L D (EFE) El presidente Aznar se refirió a la situación en Irak durante su intervención ante los integrantes de la II Conferencia de embajadores de España, que se reunieron este viernes con él en el Palacio de la Moncloa. El jefe del Ejecutivo subrayó que sería "irreal" pensar en Europa como un "contrapoder de Estados Unidos en el tablero mundial", porque eso no le interesa nada ni a Europa ni a España. Añadió que España considera que las relaciones con América son una parte definitoria de Europa y que "los problemas actuales piden un trabajo aún más expreso que el realizado durante el siglo XX".
"Un contencioso duradero y profundo entre ambos, como se hizo patente en la crisis de Irak, dilapida innumerables esfuerzos de los que nadie se beneficia", añadió Aznar, quien subrayó que "si alguien espera que las dificultades de Estados Unidos en Irak redunden en beneficio de Europa, se equivoca completamente". Por el contrario, Aznar considera que esas dificultades de Estados Unidos y sus aliados en Irak redundarán, si se materializan, en un fracaso de todos, pero especialmente del más débil, que en este caso aseguró que es Europa.
El presidente del Gobierno señaló que "la brecha entre los mayores polos de libertad, tolerancia y prosperidad, sería para España y para Europa no sólo estéril, sino suicida para la seguridad del continente europeo". A su juicio, ya nadie puede ignorar la evidente puesta en cuestión de la seguridad nacional que se evidenció con los atentados del 11 de septiembre de 2001 y es necesario combatir al terrorismo sin hacer ningún tipo de distinción.
En esa lucha, señaló que España "no puede titubear de ninguna manera cuando el terrorismo emerge como el principal factor de riesgo de la escena internacional", máxime, según Aznar, cuando existe la posibilidad de que esos grupos accedan a armas de destrucción masiva o se refugien en Estados "irregulares". Al hilo de ello, recordó que España ha sido "motor principal" del nuevo consenso internacional sobre el carácter criminal del terrorismo en cualquier lugar del mundo y de la necesidad de combatirlo con todos los medios legales.
"Un contencioso duradero y profundo entre ambos, como se hizo patente en la crisis de Irak, dilapida innumerables esfuerzos de los que nadie se beneficia", añadió Aznar, quien subrayó que "si alguien espera que las dificultades de Estados Unidos en Irak redunden en beneficio de Europa, se equivoca completamente". Por el contrario, Aznar considera que esas dificultades de Estados Unidos y sus aliados en Irak redundarán, si se materializan, en un fracaso de todos, pero especialmente del más débil, que en este caso aseguró que es Europa.
El presidente del Gobierno señaló que "la brecha entre los mayores polos de libertad, tolerancia y prosperidad, sería para España y para Europa no sólo estéril, sino suicida para la seguridad del continente europeo". A su juicio, ya nadie puede ignorar la evidente puesta en cuestión de la seguridad nacional que se evidenció con los atentados del 11 de septiembre de 2001 y es necesario combatir al terrorismo sin hacer ningún tipo de distinción.
En esa lucha, señaló que España "no puede titubear de ninguna manera cuando el terrorismo emerge como el principal factor de riesgo de la escena internacional", máxime, según Aznar, cuando existe la posibilidad de que esos grupos accedan a armas de destrucción masiva o se refugien en Estados "irregulares". Al hilo de ello, recordó que España ha sido "motor principal" del nuevo consenso internacional sobre el carácter criminal del terrorismo en cualquier lugar del mundo y de la necesidad de combatirlo con todos los medios legales.