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González aprovecha la presentación de un libro para hablar como si fuera el candidato del PSOE

En su tono habitual, entre el chiste y el insulto, el ex presidente del Gobierno, Felipe González, se explayó durante la presentación de un libro de su ex ministro José María Maravall. Habló de Irak, la Constitución, los “oligopolios” en los medios de comunicación, la sucesión y hasta de economía. Mientras, en el PSOE se abre la polémica ante la disposición de Alfonso Guerra para figurar en las listas electorales de 2004.

(Libertad Digital) Aunque Felipe González ha dejado caer este miércoles que podría abandonar su escaño en el Congreso de los Diputados –pese a que su abstentismo es de record– para que no se crea que influye en la Ejecutiva del PSOE, el ex presidente ha pronunciado un discurso que parecía destinado a que Zapatero tomara nota. Sucedía en la Casa de América, en la presentación del libro “El control de los políticos”, escrito por su ex ministro de Educación y Ciencia, José María Maravall.

El ex presidente del Gobierno no dejó pasar la oportunidad y se lanzó al micrófono sin dejarse un solo aspecto de la política nacional e internacional. La primera crítica hacia Aznar fue para acusarle de “ocultación sistemática de todos los datos, de negarse a explicar nada, ni en la opinión pública, con alguna excepción como las entrevistas preparadas en la Televisión Española y de las JONS”. Este sería el tono durante el resto de su intervención.

Retoques en la Constitución, y “matices a Maragall”. Según González, Aznar y su gobierno son los culpables de que se haya agravado el problema territorial de España por no respetar la “diversidad de identidades” ya añadió que el PP interpreta "de forma excluyente y no incluyente" la Constitución. Aclaró que lo anterior no significa que el PNV no tenga responsabilidad, “que la tiene, y muchísima”, pero acusó a los populares de "patrimonializar" la Constitución. Según González, Aznar estropea la situación territorial creando "problemas" para luego "ofrecerse a resolverlos".

Pero no todo el problema está en el País Vasco. González dijo que en Cataluña, hay una corriente de "desafectación" debido a que, después de transferir las competencias, no hay nadie que coordine y cohesione el Estado. González dijo ser partidario de "realizar algunos retoques" en la Constitución para reformar el Senado aunque no cree que cada 25 años haya que revisar el marco. Ese sería "el matiz que le hace a Maragall".

La economía, "más intervencionismo que nunca". Dentro de sus críticas a lo que llamó “política de ocultación”, González puso como ejemplo que los servicios de estudios de los bancos han desaparecido y ahora "nadie sabe cuál es el déficit público". Presumió de que cuando él gobernaba esta función de los bancos funcionaba muy bien pero ahora no dicen nada para que no haya posibilidad de saber cómo va la economía ni prever resultados.

Su acusación principal contra la política económica del PP es que nunca han tenido ningún propósito de liberalizar, sino de llevar a cabo “con bastante éxito” el “control financiero, político, económico y mediático”. De hecho, para González, "nunca ha habido mas intervencionismo”. Todo ello, le llevó también a decir que España no está preparada con el PP para la revolución tecnológica y resumió su crítica diciendo que este país “va a petar”.

Política Internacional, el CNI y “el gachupín”. Felipe González se mostró muy indignado con la posición de España en la segunda parte de la guerra del Golfo aunque evitó hacer alusiones a la que a él le tocó representar en 1991. Ironizó con que Aznar “tiene mucha mejor información" por la prensa internacional que por el servicio de inteligencia español: "Por tanto, los informes del servicio de inteligencia no le sirven, le sirve lo que dice el New York Times o el Washington Post o, sobre todo, la Fox, y no se mueve una hoja en este país, no se altera el rictus de los ciudadanos". Sin renunciar a sus comparaciones con el franquismo, González dijo que tras la dictadura se rompió el aislamiento y se labró una vocación europea, de integración en la UE. Sin embargo, considera que "esa política ha cambiado radicalmente y ahora es de dependencia absoluta del dictado de los Estados Unidos". Y la labor de Aznar, según el ex presidente es de “gachupín del imperio” porque fue a hablar con el presidente mexicano. Vicente Fox, según González, por encargo de George W. Bush.

Medios de comunicación. Sin referirse a la absorción de Vía Digital por Sogecable, favorecida por el Gobierno, el ex presidente dijo que la operación de control de medios ha funcionado "no porque se controlen todos, sino porque los que sobreviven con independencia tienen que medirse más que si estuvieran en un ambiente de mayor libertad". Lo llamó "oligopolios de la comunicación" por parte del PP que impiden, según dijo, que lleguen las críticas de la oposición. De paso, recordó que a él no le han vuelto a entrevistar en TVE desde que salió del Gobierno y a Zapatero "le ha costado tres años".

El repaso a la política del Gobierno tuvo muchas más alusiones. Sobre la Justicia , llegó a decir que era más fácil saber si los jueces te iban a condenar en los últimos años de la dictadura de Franco que ahora con los "jueces acicateados por el Gobierno del PP". En cuanto a la sucesión en el PP consideró que el PRI mexicano (Partido Revolucionario Institucional) es “mucho más democrático” en el método porque “había unos controles de poder por los que tenía que pasar el presidente de turno para llegar al dedazo y aquí (en el PP) el dedazo se hace directamente”. También quiso referirse al modelo de Defensa , apuntando a que se ha perdido la cohesión territorial con la profesionalización del Ejército, algo que, adelantó, "traerá problemas territoriales". "Lo veremos pronto".

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