L D (EFE) Con una marca personal de 9.98, Collins se plantó en la final sin ruido, relegado a la calle uno, la de los corredores modestos y con un tipo bien distinto al de los musculosos esprinters norteamericanos y británicos. Con sólo 64 kilos de peso corporal para un cuerpo de 1,75 metros de estatura Collins ofrecía una imagen de fragilidad, pero sus piernas se movieron con inusitada fluidez frente a los pesos pesados y terminó venciendo sin necesidad de bajar de 10 segundos (10.07).
La revolución del esprint se completó con el segundo puesto (10.08) de un larguirucho corredor de 18 años, el trinitense Darrel Brown, que en las series había batido el récord mundial júnior con 10.01, y el tercero del veterano británico Darren Campbell con idéntico registro que el medallista de plata y el mismo que Chambers, pero éste último se quedó fuera del podio. Tim Montgomery, el ser humano más rápido del planeta, sólo pudo ofrecer un sexto puesto a la madre de su hijo Tim, Marion Jones, que al final de la recta del estadio de Francia le esperaba ansiosa entre las cámaras de televisión desde su puesto de entrevistadora.
La final de 100 metros se presentaba más imprevisible que nunca, pero pocos esperaban que el plusmarquista mundial (Montgomery) y el campeón estadounidense (Bernard Williams) quedaran tan lejos de las medallas. Por si fuera poco, Maurice Greene, tres veces campeón mundial, quedó eliminado en las semifinales al sufrir una lesión en el isquiotibial izquierdo. Hizo una gran salida (sólo tardó 129 milésimas en abandonar los tacos), y se puso rápido por delante, pero pocos metros después cedió en su impulso y terminó octavo en la segunda serie con un tiempo de 10.37.
El retiro de Jonathan Edwards
El británico Jonathan Edwards, primer hombre que rompió el muro de los 18 metros y actual campeón olímpico y plusmarquista mundial, tuvo una triste despedida del atletismo. Su participación estuvo en el aire hasta el último día por culpa de una torcedura en el pie derecho, pero quiso decir adiós en París, con 37 años. Edwards hizo un primer triple de 14,06 que secundó con una pobre marca de 16,31 y ya no pudo seguir saltando. El sueco Christian Olsson, patrón de la prueba desde hace dos años, obtuvo el título con su primer salto, de 17,72. Le acompañaron en el podio el cubano Yoandri Betanzos (17,28) y el bahamés Leevan Sands (17,26).
Las rusas Svetlana Feofanova y Yelena Isinbayeva sostuvieron con la alemana Anita Becker una dura pugna por el título de pértiga en presencia de la estadounidense Stacy Dragila, campeona en los dos últimos Mundiales, que se quedó en 4,55 y hubo de asistir como espectadora a la lucha por las medallas. Feofanova, actual campeona de Europa y segunda en Edmonton con la misma marca que Dragila, fue hoy la más fuerte en la guerra psicológica, la única que superó los 4,75 metros, mientras que Isinbayeva, actual plusmarquista mundial con 4,82, pagó su inexperiencia con un simple bronce. Su techo estuvo hoy en 4,65, a 5 centímetros de Anita Becker.
El bielorruso Ivan Tijonov pasó en un año de ser noveno en los Europeos de Múnich a campeón mundial de martillo con un tiro de 83,05 metros aunque le hubieran bastado otros dos de sus tres lanzamientos válidos. El japonés Koji Murofushi, segundo en Edmonton´01, perdió en la sexta ronda la plata en beneficio del húngaro Adrian Annus, que lanzó el artefacto a 80,36, 24 centímetros más que el japonés.
Hicham El Guerruj, rey del medio fondo, tiene motivos de preocupación en la final de 1.500, y no sólo porque el miércoles será el único marroquí en carrera, sino porque el francés Mehdi Baala, campeón de Europa, ha impresionado en semifinales. Baala ganó sin aparente esfuerzo la segunda serie en 3:39.73 y ha lanzado un desafío al "solitario" monarca, que promete una sorpresa pero que no podrá contar la ayuda de ningún compatriota, como ocurrió en los dos últimos Mundiales.
Escándalo de Jon Drummond
El escándalo suscitado este domingo por la negativa del estadounidense Jon Drummond a dejar la pista tras ser descalificado por salida falsa en 100 metros empezó a tener consecuencias. La IAAF ha puesto el caso en manos de la Federación de Estados Unidos para que tome una decisión un plazo que concluye a las 20 horas de este martes pero se reserva el derecho a tomar cartas en el asunto si no está de acuerdo con el fallo.
