L D (N.G.M y J.S.) El PSOE parece haber empezado a reconsiderar su actitud sobre el modelo de Estado acuciado por múltiples hechos que vendrían a confirmar su hundimiento en las encuestas, justo cuando se inicia un curso político plagado de elecciones regionales (Cataluña, Madrid, Andalucía), con la presentación del Plan soberanista de Ibarretxe a la vista y con las elecciones generales de 2004 al fondo. Las declaraciones de Cristina Alberdi, sobre quien pesa un expediente disciplinario abierto por José Blanco, el secretario de Organización del PSOE, sólo son la punta del iceberg, al menos según dice la diputada socialista, quien reconoce que detrás de ella hay muchos otros socialistas críticos con las posiciones actuales de su partido. Además, este jueves, en declaraciones a "La Mañana" de la COPE, la ex ministra insistió en que la "radicalización" del PSOE cuenta con el aval de Felipe González por su silencio.
A las palabras de Alberdi, que ha sido acusada por la nueva portavoz del PSOE, Carmen Chacón , de ser la diputada “más pelota” del Grupo parlamentario socialista en el Congreso –como si las descalificaciones sirvieran para acallar sus críticas–, se ha sumado, con su estilo propio, el presidente de Castilla-La Mancha, José Bono , en declaraciones a distintos medios de comunicación. Convencido de que la unidad de España no se debe tocar, el presidente castellano-manchego incluso se ha ofrecido a Rafael Simancas, candidato del PSOE en Madrid, para ayudarle “en todo lo que considere oportuno” durante su campaña, abriéndose una puerta que, hasta el momento, tenía cerrada para cruzar el Tajo , lo que supone una amenaza directa para Zapatero.
Rajoy eclipsa a Zapatero
Asimismo, la reunión del Comité Territorial del PSOE, celebrada en Santillana del Mar (Cantabria) el pasado fin de semana, pasó totalmente inadvertida, a pesar de que los socialistas habían planteado la cita como un acto de precampaña electoral para demostrar su cohesión interna. La decisión del presidente del Gobierno, José María Aznar, de designar a Mariano Rajoy como candidato electoral en 2004 y los acontecimientos que se sucedieron después, han eclipsado la agenda socialista en el inicio del curso. Además, previamente a la designación del candidato, el PSOE sufrió otro varapalo con la publicación del último Barómetro del CIS, que situaba a los socialistas seis puntos por debajo del PP.
En cuanto a los sondeos de opinión, el “Pulsómetro” de la Cadena SER , habitualmente favorable al PSOE, se ha dado la vuelta dramáticamente. La emisora del Grupo Prisa ha hecho público este jueves un sondeo “extraordinario” con motivo del nombramiento de Mariano Rajoy como candidato del PP en 2004. Los resultados son demoledores para Rodríguez Zapatero y su equipo. Ante la pregunta: “¿quién cree que ganará las próximas elecciones, Rajoy o Zapatero?”, el 59,4 por ciento de los encuestados contesta que ganará Rajoy, mientras que sólo el 19,6 por ciento opina que el vencedor será Zapatero. Según este mismo sondeo, el candidato del PP es el que representa el proyecto “más ilusionante” y, además, también inspira “más confianza” que Zapatero.
Por su parte, Telecinco ha hecho difundido un sondeo de Demoscopia en el que la distancia entre Rajoy y Zapatero es aún mayor. A la pregunta de "¿quién ganará?", Rajoy obtiene el 56 por ciento frente al 13 por ciento de Zapatero. En cuanto a valoración como líder político (nota de 0 a 10), Rajoy obtiene un 6 frente a un 4,8 de Zapatero (suspenso). A la pregunta de "¿cuál de los dos está mejor preparado?", casi el 49 por ciento apuesta por Rajoy, mientras que sólo el 21,3 por ciento lo hace por el líder socialista. También en confianza barra el sucesor, con un 43,6 frente a un 28,5 de Zapatero. En carisma, que quizá sea el dato más sorprendente por las cualidades propias de Rajoy, el nuevo secretario general del PP también gana al líder del PSOE.
Tres pasos atrás consecutivos
Ante estos acontecimientos, parece que el PSOE ha adoptado la consigna de suavizar su discurso federalista y posponer sus pretensiones, al menos de momento. El primero en apearse del nuevo modelo de Estado del PSOE fue Joan Ignasi Pla , el secretario general del PSPV, los socialistas de la Comunidad Valenciana. Fue el martes cuando Pla dio una rueda de prensa en la que señaló que, aunque considera que la idea de una euro-región promovida por Pasqual Maragall “es buena”, en estos momentos se ve obligado a abandonar “la prioridad política de ponerla en marcha”. Echó la culpa de su cambio de actitud al PP, ante el “aprovechamiento” que este partido ha hecho de la idea de euro-región, “manipulando y mintiendo a la ciudadanía”.
Por su parte, Pasqual Maragall , el presidente del PSC, también ha empezado a matizar sus exigencias. En un acto preelectoral celebrado el martes, Maragall volvió a destacar la necesidad de mejorar el autogobierno de Cataluña a través de un nuevo Estatuto, aunque indicó que la reforma estatutaria no debe convertirse en el “único campo de batalla electoral”. Ante un auditorio de intelectuales y personalidades de diferentes ámbitos de la sociedad catalana, el candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat incluso recordó su condición de “hijo de una mujer nacida en Bilbao, que era hija de alicantinos y catalana de adopción”.
