L D (EFE) En declaraciones a Efe , la portavoz del Partido Popular en la Asamblea de Madrid, Esperanza Aguirre, ha sido muy clara al referirse a la situación de Alberto Ruiz-Gallardón ante la sucesión de Aznar: "Ahora no es su ocasión", dice. Gallardón "será presidente del Gobierno, pero le he dicho que ahora no es su ocasión, en mi modestísima opinión. Me puedo equivocar, pero soy transparente y lo digo", afirma Esperanza Aguirre.
A su juicio, "esta no es la ocasión de Ruiz-Gallardón, no porque no tenga capacidad o mérito, sino porque en esta ocasión Alberto acaba de ser elegido alcalde y ha querido ser presidente en funciones (de la Comunidad) cuando podría haber dejado un vicepresidente. No se puede ser todo a la vez en la vida".
Si Gallardón no, ¿entonces quién?
Sobre la situación del Partido Popular una vez que Aznar entregue el mando a su sucesor, Esperanza Aguirre opina que el presidente tendrá "influencia moral" en su sucesor, pero "no interferirá" porque "no quiere bicefalia". El actual presidente del Gobierno y del PP, según Aguirre, una vez que deje paso a un sucesor seguirá siendo "un referente moral, ético, y de principios, que es lo que ha sido Aznar y lo que sigue siendo".
La persona designada para ocupar el lugar de Aznar, en opinión de la parlamentaria popular, debe "tener convicciones sólidas y profundas sobre los principios que mueven la actividad política del PP: defensa de las libertades, protección de los derechos fundamentales, vocación atlantista y vertebración y cohesión interna". Además, debe ser capaz de "generar ilusión en su entorno, hacer equipos e ilusionar a los españoles", virtudes éstas, añadió, que cumplen todos los candidatos.
Ante la campaña electoral en Madrid
La portavoz popular dijo que ignora si para la campaña electoral madrileña el sucesor de Aznar estará ya designado y restó expectativas a la reunión de la Junta directiva nacional del 6 de septiembre en la que "no necesariamente se nominará sucesor". No obstante, precisó, "estoy convencida de que el presidente del Gobierno, el sucesor si está nominado y el alcalde de Madrid" participarán en la campaña para explicar que el gobierno del PP "es el único que les puede garantizar el progreso, la confianza, la estabilidad y la seriedad que los madrileños merecen".
Sobre el encono que se puede augurar en dicho proceso electoral, habida cuenta del nivel de enfrentamiento entre PP y PSOE con motivo de la crisis de la Asamblea, Esperanza Aguirre subrayó que "es difícil que en una campaña electoral en la que me presento yo sea sucia, pues llevo veinte años en política y jamás he utilizado la descalificación personal como arma contra el adversario".
Simancas se descalifica por sí mismo
Agregó que ella no necesita descalificar al socialista Rafael Simancas, "al que tengo el máximo respeto como adversario político", pero le descalifica "política e ideológicamente" por su error estratégico al meter a Rodríguez Zapatero en un "lío enorme" y por ser el responsable de la lista electoral en la que figuraban Tamayo y Sáez, y de la FSM, "que no es un convento de ursulinas, sino un nido de luchas fratricidas y de odios jurados por las distintas facciones".
La que será de nuevo candidata del PP admitió que ya tienen el eslogan, aunque no quiso desvelarlo aún por prudencia, y opinó sobre el que ya maneja el Partido Socialista, "Por un Gobierno decente", del que dijo que le parece "increíble" que tengan que decir eso cuando "yo llevo veinte años en política y jamás he tenido que decir que era una persona decente porque nunca había sido puesto en duda". Sin embargo, añadió, Simancas no es la primera vez que lo hace: "¿es una excusatio non petita?", se preguntó.
A su juicio, "esta no es la ocasión de Ruiz-Gallardón, no porque no tenga capacidad o mérito, sino porque en esta ocasión Alberto acaba de ser elegido alcalde y ha querido ser presidente en funciones (de la Comunidad) cuando podría haber dejado un vicepresidente. No se puede ser todo a la vez en la vida".
Si Gallardón no, ¿entonces quién?
Sobre la situación del Partido Popular una vez que Aznar entregue el mando a su sucesor, Esperanza Aguirre opina que el presidente tendrá "influencia moral" en su sucesor, pero "no interferirá" porque "no quiere bicefalia". El actual presidente del Gobierno y del PP, según Aguirre, una vez que deje paso a un sucesor seguirá siendo "un referente moral, ético, y de principios, que es lo que ha sido Aznar y lo que sigue siendo".
La persona designada para ocupar el lugar de Aznar, en opinión de la parlamentaria popular, debe "tener convicciones sólidas y profundas sobre los principios que mueven la actividad política del PP: defensa de las libertades, protección de los derechos fundamentales, vocación atlantista y vertebración y cohesión interna". Además, debe ser capaz de "generar ilusión en su entorno, hacer equipos e ilusionar a los españoles", virtudes éstas, añadió, que cumplen todos los candidatos.
Ante la campaña electoral en Madrid
La portavoz popular dijo que ignora si para la campaña electoral madrileña el sucesor de Aznar estará ya designado y restó expectativas a la reunión de la Junta directiva nacional del 6 de septiembre en la que "no necesariamente se nominará sucesor". No obstante, precisó, "estoy convencida de que el presidente del Gobierno, el sucesor si está nominado y el alcalde de Madrid" participarán en la campaña para explicar que el gobierno del PP "es el único que les puede garantizar el progreso, la confianza, la estabilidad y la seriedad que los madrileños merecen".
Sobre el encono que se puede augurar en dicho proceso electoral, habida cuenta del nivel de enfrentamiento entre PP y PSOE con motivo de la crisis de la Asamblea, Esperanza Aguirre subrayó que "es difícil que en una campaña electoral en la que me presento yo sea sucia, pues llevo veinte años en política y jamás he utilizado la descalificación personal como arma contra el adversario".
Simancas se descalifica por sí mismo
Agregó que ella no necesita descalificar al socialista Rafael Simancas, "al que tengo el máximo respeto como adversario político", pero le descalifica "política e ideológicamente" por su error estratégico al meter a Rodríguez Zapatero en un "lío enorme" y por ser el responsable de la lista electoral en la que figuraban Tamayo y Sáez, y de la FSM, "que no es un convento de ursulinas, sino un nido de luchas fratricidas y de odios jurados por las distintas facciones".
La que será de nuevo candidata del PP admitió que ya tienen el eslogan, aunque no quiso desvelarlo aún por prudencia, y opinó sobre el que ya maneja el Partido Socialista, "Por un Gobierno decente", del que dijo que le parece "increíble" que tengan que decir eso cuando "yo llevo veinte años en política y jamás he tenido que decir que era una persona decente porque nunca había sido puesto en duda". Sin embargo, añadió, Simancas no es la primera vez que lo hace: "¿es una excusatio non petita?", se preguntó.