LD (Agencias) El Ministerio británico de Defensa anunció que ha reclamado una revisión del número de tropas del Reino Unido que prestan servicio en Irak para determinar si es preciso que sean incrementadas. El anuncio se ha producido después de que el diario The Daily Telegraph filtrase que el titular británico de Asuntos Exteriores, Jack Straw, ha pedido al jefe de Gobierno, Tony Blair, que envíe otros 5.000 soldados a Irak para evitar un “fracaso estratégico”. Según dijo Blair en la rueda de prensa de este jueves, la decisión de enviar nuevas tropas a Irak dependerá del resultado de la revisión, que llevarán a cabo los comandantes del Ejército presentes en ese país.
Al insistir los reporteros sobre la posibilidad de enviar más tropas a territorio iraquí, el primer ministro británico, Tony Blair, afirmó que es preciso “redoblar los esfuerzos” en Irak porque “estamos haciendo lo correcto” pero “hay terroristas que quieren parar nuestros esfuerzos”. Aseguró que “los ataques terroristas que se están produciendo no han sido causados por iraquíes corrientes. Se trata de fuerzas británicas y estadounidenses, y de la gran mayoría de los iraquíes, contra un pequeño número de defensores de Sadam Husein (el derrocado presidente de Irak) y un creciente grupo de terroristas extranjeros”. Por ello, indicó que “nuestra respuesta no debe ser vacilar, sino redoblar nuestros esfuerzos, trabajar con la población iraquí para acabar con los extremistas para que Irak sea lo que puede ser, y destruir a esos terroristas, sea en Irak, en Indonesia, en la India y donde sea”.
Según publica este jueves el periódico británico The Daily Telegraph , el ministro británico de Asuntos Exteriores, Jack Straw, pidió al jefe del Gobierno, Tony Blair, que envié más tropas a Irak para evitar un “fracaso estratégico”. El rotativo ha tenido acceso a una nota, declarada “confidencial”, que Straw escribió durante una reciente reunión con Blair. En ella, el canciller sugiere el envío de otros 5.000 soldados británicos a territorio iraquí para mejorar la situación de seguridad y convencer a los aliados estadounidenses de que manden más efectivos a ese país. “La falta de progreso político para resolver los problemas relacionados con la seguridad, la infraestructura y el proceso político están minando el apoyo de los iraquíes y ofreciendo un terreno fértil para extremistas y terroristas”, escribe Straw en esa nota.
El ministro de Exteriores insistió en que es preciso ver “mejoras visibles” en Irak antes del comienzo del mes del Ramadan, el 27 de octubre, y reconoce que las expectativas de reconstrucción no se han cumplido. Según Straw, si no se envían más soldados británicos a Irak, se puede llegar a “un fracaso estratégico” en los esfuerzos de mantener la seguridad, pues la situación se ha deteriorado. “La generación de electricidad está todavía en un 25 por ciento de los niveles de antes de la guerra y la transmisión se está viendo afectada por el saqueo y el sabotaje”, según el jefe de la diplomacia británica. Tras esta filtración, un portavoz de Downing Street, despacho del primer ministro, indicó que “las cuestiones relativas al nivel de tropas están siempre bajo revisión”, aunque son competencia del Ministerio de Defensa. Con casi total seguridad, el primer ministro Blair afrontaría duras críticas en caso de decidir enviar más soldados británicos a Irak, en un momento en que su popularidad ha caído con fuerza a causa del “caso Kelly”.
Al insistir los reporteros sobre la posibilidad de enviar más tropas a territorio iraquí, el primer ministro británico, Tony Blair, afirmó que es preciso “redoblar los esfuerzos” en Irak porque “estamos haciendo lo correcto” pero “hay terroristas que quieren parar nuestros esfuerzos”. Aseguró que “los ataques terroristas que se están produciendo no han sido causados por iraquíes corrientes. Se trata de fuerzas británicas y estadounidenses, y de la gran mayoría de los iraquíes, contra un pequeño número de defensores de Sadam Husein (el derrocado presidente de Irak) y un creciente grupo de terroristas extranjeros”. Por ello, indicó que “nuestra respuesta no debe ser vacilar, sino redoblar nuestros esfuerzos, trabajar con la población iraquí para acabar con los extremistas para que Irak sea lo que puede ser, y destruir a esos terroristas, sea en Irak, en Indonesia, en la India y donde sea”.
Según publica este jueves el periódico británico The Daily Telegraph , el ministro británico de Asuntos Exteriores, Jack Straw, pidió al jefe del Gobierno, Tony Blair, que envié más tropas a Irak para evitar un “fracaso estratégico”. El rotativo ha tenido acceso a una nota, declarada “confidencial”, que Straw escribió durante una reciente reunión con Blair. En ella, el canciller sugiere el envío de otros 5.000 soldados británicos a territorio iraquí para mejorar la situación de seguridad y convencer a los aliados estadounidenses de que manden más efectivos a ese país. “La falta de progreso político para resolver los problemas relacionados con la seguridad, la infraestructura y el proceso político están minando el apoyo de los iraquíes y ofreciendo un terreno fértil para extremistas y terroristas”, escribe Straw en esa nota.
El ministro de Exteriores insistió en que es preciso ver “mejoras visibles” en Irak antes del comienzo del mes del Ramadan, el 27 de octubre, y reconoce que las expectativas de reconstrucción no se han cumplido. Según Straw, si no se envían más soldados británicos a Irak, se puede llegar a “un fracaso estratégico” en los esfuerzos de mantener la seguridad, pues la situación se ha deteriorado. “La generación de electricidad está todavía en un 25 por ciento de los niveles de antes de la guerra y la transmisión se está viendo afectada por el saqueo y el sabotaje”, según el jefe de la diplomacia británica. Tras esta filtración, un portavoz de Downing Street, despacho del primer ministro, indicó que “las cuestiones relativas al nivel de tropas están siempre bajo revisión”, aunque son competencia del Ministerio de Defensa. Con casi total seguridad, el primer ministro Blair afrontaría duras críticas en caso de decidir enviar más soldados británicos a Irak, en un momento en que su popularidad ha caído con fuerza a causa del “caso Kelly”.