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Cuatro detenidos en Irak tras el atentado en el que murió el "ayatolá" Hakim

La policía iraquí ha detenido a cuatro hombres relacionados con la explosión del coche bomba que causó el viernes la muerte de más de 80 personas, entre ellas el máximo líder chií de Irak, el “ayatolá” Mohamed Baqer Al-Hakim.

L D (Agencias) Según el gobernador de Nayaf, Haidar Mehdi Mattar, dos de los detenidos son iraquíes, concretamente de Basora, "y pertenecen al antiguo régimen", es decir, son partidarios de Sadam Husein. Los otros dos, según la misma fuente, "son árabes wahabíes", es decir, de Arabia Saudí. El canal de televisión por satélite qatarí Al-Jazeera afirma que estos dos detenidos podrían tener vinculación con la red terrorista Al-Qaeda. Sin embargo, la autoría del atentado no puede atribuirse aún a la organización de Osama ben Laden, ya que la bomba estaba compuesta con cargas explosivas de origen militar, como ocurrió en el atentado de hace dos semanas contra la sede de la ONU, y sería más probable atribuírselo a una coalición de iraquíes partidarios de Sadam Husein y terroristas llegados a Irak para colaborar con ellos.

Fuentes de inteligencia aliadas consultadas por Libertad Digital explicaron, además, que Al-Qaeda no ha atentado nunca contra objetivos religiosos musulmanes y menos aún con un coche-bomba en una mezquita. Las fuentes recordaron que los objetivos declarados de Al-Qaeda son los intereses occidentales e israelíes. Para los servicios aliados de inteligencia, parece claro que las hipótesis deberían apuntar de nuevo a que la organización y ejecución del atentado corrió, sobre todo, a cargo de miembros del Ejército iraquí partidarios de Sadam Husein –de la etnia Suní– y enemigos de los chiíes, a quienes ya masacró en repetidas ocasiones el anterior régimen iraquí.

Actualmente, la mayor amenaza para la estabilidad de Irak son, precisamente, los partidarios del antiguo dictador, que cuentan con financiación y armamento para cometer atentados de gran magnitud, dijeron las fuentes, como el que se produjo dos semanas atrás en la sede de las Naciones Unidas en Bagdad. Sin embargo, también precisaron que se está produciendo un fenómeno novedoso en el Irak de la posguerra: la alianza entre redes terroristas como Al-Qaeda y grupos de partidarios de Sadam Husein, ya que unos tienen los conocimientos técnicos y la motivación religiosa para cometer atentados, mientras que los otros tienen material y dinero para llevar a cabo sus acciones.

En ambos casos, el enemigo en Irak es la presencia occidental, aunque por diferentes motivos, afirmaron las fuentes, ya que los partidarios del anterior régimen quieren expulsar a los aliados para recuperar el poder, mientras que los terroristas que han ido entrando últimamente en Irak pretenden simplemente atacar a objetivos occidentales, sin más. Con respecto al ataque contra la mezquita de Nayaf, las fuentes conjeturaron que es posible que los partidarios de Sadam atentaran allí para matar al "ayatolá" Al-Hakim, mientras que los terroristas pudieron colaborar, pese a tratarse de una mezquita, porque Al-Hakim se había mostrado partidario de tolerar en Irak la presencia de los occidentales hasta lograr la pacificación del país y, además, formaba parte del Consejo Provisional de Gobierno de Irak, que colabora con los aliados.

El atentado tuvo lugar frente a la mezquita del Imam Ali y provocó la muerte de más de 80 personas, entre ellas el "ayatolá" Al-Hakim, que también era el presidente del Consejo de Supremo de la Revolución Islámica de Irak. Algunas fuentes, como la CNN , afirman que el número de fallecidos en el atentado del viernes podría superar los 120. Asimismo, al menos 200 personas resultaron heridas por la explosión. Miles de iraquíes, cuya población es mayoritariamente chií, se lanzaron este sábado a las calles de las principales ciudades del país para mostrar su dolor por la muerte de su líder religioso.

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