El tercero, y último, de momento, en acatar la consigna del paso atrás ha sido Patxi López , secretario general de los socialistas vascos. Este jueves, tras arremeter contra Cristina Alberdi y los críticos del PSE, como Gotzone Mora y el propio Nicolás Redondo Terreros, Patxi López ha anunciado que no presentará en el Parlamento vasco su propuesta alternativa al Plan Ibarretxe, porque el PSE se opone al mismo. Esta decisión se produce después de las críticas de Rosa Díez, Cristina Alberdi y también del Partido Popular, que afirmaron que presentar una alternativa al Plan de Ibarretxe legitimaría su estrategia separatista.
A las palabras de Alberdi, que ha sido acusada por la nueva portavoz del PSOE, Carmen Chacón , de ser la diputada “más pelota” del Grupo parlamentario socialista en el Congreso –como si las descalificaciones sirvieran para acallar sus críticas–, se ha sumado, con su estilo propio, el presidente de Castilla-La Mancha, José Bono , en declaraciones a distintos medios de comunicación. Convencido de que la unidad de España no se debe tocar, el presidente castellano-manchego incluso se ha ofrecido a Rafael Simancas, candidato del PSOE en Madrid, para ayudarle “en todo lo que considere oportuno” durante su campaña, abriéndose una puerta que, hasta el momento, tenía cerrada para cruzar el Tajo , lo que supone una amenaza directa para Zapatero.
Rajoy eclipsa a Zapatero
Asimismo, la reunión del Comité Territorial del PSOE, celebrada en Santillana del Mar (Cantabria) el pasado fin de semana, pasó totalmente inadvertida, a pesar de que los socialistas habían planteado la cita como un acto de precampaña electoral para demostrar su cohesión interna. La decisión del presidente del Gobierno, José María Aznar, de designar a Mariano Rajoy como candidato electoral en 2004 y los acontecimientos que se sucedieron después, han eclipsado la agenda socialista en el inicio del curso. Además, previamente a la designación del candidato, el PSOE sufrió otro varapalo con la publicación del último Barómetro del CIS, que situaba a los socialistas seis puntos por debajo del PP.
En cuanto a los sondeos de opinión, el “Pulsómetro” de la Cadena SER , habitualmente favorable al PSOE, se ha dado la vuelta dramáticamente. La emisora del Grupo Prisa ha hecho público este jueves un sondeo “extraordinario” con motivo del nombramiento de Mariano Rajoy como candidato del PP en 2004. Los resultados son demoledores para Rodríguez Zapatero y su equipo. Ante la pregunta: “¿quién cree que ganará las próximas elecciones, Rajoy o Zapatero?”, el 59,4 por ciento de los encuestados contesta que ganará Rajoy, mientras que sólo el 19,6 por ciento opina que el vencedor será Zapatero. Según este mismo sondeo, el candidato del PP es el que representa el proyecto “más ilusionante” y, además, también inspira “más confianza” que Zapatero.
Por su parte, Telecinco ha hecho difundido un sondeo de Demoscopia en el que la distancia entre Rajoy y Zapatero es aún mayor. A la pregunta de "¿quién ganará?", Rajoy obtiene el 56 por ciento frente al 13 por ciento de Zapatero. En cuanto a valoración como líder político (nota de 0 a 10), Rajoy obtiene un 6 frente a un 4,8 de Zapatero (suspenso). A la pregunta de "¿cuál de los dos está mejor preparado?", casi el 49 por ciento apuesta por Rajoy, mientras que sólo el 21,3 por ciento lo hace por el líder socialista. También en confianza barra el sucesor, con un 43,6 frente a un 28,5 de Zapatero. En carisma, que quizá sea el dato más sorprendente por las cualidades propias de Rajoy, el nuevo secretario general del PP también gana al líder del PSOE.
Tres pasos atrás consecutivos
Ante estos acontecimientos, parece que el PSOE ha adoptado la consigna de suavizar su discurso federalista y posponer sus pretensiones, al menos de momento. El primero en apearse del nuevo modelo de Estado del PSOE fue Joan Ignasi Pla , el secretario general del PSPV, los socialistas de la Comunidad Valenciana. Fue el martes cuando Pla dio una rueda de prensa en la que señaló que, aunque considera que la idea de una euro-región promovida por Pasqual Maragall “es buena”, en estos momentos se ve obligado a abandonar “la prioridad política de ponerla en marcha”. Echó la culpa de su cambio de actitud al PP, ante el “aprovechamiento” que este partido ha hecho de la idea de euro-región, “manipulando y mintiendo a la ciudadanía”.
Por su parte, Pasqual Maragall , el presidente del PSC, también ha empezado a matizar sus exigencias. En un acto preelectoral celebrado el martes, Maragall volvió a destacar la necesidad de mejorar el autogobierno de Cataluña a través de un nuevo Estatuto, aunque indicó que la reforma estatutaria no debe convertirse en el “único campo de batalla electoral”. Ante un auditorio de intelectuales y personalidades de diferentes ámbitos de la sociedad catalana, el candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat incluso recordó su condición de “hijo de una mujer nacida en Bilbao, que era hija de alicantinos y catalana de adopción”.
El tercero, y último, de momento, en acatar la consigna del paso atrás ha sido Patxi López , secretario general de los socialistas vascos. Este jueves, tras arremeter contra Cristina Alberdi y los críticos del PSE, como Gotzone Mora y el propio Nicolás Redondo Terreros, Patxi López ha anunciado que no presentará en el Parlamento vasco su propuesta alternativa al Plan Ibarretxe, porque el PSE se opone al mismo. Esta decisión se produce después de las críticas de Rosa Díez, Cristina Alberdi y también del Partido Popular, que afirmaron que presentar una alternativa al Plan de Ibarretxe legitimaría su estrategia separatista.