L D (EFE) La selección española, tras su victoria contra Estados Unidos (0-2), acabó primera del grupo D y se medirá con Portugal en el cruce de cuartos de final, con la que tiene una deuda pendiente ya que el combinado luso venció al español en la final del último campeonato de Europa. Por eso, cuando se le pregunta a cualquier jugador español sobre el rival de cuartos, todos quieren a Portugal. Les tienen ganas, ya que privaron a España del título europeo tras derrotarles en la final del campeonato disputada en el país vecino 2-1. Entonces, España fue tremendamente superior a todos sus rivales pero cayó en el partido decisivo. Y ahora, los chicos de Santisteban quieren venganza.
Este miércoles debían vencer a Estados Unidos y cumplieron. El encuentro tenía el morbo de ver a la estrella norteamericana Freddy Adu contra una selección experimentada como la española. El delantero recibió dos amarillas en los dos primeros partidos y una más le habría imposibilitado jugar el partido de cuartos, por lo que su entrenador le reservó hasta la segunda mitad. Adu sólo jugó 30 minutos y, aunque dejó muestras de una impresionante calidad, quedó claro que para enfrentarse a defensas contundentes y que saben lo que hacen como los españoles hace falta algo más que ser un futuro ídolo de masas en Estados Unidos y tener firmado un contrato multimillonario con una marca deportiva.
Con la selección ya en cuartos tras la victoria de Corea del Sur contra Sierra Leona antes de este encuentro y con menos presión que en los dos primeros duelos, España no tuvo excesivos problemas en vencer a los norteamericanos, que ahora se verán las caras con Brasil, la favorita tras lo visto en la primera ronda. Fue Jurado, el cerebro de la selección, el que adelantó a España a los diez minutos de encuentro con algo de suerte, pues su disparo pegó en un defensa, aunque tras una buena jugada personal.
A partir de ahí, los españoles dominaron el encuentro y mostraron un nivel mucho mayor que contra Sierra Leona y Corea del Sur, con múltiples ocasiones de gol no aprovechadas. La posesión del balón era del conjunto dirigido por Juan Santisteban, pero con el paso de los minutos y viendo que enfrente el rival apenas oponía resistencia, el ritmo fue bajando.
La nota negativa la puso Silva, héroe contra los asiáticos, que vio una tarjeta roja muy rigurosa en el último minuto de la primera parte, por lo que no podrá jugar el próximo encuentro. Tras la reanudación y con uno menos en el campo, el equipo español hizo un fútbol control, demostró a los estadounidenses que están un peldaño por debajo pese a contar con Freddy Ady y fue Cesc, con un espectacular gol desde 20 metros, quien sentenció el partido en el minuto 70. El domingo a las cinco de la tarde España medirá sus fuerzas contra Portugal. Un buen momento para buscar las semifinales, ya que desde 1997 en el Mundial de Egipto la selección sub'17 no llegaba a los cuartos de final.
Este miércoles debían vencer a Estados Unidos y cumplieron. El encuentro tenía el morbo de ver a la estrella norteamericana Freddy Adu contra una selección experimentada como la española. El delantero recibió dos amarillas en los dos primeros partidos y una más le habría imposibilitado jugar el partido de cuartos, por lo que su entrenador le reservó hasta la segunda mitad. Adu sólo jugó 30 minutos y, aunque dejó muestras de una impresionante calidad, quedó claro que para enfrentarse a defensas contundentes y que saben lo que hacen como los españoles hace falta algo más que ser un futuro ídolo de masas en Estados Unidos y tener firmado un contrato multimillonario con una marca deportiva.
Con la selección ya en cuartos tras la victoria de Corea del Sur contra Sierra Leona antes de este encuentro y con menos presión que en los dos primeros duelos, España no tuvo excesivos problemas en vencer a los norteamericanos, que ahora se verán las caras con Brasil, la favorita tras lo visto en la primera ronda. Fue Jurado, el cerebro de la selección, el que adelantó a España a los diez minutos de encuentro con algo de suerte, pues su disparo pegó en un defensa, aunque tras una buena jugada personal.
A partir de ahí, los españoles dominaron el encuentro y mostraron un nivel mucho mayor que contra Sierra Leona y Corea del Sur, con múltiples ocasiones de gol no aprovechadas. La posesión del balón era del conjunto dirigido por Juan Santisteban, pero con el paso de los minutos y viendo que enfrente el rival apenas oponía resistencia, el ritmo fue bajando.
La nota negativa la puso Silva, héroe contra los asiáticos, que vio una tarjeta roja muy rigurosa en el último minuto de la primera parte, por lo que no podrá jugar el próximo encuentro. Tras la reanudación y con uno menos en el campo, el equipo español hizo un fútbol control, demostró a los estadounidenses que están un peldaño por debajo pese a contar con Freddy Ady y fue Cesc, con un espectacular gol desde 20 metros, quien sentenció el partido en el minuto 70. El domingo a las cinco de la tarde España medirá sus fuerzas contra Portugal. Un buen momento para buscar las semifinales, ya que desde 1997 en el Mundial de Egipto la selección sub'17 no llegaba a los cuartos de final.