LD (Agencias) El hombre al que policías suecos han detenido como sospechoso del asesinato de la ministra de Asuntos Exteriores, Anna Lindh, tiene antecedentes policiales, un carácter violento, problemas con el alcohol y las drogas y trastornos de personalidad, coinciden en señalar los medios de comunicación locales. La Policía sueca, que detuvo al sospechoso en un bar de la ciudad de Solna, en las afueras de Estocolmo, no ha facilitado aún su identidad, pero informaciones y testimonios de fuentes cercanas a la investigación publicados este martes por diversos medios de información suecos coinciden en los rasgos de su personalidad. El arrestado permanece en los calabozos de Kronoberg donde los médicos le tomaron muestras de ADN.
El detenido, de 35 años, tiene dieciocho antecedentes penales por delitos como agresiones, daños en propiedades, estafa o amenazas a funcionarios. En 1987 cometió su primera infracción y desde entonces ha estado en la cárcel en varias ocasiones -con una condena máxima de ocho meses. El año pasado fue acusado de resistencia a la autoridad por haber tirado del pelo a un agente de Policía. Los jueces le impusieron además una orden de alejamiento de sus padres ya que agredió a su madre y amenazó a su padre. El arrestado está empadronado en una región del este del país, aunque reside en Estocolmo, donde durante mucho tiempo careció de dirección fija.
En un juicio celebrado el año pasado, un informe psiquiátrico desveló que sufre transtornos de personalidad y narcisismo, aunque los médicos determinaron que no padecía ninguna enfermedad mental grave. Sin embargo, el detenido reconoció que consumía frecuentemente alcohol y cocaína e incluso el diario Svenska Dagbladet señala que estuvo ingresado en una clínica de desintoxicación en Suiza. El mismo periódico dice también que uno de los mejores amigos del sospechoso del asesinato de la ministra es un miembro de la extrema derecha de Estocolmo, de 28 años.
Durante su procesamiento judicial, el detenido señaló que adquirió por sí mismo nociones de informática y que trabaja como diseñador de páginas de Internet por cuenta propia, aunque no pudo nombrar ninguna compañía para la que haya trabajado. Según el Svenska Dagbladet , el joven no declaró ningún ingreso en los últimos cinco años, pero el año pasado se compró un coche pese a no tener el carné de conducir en regla.
Otros medios de comunicación locales afirman que el sospechoso se movía en los círculos de la alta sociedad de Estocolmo y frecuentaba los mismos locales de ocio a los que acude la clase acomodada de la capital, entre ellos la princesa Magdalena, con quien se encontraba de vez en cuando.
El detenido, de 35 años, tiene dieciocho antecedentes penales por delitos como agresiones, daños en propiedades, estafa o amenazas a funcionarios. En 1987 cometió su primera infracción y desde entonces ha estado en la cárcel en varias ocasiones -con una condena máxima de ocho meses. El año pasado fue acusado de resistencia a la autoridad por haber tirado del pelo a un agente de Policía. Los jueces le impusieron además una orden de alejamiento de sus padres ya que agredió a su madre y amenazó a su padre. El arrestado está empadronado en una región del este del país, aunque reside en Estocolmo, donde durante mucho tiempo careció de dirección fija.
En un juicio celebrado el año pasado, un informe psiquiátrico desveló que sufre transtornos de personalidad y narcisismo, aunque los médicos determinaron que no padecía ninguna enfermedad mental grave. Sin embargo, el detenido reconoció que consumía frecuentemente alcohol y cocaína e incluso el diario Svenska Dagbladet señala que estuvo ingresado en una clínica de desintoxicación en Suiza. El mismo periódico dice también que uno de los mejores amigos del sospechoso del asesinato de la ministra es un miembro de la extrema derecha de Estocolmo, de 28 años.
Durante su procesamiento judicial, el detenido señaló que adquirió por sí mismo nociones de informática y que trabaja como diseñador de páginas de Internet por cuenta propia, aunque no pudo nombrar ninguna compañía para la que haya trabajado. Según el Svenska Dagbladet , el joven no declaró ningún ingreso en los últimos cinco años, pero el año pasado se compró un coche pese a no tener el carné de conducir en regla.
Otros medios de comunicación locales afirman que el sospechoso se movía en los círculos de la alta sociedad de Estocolmo y frecuentaba los mismos locales de ocio a los que acude la clase acomodada de la capital, entre ellos la princesa Magdalena, con quien se encontraba de vez en cuando.