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El Partido Popular sospecha que el PSOE estuvo detrás del espionaje telefónico

El portavoz del PP en la Comisión de Investigación de la Asamblea de Madrid, Antonio Beteta, ha hecho 71 preguntas a los ex empleados de Telefónica Móviles presuntamente implicados en el espionaje telefónico relacionado con la crisis de Madrid. No ha encontrado respuesta, porque ambos se han declarado inocentes, pero el cuestionario deja ver cuáles son las sospechas del PP.

L D (N. G. Mostazo) Este martes han comparecido ante la Comisión de Investigación de la Asamblea de Madrid Alberto Moreno Lucas y Álvaro Sáez de Castro, ex empleados de Telefónica Móviles, que fueron despedidos bajo la acusación de ser los responsables de filtrar información relativa a los teléfonos móviles de Eduardo Tamayo, el abogado José Esteban Verdes y los terminales contratados por el Partido Popular regional de Madrid. Durante sus alegatos previos a cada comparecencia, el portavoz del Partido Popular en la Comisión, Antonio Beteta, planteó que los ex empleados de Telefónica Móviles acudían a declarar, a petición del PP, porque posiblemente podrían confirmar cómo conoció el PSOE el listado de llamadas filtradas a la prensa, qué teléfonos fueron espiados y quién lo "ordenó o propició".

Según se desprende de las palabras de Beteta, al Partido Popular no le cabe ninguna duda de que el Partido Socialista pudo tener conocimiento de los listados de llamadas antes de que se publicaran en los medios de comunicación, e incluso que fuera el propio PSOE el que consiguiera dicha información para luego filtrársela a los medios. No en vano, con respecto a las llamadas de Eduardo Tamayo desveladas por la Cadena SER el pasado 15 de junio, la filtración de los listados a la emisora partió directamente del PSOE, como han reconocido varios responsables del propio Partido Socialista al afirmar que el teléfono móvil de Tamayo era de su propiedad, ya que lo pagaba la Federación Socialista Madrileña, lo cual lleva a concluir que sólo el PSOE pudo estar detrás de aquella primera filtración.

No es el caso, sin embargo, de las filtraciones posteriores, a los diarios El País y El Mundo , que publicaron las llamadas cruzadas entre Eduardo Tamayo y el abogado José Esteban Verdes y las de éste con Ricardo Romero de Tejada, para lo que fue “necesaria” la colaboración de algún empleado de Telefónica Móviles que tuviera acceso a la base de datos, según confirmaron a Libertad Digital fuentes de la compañía de telecomunicaciones. En este sentido, las preguntas de Antonio Beteta a Alberto Moreno Lucas y a Álvaro Sáez de Castro precisamente incidían en saber cómo conoció el PSOE aquellos listados, es decir, si se enteró por la prensa o si fue el propio Partido Socialista el que los recibió y luego se los filtró a la prensa.

Sin embargo, y tras plantear a los dos ex empleados de Telefónica Móviles una batería de 71 preguntas, Moreno Lucas, que fue el primero en comparecer, se negó a contestar y reiteró su “inocencia”, por lo que Beteta concluyó su interrogatorio afirmando que, desgraciadamente, "nos quedamos con las ganas de saber". Con respecto a Álvaro Sáez de Castro, los hechos se han repetido, aunque éste no sólo se ha declarado inocente, sino que ha pedido a la Comisión que trate de aclarar quién o quiénes filtraron realmente la información, ya que él se considera una "víctima". Como prueba de su inoncencia, además, apuntó que una de las entradas con su clave para buscar información en la base de datos se hizo mientras estaba comiendo fuera de la oficina, concretamente el 11 de junio de 2003.

Luis Suárez no mira el calendario

Durante su exposición preliminar, el portavoz de Izquierda Unida, Luis Suárez, dijo que la Comisión de Investigación tendría que haber tenido derecho a acceder a los listados telefónicos de Tamayo y del resto de presuntos implicados en la supuesta “trama” político-inmobiliaria de Madrid. "Esta comisión tendría que haber pedido ese listado a Telefónica, se podía haber hecho y hubiera sido constitucionalmente posible", dijo Suárez, para afirmar a continuación que "creemos que Tamayo tejió su red de forma telefónica". Según explicó Suárez, como consecuencia de que Telefónica "se cerrase" a entregar dicha documentación a la Comisión de Investigación, ello provocó "que los medios de comunicación investigaran" y que "alguien vulnerase el secreto de otros".

Sin embargo, este aspecto no es cierto, ya que la vulneración del secreto de las comunicaciones y la filtración de los listados a los medios se produjo varias semanas antes de que se iniciaran los trabajos de la Comisión de Investigación, por lo que, aunque Telefónica se hubiera negado a entregar dichos listados, el delito ya se había cometido. De hecho, el único dato nuevo aportado durante las comparecencias de los ex empleados de Telefónica Móviles, según ha dicho Álvaro Sáez de Castro, es que una de las entradas a la base de datos para hurgar en los listados telefónicos se produjo el 11 de junio, sólo un día después de que se iniciara la crisis de Madrid, ya que la espantada de Tamayo y Sáez se produjo el 10 de junio.

Por su parte, el portavoz socialista, Modesto Nolla, renunció a preguntar al ex empleado de Telefónica, como ya había adelantado el lunes, porque a su juicio esta comparecencia era un "malabarismo circense" del PP para evitar "otras comparecencias", en su opinión, "mucho más relacionadas con la investigación". El lunes, en declaraciones a Efe , Nolla dijo que "el hecho de que se filtrasen relaciones de llamadas de Telefónica Móviles a un medio de comunicación, si fue de forma ilegítima, tendrá que ser estudiado por los tribunales de justicia y por la Agencia de Protección de Datos". Sin embargo, Modesto Nolla no explicó que dichas filtraciones sirvieron al PSOE como argumento para apuntalar la tesis de la “trama” político-inmobiliaria que denunciaron tras la espantada de Eduardo Tamayo y Maite Sáez.

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