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La Guardia Civil evita un intercambio de explosivos entre correos y terroristas de ETA

Agentes del Grupo de Desactivación de Explosivos de la Guardia Civil han desactivado en las cercanías de Briviesca (Burgos) un artefacto que se encontraba en el interior de una maleta abandonada. Contenía veinte kilos de cloratita mezclados con dinamita titadyne.

L D (EFE) Sobre las ocho de la tarde de este jueves, la Guardia Civil localizó en un descampado de Briviesca (Burgos), y tras ser alertados por un vecino, una mochila y una maleta que luego comprobaron que contenían explosivos, con lo que, sobre las diez de la noche, procedieron a una desactivación controlada. Aunque en principio se dijo que la maleta contenía 10 kilos de explosivos, el análisis definitivo de los agentes confirmó que eran 20 kilos, con los que ETA podría haber cometido varios atentados.

La Guardia Civil bloqueó la zona y miembros del Grupo de Desactivación de Explosivos procedieron a la detonación del paquete, sin que la explosión produjera daños personales ni materiales. Únicamente, la deflagración dejó en el lugar un cráter y arrancó algunas señales de tráfico próximas. Los agentes aprovecharon que, junto a la maleta, había una mochila en cuyo interior había un papel con instrucciones para abrir la maleta y con un mensaje de ánimo para los etarras que, se supone, pasarían a recoger la entrega.

Los investigadores barajan la hipótesis de que uno o dos miembros de ETA pudieran haber colocado este artefacto en un descampado con la intención de que otro grupo de la banda criminal lo recogiera para, posteriormente, cometer un atentado. Este es uno de los métodos de actuación que usa ETA últimamente. En julio colocó otro artefacto en un campo de la localidad navarra de Viana, que fue desactivado el día 17 de ese mes por las fuerzas de seguridad. En esa ocasión, el artefacto estaba compuesto por cerca de dos kilos de explosivos y fue colocado allí para que un comando lo recogiera y atentara contra un hotel de Logroño.

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