L D (Agencias) El líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, ha acompañado este sábado al secretario general del PSC, Pasqual Maragall en unas jornadas sobre el futuro de la Unión Europea organizadas por fundaciones socialistas en Barcelona. En una rueda de prensa posterior a la clausura, Zapatero ha denunciado que PP y CiU han formado una "pinza" como la que en su día hicieron los populares e IU en contra de Felipe González, en esta ocasión para evitar una victoria de Pasqual Maragall en las elecciones catalanas de otoño.
Zapatero se ha referido al acto que este domingo se celebrará en Barcelona para proclamar oficialmente a Josep Piqué como candidato del PP a la Generalitat, con la presencia de José María Aznar y de Mariano Rajoy, y ha dicho que la aspiración de los populares será "hacer de Piqué conseller de Mas".
Pero faltaba por llegar la confesión sobre su patriotismo. Tras los acostumbrados elogios al que le convirtiera en secretario general en el 35 Congreso del PSOE, Zapatero ha confesado que uno de los momentos en que se sintió "más orgulloso" de ser español fue hace once años, con motivo de los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992. "Esto se lo debo a él", dijo dirigiéndose a Maragall. Situada la cota más alta de su patriotismo, pasó a relatar “los peores momentos” de su sentimiento de españolidad: la cumbre de las Azores en la que Bush, Blair y Aznar confirmaron su alianza contra el dictador iraquí Sadam Husein
La clave catalana
Pero el acto era en Barcelona y con Maragall, así que Zapatero ha dicho que le "encanta" la manera de ser de la sociedad catalana y se ha comprometido a que si es elegido presidente del Gobierno "todo va a ser positivo para Cataluña", porque con él los catalanes se sentirán "entendidos, respetados y valorados".
Ha añadido que "el PP tiene un discurso y un esquema rancio, y siempre le ha dicho no a Cataluña. Y a Cataluña hay que decirle que sí, hay que respetarla, hay que entenderla y hay que valorar que tiene una importancia determinante para que España progrese adecuadamente en materias como la democracia, la modernización y el progreso social". Asimismo, en la conferencia que ha dictado sobre el futuro de Europa, Zapatero también ha defendido el papel de las regiones y ha asegurado que se tendrá que iniciar un "proceso de negociación" para determinar el modelo de participación de las autonomías en la configuración de la voluntad que defienda España en el seno de la UE.
Zapatero se ha referido al acto que este domingo se celebrará en Barcelona para proclamar oficialmente a Josep Piqué como candidato del PP a la Generalitat, con la presencia de José María Aznar y de Mariano Rajoy, y ha dicho que la aspiración de los populares será "hacer de Piqué conseller de Mas".
Pero faltaba por llegar la confesión sobre su patriotismo. Tras los acostumbrados elogios al que le convirtiera en secretario general en el 35 Congreso del PSOE, Zapatero ha confesado que uno de los momentos en que se sintió "más orgulloso" de ser español fue hace once años, con motivo de los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992. "Esto se lo debo a él", dijo dirigiéndose a Maragall. Situada la cota más alta de su patriotismo, pasó a relatar “los peores momentos” de su sentimiento de españolidad: la cumbre de las Azores en la que Bush, Blair y Aznar confirmaron su alianza contra el dictador iraquí Sadam Husein
La clave catalana
Pero el acto era en Barcelona y con Maragall, así que Zapatero ha dicho que le "encanta" la manera de ser de la sociedad catalana y se ha comprometido a que si es elegido presidente del Gobierno "todo va a ser positivo para Cataluña", porque con él los catalanes se sentirán "entendidos, respetados y valorados".
Ha añadido que "el PP tiene un discurso y un esquema rancio, y siempre le ha dicho no a Cataluña. Y a Cataluña hay que decirle que sí, hay que respetarla, hay que entenderla y hay que valorar que tiene una importancia determinante para que España progrese adecuadamente en materias como la democracia, la modernización y el progreso social". Asimismo, en la conferencia que ha dictado sobre el futuro de Europa, Zapatero también ha defendido el papel de las regiones y ha asegurado que se tendrá que iniciar un "proceso de negociación" para determinar el modelo de participación de las autonomías en la configuración de la voluntad que defienda España en el seno de la UE.