L D (EFE) La expulsión, decidida por la Comisión Ejecutiva Federal, ha sido comunicada por carta. Algunos de los militantes afectados han explicado que en las misivas se les acusa de injurias a los órganos superiores del partido y de no apoyar la designación del candidato a la Alcaldía, Florentino García Bonilla. Entre los expulsados está el ex secretario local del PSOE en Azuqueca, Isidro Rodríguez, los vocales de la Ejecutiva local, Marta Langa y Víctor Hermosilla, además de Justi Redondo y José Doblas, miembros de la Ejecutiva Provincial del PSOE de Guadalajara, y Sara Rodríguez, vocal de la Ejecutiva regional.
Uno de ellos, Marta Langa ha explicado a la Agencia EFE que “se nos ha expulsado sin ni siquiera oír nuestros argumentos, ya que en el pliego de cargos del instructor no se exponía ni una sola prueba en nuestra contra, por lo que no sabemos por qué nos han echado”. Se trata, a su juicio, de expulsar “a los viejos socialistas para que puedan gobernar los recién llegados de Nueva Izquierda, algo que es más del gusto del presidente regional, José Bono”.
Langa indicó que “Bono se está haciendo con el control del partido de la mano de la vieja guardia de Nueva Izquierda, de José Molina (actual portavoz del PSOE en las Cortes de Castilla-La Mancha) y de los ucedistas de José Carlos Moratilla (actual presidente de la Diputación de Guadalajara), para poder ganarle las próximas primarias a Zapatero”.
Discrepancias y familias
Añadió que “en ningún momento en todo este proceso hemos hablado fuera de los órganos internos del partido, por lo que podemos decir que nos han expulsado por discrepar con la línea oficial, lo que demuestra un talante antidemocrático en las personas que ahora dirigen el PSOE en Castilla-La Mancha”.
Bono, que inauguró en Chinchilla (Albacete) el nuevo teatro auditorio, manifestó a los medios de comunicación respecto a estas expulsiones que, “si alguien no vota a los candidatos de su partido, lo razonable es que se vayan a otro” o si no, invitarles “a que piensen si su no voto ha sido motivado por un trastorno transitorio” o por otro tipo de problemas. Bono añadió que, “cuando uno se empeña en no querer pertenecer a una familia, acaba yéndose de casa”, una decisión que dijo toman las personas, “con independencia de la decisión que puedan tomar los dirigentes del partido, que no pueden retener a nadie que no quiera quedarse”.
El rechazo al candidato en el origen de la crisis
La expulsión de estos 14 militantes de la Agrupación Socialista de Azuqueca de Henares, que tenía 35 afiliados al corriente de pago, que son los que tienen derecho a voto, tiene su origen en la asamblea del 6 de noviembre de 2002, cuando el secretario provincial del PSOE de Guadalajara, Jesús Alique, comunicó la elección de García Bonilla, también procedente de ICAM-Nueva Izquierda, como candidato a la Alcaldía azudense.
En el debate de esta propuesta, veintidós de los 35 militantes, siete de ellos miembros de la Ejecutiva local integrada por nueve personas, mostraron su oposición, aunque la Ejecutiva Provincial decidió designar candidato a García Bonilla. En marzo pasado, se reabrió la polémica cuando García Bonilla presentó la lista completa a las elecciones municipales de mayo, que no incluía a ninguno de los militantes que se habían opuesto a su elección, por lo que la Ejecutiva local ni siquiera acordó su votación. Al quedar bloqueada la aprobación de la lista azudense, el 29 de marzo pasado la Ejecutiva Provincial de Guadalajara decidió disolver la Ejecutiva Local de Azuqueca, nombrar una gestora, expedientar a los disidentes y aprobar la lista presentada por García Bonilla.
Uno de ellos, Marta Langa ha explicado a la Agencia EFE que “se nos ha expulsado sin ni siquiera oír nuestros argumentos, ya que en el pliego de cargos del instructor no se exponía ni una sola prueba en nuestra contra, por lo que no sabemos por qué nos han echado”. Se trata, a su juicio, de expulsar “a los viejos socialistas para que puedan gobernar los recién llegados de Nueva Izquierda, algo que es más del gusto del presidente regional, José Bono”.
Langa indicó que “Bono se está haciendo con el control del partido de la mano de la vieja guardia de Nueva Izquierda, de José Molina (actual portavoz del PSOE en las Cortes de Castilla-La Mancha) y de los ucedistas de José Carlos Moratilla (actual presidente de la Diputación de Guadalajara), para poder ganarle las próximas primarias a Zapatero”.
Discrepancias y familias
Añadió que “en ningún momento en todo este proceso hemos hablado fuera de los órganos internos del partido, por lo que podemos decir que nos han expulsado por discrepar con la línea oficial, lo que demuestra un talante antidemocrático en las personas que ahora dirigen el PSOE en Castilla-La Mancha”.
Bono, que inauguró en Chinchilla (Albacete) el nuevo teatro auditorio, manifestó a los medios de comunicación respecto a estas expulsiones que, “si alguien no vota a los candidatos de su partido, lo razonable es que se vayan a otro” o si no, invitarles “a que piensen si su no voto ha sido motivado por un trastorno transitorio” o por otro tipo de problemas. Bono añadió que, “cuando uno se empeña en no querer pertenecer a una familia, acaba yéndose de casa”, una decisión que dijo toman las personas, “con independencia de la decisión que puedan tomar los dirigentes del partido, que no pueden retener a nadie que no quiera quedarse”.
El rechazo al candidato en el origen de la crisis
La expulsión de estos 14 militantes de la Agrupación Socialista de Azuqueca de Henares, que tenía 35 afiliados al corriente de pago, que son los que tienen derecho a voto, tiene su origen en la asamblea del 6 de noviembre de 2002, cuando el secretario provincial del PSOE de Guadalajara, Jesús Alique, comunicó la elección de García Bonilla, también procedente de ICAM-Nueva Izquierda, como candidato a la Alcaldía azudense.
En el debate de esta propuesta, veintidós de los 35 militantes, siete de ellos miembros de la Ejecutiva local integrada por nueve personas, mostraron su oposición, aunque la Ejecutiva Provincial decidió designar candidato a García Bonilla. En marzo pasado, se reabrió la polémica cuando García Bonilla presentó la lista completa a las elecciones municipales de mayo, que no incluía a ninguno de los militantes que se habían opuesto a su elección, por lo que la Ejecutiva local ni siquiera acordó su votación. Al quedar bloqueada la aprobación de la lista azudense, el 29 de marzo pasado la Ejecutiva Provincial de Guadalajara decidió disolver la Ejecutiva Local de Azuqueca, nombrar una gestora, expedientar a los disidentes y aprobar la lista presentada por García Bonilla.