjordania, que ha sido criticada por la administración estadounidense.
A pesar de su intención de no responder militarmente, Sharon sí ha tomado una serie de medidas para castigar a la población palestina. El primer ministro canceló la liberación, prevista para el martes, de unos 70 presos palestinos, principalmente ladrones de coches y personas que se encontraban en Israel ilegalmente en busca de trabajo. Por su parte, el Ejército levantará más puestos de control en Cisjordania para restringir el movimiento de sus habitantes y limitará la entrada de los palestinos con permisos para trabajar en Israel.
Entretanto, soldados del Ejército israelí volaron la vivienda de de Hamis Yuran, de 18 años, un residente del campo de refugiados de al-Askar, en la ciudad de Naplusa, que se inmoló en la ciudad israelí de Rosh Hain, donde mató a un israelí, Yehezkel Yekutiel de 42 años, e hirió a otros diez. También los efectivos militares arrestaron a once palestinos en el distrito de Naplusa, varios de ellos supuestamente implicados en la preparación de ataques suicidas contra Israel.