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Detenido en Irak un ex alto cargo del régimen de Sadam por su relación con el atentado de Nayaf

Los vínculos entre el régimen de Sadam Husein y el terrorismo vuelven a confirmarse tras la detención del ex jefe de la Policía de Nayaf por su relación con el atentado que, a finales de agosto, costó la vida al "ayatolá" Baqer al Hakim y a decenas de sus seguidores en la mezquita de Nayaf. Los últimos ataques terroristas en Irak han sido obra de antiguos miembros del régimen de Sadam asociados con terroristas de Al-Qaeda.

L D (Agencias) Según informa el diario local iraquí Al Irak al Yadid (El nuevo Irak), el general Karim Ghathith, ex jefe de la Policía de Nayaf, ha sido detenido después de un tiroteo con efectivos de la llamada "Brigada Badr", brazo armado de la Asamblea Suprema de la Revolución Islámica en Irak (ASRII), que lideraba el “ayatolá” Baqer al Hakim, asesinado el pasado 30 de agosto en un atentado con coche bomba en la mezquita de Nayaf. El rotativo, que no precisa la fecha del arresto, afirma que en el enfrentamiento que llevó a la detención del ex jefe de la Policía de Nayaf murieron dos milicianos de la "Brigada Badr". El diario afirma también que "Ghathith reconoció durante los interrogatorios que desempeñó un papel en el asesinato del ayatolá Al Hakim", que era el máximo líder político de la comunidad chií. En el atentado, además de Al Hakim, murieron 82 personas y otras 229 resultaron heridas.

El pasado 31 de agosto fueron detenidas cuatro personas por su vinculación con el atentado. Según el gobernador de Nayaf, Haidar Mehdi Mattar, dos de los arrestados son iraquíes, concretamente de Basora, y "pertenecen al antiguo régimen", es decir, son partidarios de Sadam Husein. Los otros dos, según la misma fuente, "son árabes wahabíes", es decir, de Arabia Saudí. El canal de televisión por satélite qatarí Al-Jazeera afirmó en aquellas mismas fechas que estos dos saudíes detenidos podrían tener vinculación con la red terrorista Al-Qaeda. Sin embargo, la autoría del atentado no se atribuyó directamente a la organización de Osama ben Laden, ya que la bomba estaba compuesta con cargas explosivas de origen militar, como ocurrió en el atentado contra la sede de la ONU, a mediados de agosto, y sería más probable atribuírselo a una coalición formada por iraquíes partidarios de Sadam Husein y terroristas llegados a Irak para colaborar con ellos.

Abu Musab Zarqawi, jefe de Al-Qaeda en Irak

Fuentes de inteligencia aliadas consultadas por Libertad Digital explicaron en agosto pasado que parecía claro que la hipótesis sobre la autoría debería apuntar a miembros del Ejército iraquí partidarios de Sadam Husein –de la etnia Suní– y enemigos de los chiíes, a quienes ya masacró en repetidas ocasiones el anterior régimen iraquí. Actualmente, la mayor amenaza para la estabilidad de Irak son, precisamente, los partidarios del antiguo dictador, que cuentan con financiación y armamento para cometer atentados de gran magnitud, dijeron las mismas fuentes, como el que se produjo en la sede de las Naciones Unidas en Bagdad. También precisaron que redes terroristas como Al-Qaeda y grupos de partidarios de Sadam Husein estaban afianzando su alianza en Irak.

El pasado 8 de septiembre, el diario estadounidense The Washington Post confirmó este mismo dato tras consultar a fuentes de los servicios de inteligencia de Estado Unidos, Europa y varios países árabes. El diario añadía que fue en febrero cuando la red de Osama ben Laden decidió instalarse en Irak. Por entonces, EEUU ultimaba los preparativos para su intervención en aquel país. El diario apuntaba que el cambio de estrategia y de escenario de Al-Qaeda se acordó en una reunión entre dos lugartenientes de Osama ben Laden. Se trataba de su jefe militar, Mohamed Ibrahim Makaui, alias "Saif Adel", y Abu Musab Zarqawi. En ese encuentro se acordó que Zarqawi sería el encargado del despliegue en Irak, "lo que abrió un nuevo capítulo en la historia del grupo y una grave amenaza a las fuerzas estadounidenses allí destacadas", según el rotativo.

Una relación iniciada a mediados de los 90

Fuentes militares estadounidenses han denunciado la creciente presencia de terroristas extranjeros en Irak, atraídos por el vacío de poder creado tras la caída del régimen del presidente Sadam Husein. En una entrevista reciente, un funcionario militar estadounidense indicó que asciende a 220 el número de terroristas foráneos bajo custodia de EEUU en Irak. Y es a "elementos extranjeros" y a simpatizantes del régimen de Sadam Husein a quien la administración estadounidense atribuye la ola de atentados que ha registrado Irak en las últimas semanas. Entre ellos, figuran el ataque contra la sede de la ONU en Bagdad, que costó la vida a 23 personas, o el perpetrado contra el ayatolá Mohamed Baqir al Hakim en la ciudad de Nayaf.

Las relaciones entre el régimen de Sadam Husein y la organización terrorista Al-Qaeda se remontarían a mediados de los años 90. El secretario de Estado de EEUU, Colin Powell, explicó el pasado 5 de febrero, poco antes de iniciarse la guerra contra Irak, que Husein envió a hombres de sus servicios secretos a Afganistán para instruir a miembros de Al-Qaeda en la falsificación de documentos. Asimismo, según pudo saber Libertad Digital , en diciembre de 1998 se celebró una reunión en un lugar indeterminado entre Osama ben Laden y Farouk Hijazi, ex jefe de los servicios de inteligencia de Irak. Documentos confidenciales recién desclasificados por el Gobierno estadounidense vendrían a confirmar las relaciones entre el régimen de Sadam y la red terrorista Al-Qaeda. (Ampliación)

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