LD (Agencias) Agentes de la Policía sueca ha detenido, interrogado y puesto en libertad a un hombre de 32 años, con antecedentes por actos violentos, que podía estar relacionado con el asesinato de la ministra de Asuntos Exteriores, Anna Lindh. Los expertos investigadores encontraron sus huellas dactilares aparecieron en la cinta de una de las escaleras mecánicas de los grandes almacenes donde se produjo el ataque contra la ministra.
El jefe de prensa de la Policía sueca, Bjoern Pihlblad, ha declarado que el individuo fue detenido la noche de este jueves “pero lo liberamos después de hablar con él”. Pihlblad señaló que pensaron que el hombre podía ser relevante para la investigación porque su apariencia es similar a la del que buscan. Horas antes del asesinato, el detenido se vio involucrado en una pelea en la que se utilizaron cuchillos en un albergue de indigentes. La Policía continúa sus investigaciones para intentar localizar lo antes posible al asesino de Anna Lindh y centra sus pesquisas en círculos muy concretos. Los investigadores peinan descampados y zonas como la Estación Central donde pernoctan habitualmente grupos de personas sin techo y pequeños criminales.
Las fuerzas de seguridad creen que detrás del crimen puede estar alguien con antecedentes penales y buscan en los registros a personas con problemas psíquicos que hayan amenazado anteriormente a miembros del Gobierno o funcionarios públicos. “Tenemos una lista con un número de personas que cambia todo el tiempo”, subrayó Pihlblad, quien indicó que de momento no hay ninguna persona de esa relación sobre la que tengan más sospechas que sobre el resto.
El jefe de prensa de la Policía sueca, Bjoern Pihlblad, ha declarado que el individuo fue detenido la noche de este jueves “pero lo liberamos después de hablar con él”. Pihlblad señaló que pensaron que el hombre podía ser relevante para la investigación porque su apariencia es similar a la del que buscan. Horas antes del asesinato, el detenido se vio involucrado en una pelea en la que se utilizaron cuchillos en un albergue de indigentes. La Policía continúa sus investigaciones para intentar localizar lo antes posible al asesino de Anna Lindh y centra sus pesquisas en círculos muy concretos. Los investigadores peinan descampados y zonas como la Estación Central donde pernoctan habitualmente grupos de personas sin techo y pequeños criminales.
Las fuerzas de seguridad creen que detrás del crimen puede estar alguien con antecedentes penales y buscan en los registros a personas con problemas psíquicos que hayan amenazado anteriormente a miembros del Gobierno o funcionarios públicos. “Tenemos una lista con un número de personas que cambia todo el tiempo”, subrayó Pihlblad, quien indicó que de momento no hay ninguna persona de esa relación sobre la que tengan más sospechas que sobre el resto.