L D (EFE) Los donostiarras pagaron de inicio su falta de madurez en esta competición, comenzaron muy nerviosos, a merced de un Olimpiacos que hacía daño en sus llegadas por la banda izquierda y que provocó el primer susto a la nutrida afición blanquiazul a los seis minutos de juego en un acción individual del ex barcelonista Giovanni abortada en la línea del área grande. El especialista Djordjevic no sacaría provecho de su maestría en los lanzamientos de falta. El conjunto realista notó la baja de De Pedro porque, si bien su sustituto, Barkero, rayó a un nivel aceptable, adoleció del fútbol directo que provocan los centros del centrocampista internacional y eso perjudicó a Kovacevic, que en su lucha con Anatolakis y Karembeu no tuvo apoyos exteriores que le surtieran de balones de gol.
El juego transcurrió así conforme a los intereses del equipo heleno, que dormía el balón todo lo que podía, trataba de que el fútbol se desarrollara en el medio campo y cortaba de forma expeditiva cualquier acercamiento local, para convertir un encuentro de Champions en un insulso choque al que sólo el ambiente que se vivía en Anoeta entre las dos aficiones elevaba al rango de un partido propio de la máxima competición europea. Karembeu era dueño de la zona central defensiva y su sola presencia hacía desistir a los atacantes realistas de encararle para el regate, con lo que las oportunidades realistas quedaban relegadas a las jugadas a balón parado, como la que se produjo en el minuto 44 a la salida de un córner botado por Barkero que Kovacevic remató de cabeza, pero Katergiannakis sacó bajo palos en una gran intervención con la que impidió un gol cantado en las gradas.
La Real mejoró en la segunda mitad con la simple presencia de Nihat correteando por la banda en los ejercicios de calentamiento, lo que levantó el ánimo de una afición confundida hasta entonces con el juego de su equipo que empezó a llevar en volandas a sus jugadores. El regreso al equipo del turco, alineado por primera vez junto a Lee Chun Soo, dio mayor velocidad y mordiente al ataque guipuzcoano, mientras el Olympiacos quedó encerrado en su campo y comenzó a sufrir las embestidas de los blanquiazules que, sin embargo, siguieron mostrándose muy erráticos en las combinaciones para perder un buen número de balones. El único gol del partido vendría en el minuto 79 cuando Kovacevic fue trabado dentro del área de forma muy inocente y el ariete serbio no desaprovecharía la ocasión al transformar él mismo la pena máxima.
Ficha técnica del partido
Real Sociedad, 1: Westerveld; López Rekarte, Jauregi, Schürrer, Aranzabal; Xabi Alonso, Aranburu, Karpin, Barkero (Lee, min. 60); De Paula (Nihat, min. 60) y Kovacevic
Olympiacos, 0: Katergiannakis; Kafes (Gonias, min. 80), Venetidis, Stoltidis, Karembeu; Mavrogenidis (Pantos, min. 74), Kostoulas, Georgiadis, Anatolakis; Djordjevic y Giovanni (Choutos, min. 65)
Gol: 1-0, min. 79: Kovacevic, de penalti
Árbitro: Erik Fisker (Dinamarca). Amonestó a Aranburu, Anatolakis y Djordjevic
Incidencias: Primer partido de la primera fase de la Liga de Campeones, en el grupo D, disputado en el estadio de Anoeta ante unos 30.000 espectadores, de los cuales 1.700 eran aficionados griegos que no cesaron de animar a su equipo
El juego transcurrió así conforme a los intereses del equipo heleno, que dormía el balón todo lo que podía, trataba de que el fútbol se desarrollara en el medio campo y cortaba de forma expeditiva cualquier acercamiento local, para convertir un encuentro de Champions en un insulso choque al que sólo el ambiente que se vivía en Anoeta entre las dos aficiones elevaba al rango de un partido propio de la máxima competición europea. Karembeu era dueño de la zona central defensiva y su sola presencia hacía desistir a los atacantes realistas de encararle para el regate, con lo que las oportunidades realistas quedaban relegadas a las jugadas a balón parado, como la que se produjo en el minuto 44 a la salida de un córner botado por Barkero que Kovacevic remató de cabeza, pero Katergiannakis sacó bajo palos en una gran intervención con la que impidió un gol cantado en las gradas.
La Real mejoró en la segunda mitad con la simple presencia de Nihat correteando por la banda en los ejercicios de calentamiento, lo que levantó el ánimo de una afición confundida hasta entonces con el juego de su equipo que empezó a llevar en volandas a sus jugadores. El regreso al equipo del turco, alineado por primera vez junto a Lee Chun Soo, dio mayor velocidad y mordiente al ataque guipuzcoano, mientras el Olympiacos quedó encerrado en su campo y comenzó a sufrir las embestidas de los blanquiazules que, sin embargo, siguieron mostrándose muy erráticos en las combinaciones para perder un buen número de balones. El único gol del partido vendría en el minuto 79 cuando Kovacevic fue trabado dentro del área de forma muy inocente y el ariete serbio no desaprovecharía la ocasión al transformar él mismo la pena máxima.
Ficha técnica del partido
Real Sociedad, 1: Westerveld; López Rekarte, Jauregi, Schürrer, Aranzabal; Xabi Alonso, Aranburu, Karpin, Barkero (Lee, min. 60); De Paula (Nihat, min. 60) y Kovacevic
Olympiacos, 0: Katergiannakis; Kafes (Gonias, min. 80), Venetidis, Stoltidis, Karembeu; Mavrogenidis (Pantos, min. 74), Kostoulas, Georgiadis, Anatolakis; Djordjevic y Giovanni (Choutos, min. 65)
Gol: 1-0, min. 79: Kovacevic, de penalti
Árbitro: Erik Fisker (Dinamarca). Amonestó a Aranburu, Anatolakis y Djordjevic
Incidencias: Primer partido de la primera fase de la Liga de Campeones, en el grupo D, disputado en el estadio de Anoeta ante unos 30.000 espectadores, de los cuales 1.700 eran aficionados griegos que no cesaron de animar a su equipo