L D (EFE) El presidente del Gobierno y su sucesor al frente del PP han apoyado en Barcelona la proclamación de la candidatura de Piqué a la Generalitat. Medidos los tiempos como los tenía el presidente del Gobierno, el acto de este domingo iba a ser un nuevo paso en el cambio de papeles en el partido. El jefe del Ejecutivo ha aprovechado para escenificar el relevo al frente del PP, efectivo desde el pasado martes tras la reunión de la Junta directiva nacional del partido.
Aznar, que en los últimos catorce años siempre ha cerrado todos los actos en los que intervenía, salvo en una ocasión en Bilbao, ha dejado que esta vez fuera Rajoy el que cerrara los discursos. Incluso el presidente del Gobierno ha intervenido antes que el Piqué. Sólo en la campaña electoral de las pasadas elecciones municipales Aznar cedió también en un acto celebrado en el País Vasco el cierre del mismo al candidato del PP a la alcaldía de Bilbao, Antonio Basagoiti. Era su cabeza de lista ya que el presidente del Gobierno figuraba en el último lugar de la candidatura del PP por Bilbao.
Elogios a Rajoy
El jefe del Ejecutivo ha tenido palabras de reconocimiento para el sucesor, de él ha dicho que "lo mejor para nuestro país y nuestro partido es haber decidido que tenemos un nuevo líder, un gran líder del cual todos estamos detrás y que se llama Mariano Rajoy". También ha elogiado el proceso sucesorio que "no es fruto de la casualidad", sino de la existencia de un proyecto "serio y cohesionado". A su juicio, si el PP y muchos de sus dirigentes (de los que algunos dijo que estaban presentes en Barcelona, en alusión, entre otros, a Rodrigo Rato) no hubiesen sabido a estar a esa altura, "las cosas no habrían salido bien".
Recetas ficticias de Maragall
Aunque sin citar a Maragall durante su discurso, el presidente del Gobierno ha arremetido contra sus planes federalistas al criticar a aquellos que “se presentan a las elecciones con recetas para problemas que no existen”. Frente a esa deriva socialista, Aznar ha explicado que “no seremos como esos barcos que navegan por el mar, que son muy bonitos, cuyos timoneles no saben a donde ir o les da igual. Prefiero tener una imagen del PP concebida como un faro, que sabes que siempre estará ahí, en día bueno o nublado, donde puedes encontrar resguardo y gente que no te falla”.
También ha tenido palabras de apoyo para Piqué, proclamando ya candidato del PP a la Generalitat: “A Cataluña le ha ido bien con el PP” en el Gobierno central porque “tiene más riqueza, más autogobierno y mejor financiación”. Y eso, ha dicho, ha tenido que ver la trayectoria de Piqué, que “ha dejado una huella en la política española mayor que todos los políticos nacionalistas juntos”.
Rajoy señaló que el PP no se apunta a más "carrera" que la del bienestar efectivo de los ciudadanos. El secretario general del PP dijo que es probable que CiU "haya sabido conjugar con dificultades su voluntad nacionalista y su cabeza española" y señaló que no está seguro que se mantenga el equilibrio de los veinticinco años de vigencia de la Constitución.
Además, expresó su preocupación por el hecho de que "por arrancar unos votos a los partidos nacionalistas, los socialistas catalanes hayan entrado en una subasta para ver quién afirma con más fuerza que nuestro ordenamiento jurídico es transitorio". "Como nadie quiere ser menos que nadie, tenemos a un PSOE desorientado que intenta disimular como puede que no tiene rumbo fijo ni modelo de Estado y que está arrojando por la borda muchas cosas en las que siempre creyeron la inmensa mayoría de quienes les dieron su voto", añadió.
Aznar, que en los últimos catorce años siempre ha cerrado todos los actos en los que intervenía, salvo en una ocasión en Bilbao, ha dejado que esta vez fuera Rajoy el que cerrara los discursos. Incluso el presidente del Gobierno ha intervenido antes que el Piqué. Sólo en la campaña electoral de las pasadas elecciones municipales Aznar cedió también en un acto celebrado en el País Vasco el cierre del mismo al candidato del PP a la alcaldía de Bilbao, Antonio Basagoiti. Era su cabeza de lista ya que el presidente del Gobierno figuraba en el último lugar de la candidatura del PP por Bilbao.
Elogios a Rajoy
El jefe del Ejecutivo ha tenido palabras de reconocimiento para el sucesor, de él ha dicho que "lo mejor para nuestro país y nuestro partido es haber decidido que tenemos un nuevo líder, un gran líder del cual todos estamos detrás y que se llama Mariano Rajoy". También ha elogiado el proceso sucesorio que "no es fruto de la casualidad", sino de la existencia de un proyecto "serio y cohesionado". A su juicio, si el PP y muchos de sus dirigentes (de los que algunos dijo que estaban presentes en Barcelona, en alusión, entre otros, a Rodrigo Rato) no hubiesen sabido a estar a esa altura, "las cosas no habrían salido bien".
Recetas ficticias de Maragall
Aunque sin citar a Maragall durante su discurso, el presidente del Gobierno ha arremetido contra sus planes federalistas al criticar a aquellos que “se presentan a las elecciones con recetas para problemas que no existen”. Frente a esa deriva socialista, Aznar ha explicado que “no seremos como esos barcos que navegan por el mar, que son muy bonitos, cuyos timoneles no saben a donde ir o les da igual. Prefiero tener una imagen del PP concebida como un faro, que sabes que siempre estará ahí, en día bueno o nublado, donde puedes encontrar resguardo y gente que no te falla”.
También ha tenido palabras de apoyo para Piqué, proclamando ya candidato del PP a la Generalitat: “A Cataluña le ha ido bien con el PP” en el Gobierno central porque “tiene más riqueza, más autogobierno y mejor financiación”. Y eso, ha dicho, ha tenido que ver la trayectoria de Piqué, que “ha dejado una huella en la política española mayor que todos los políticos nacionalistas juntos”.
Rajoy señaló que el PP no se apunta a más "carrera" que la del bienestar efectivo de los ciudadanos. El secretario general del PP dijo que es probable que CiU "haya sabido conjugar con dificultades su voluntad nacionalista y su cabeza española" y señaló que no está seguro que se mantenga el equilibrio de los veinticinco años de vigencia de la Constitución.
Además, expresó su preocupación por el hecho de que "por arrancar unos votos a los partidos nacionalistas, los socialistas catalanes hayan entrado en una subasta para ver quién afirma con más fuerza que nuestro ordenamiento jurídico es transitorio". "Como nadie quiere ser menos que nadie, tenemos a un PSOE desorientado que intenta disimular como puede que no tiene rumbo fijo ni modelo de Estado y que está arrojando por la borda muchas cosas en las que siempre creyeron la inmensa mayoría de quienes les dieron su voto", añadió.