José María Odriozola, presidente de la Federación Española de Atletismo y Delegado Técnico de los Mundiales, criticó con dureza la actitud del estadounidense Jon Drummond, al que considera miembro del "grupo de atletas californianos que se creen los dueños del negocio".
La revolución del esprint se completó con el segundo puesto (10.08) de un larguirucho corredor de 18 años, el trinitense Darrel Brown, que en las series había batido el récord mundial júnior con 10.01, y el tercero del veterano británico Darren Campbell con idéntico registro que el medallista de plata y el mismo que Chambers, pero éste último se quedó fuera del podio. Tim Montgomery, el ser humano más rápido del planeta, sólo pudo ofrecer un sexto puesto a la madre de su hijo Tim, Marion Jones, que al final de la recta del estadio de Francia le esperaba ansiosa entre las cámaras de televisión desde su puesto de entrevistadora.
La final de 100 metros se presentaba más imprevisible que nunca, pero pocos esperaban que el plusmarquista mundial (Montgomery) y el campeón estadounidense (Bernard Williams) quedaran tan lejos de las medallas. Por si fuera poco, Maurice Greene, tres veces campeón mundial, quedó eliminado en las semifinales al sufrir una lesión en el isquiotibial izquierdo. Hizo una gran salida (sólo tardó 129 milésimas en abandonar los tacos), y se puso rápido por delante, pero pocos metros después cedió en su impulso y terminó octavo en la segunda serie con un tiempo de 10.37.
El retiro de Jonathan Edwards
El británico Jonathan Edwards, primer hombre que rompió el muro de los 18 metros y actual campeón olímpico y plusmarquista mundial, tuvo una triste despedida del atletismo. Su participación estuvo en el aire hasta el último día por culpa de una torcedura en el pie derecho, pero quiso decir adiós en París, con 37 años. Edwards hizo un primer triple de 14,06 que secundó con una pobre marca de 16,31 y ya no pudo seguir saltando. El sueco Christian Olsson, patrón de la prueba desde hace dos años, obtuvo el título con su primer salto, de 17,72. Le acompañaron en el podio el cubano Yoandri Betanzos (17,28) y el bahamés Leevan Sands (17,26).
Las rusas Svetlana Feofanova y Yelena Isinbayeva sostuvieron con la alemana Anita Becker una dura pugna por el título de pértiga en presencia de la estadounidense Stacy Dragila, campeona en los dos últimos Mundiales, que se quedó en 4,55 y hubo de asistir como espectadora a la lucha por las medallas. Feofanova, actual campeona de Europa y segunda en Edmonton con la misma marca que Dragila, fue hoy la más fuerte en la guerra psicológica, la única que superó los 4,75 metros, mientras que Isinbayeva, actual plusmarquista mundial con 4,82, pagó su inexperiencia con un simple bronce. Su techo estuvo hoy en 4,65, a 5 centímetros de Anita Becker.
El bielorruso Ivan Tijonov pasó en un año de ser noveno en los Europeos de Múnich a campeón mundial de martillo con un tiro de 83,05 metros aunque le hubieran bastado otros dos de sus tres lanzamientos válidos. El japonés Koji Murofushi, segundo en Edmonton´01, perdió en la sexta ronda la plata en beneficio del húngaro Adrian Annus, que lanzó el artefacto a 80,36, 24 centímetros más que el japonés.
Hicham El Guerruj, rey del medio fondo, tiene motivos de preocupación en la final de 1.500, y no sólo porque el miércoles será el único marroquí en carrera, sino porque el francés Mehdi Baala, campeón de Europa, ha impresionado en semifinales. Baala ganó sin aparente esfuerzo la segunda serie en 3:39.73 y ha lanzado un desafío al "solitario" monarca, que promete una sorpresa pero que no podrá contar la ayuda de ningún compatriota, como ocurrió en los dos últimos Mundiales.
Escándalo de Jon Drummond
El escándalo suscitado este domingo por la negativa del estadounidense Jon Drummond a dejar la pista tras ser descalificado por salida falsa en 100 metros empezó a tener consecuencias. La IAAF ha puesto el caso en manos de la Federación de Estados Unidos para que tome una decisión un plazo que concluye a las 20 horas de este martes pero se reserva el derecho a tomar cartas en el asunto si no está de acuerdo con el fallo.
José María Odriozola, presidente de la Federación Española de Atletismo y Delegado Técnico de los Mundiales, criticó con dureza la actitud del estadounidense Jon Drummond, al que considera miembro del "grupo de atletas californianos que se creen los dueños del negocio".