(Libertad Digital) El veterano dirigente de ETA-Ekin, Xabier Alegría, ha confesado ante la Guardia Civil y posteriormente ante el juez que al menos dos diputados de Batasuna tienen estrecha conexión con ETA. En concreto, se trata de Jon Salaberría, parlamentario de Sozialista Abertzaleak y ex dirigente de Jarrai, al que acusó de ser el correo de ETA y sobre el que actualmente pesa una condena a un año de cárcel por defender a ETA en el Parlamento vasco.
Según Informativos Telecinco , el otro inculpado por Alegría (en la foto) no es sino el portavoz de SA (heredera de Batasuna-ETA), Arnaldo Otegi. Según el testimonio a la Guardia Civil, Alegría recordó haber cruzado la frontera con Francia para reunirse con la dirección de ETA en 1994. En esa reunión estaban etarras como Vicente Goikoetxea, alias "Willy", detenido en Francia, o Mikel Albizu, "Antza". En 1995, se llevó a cabo otro encuentro con la presencia también de Alegría y Otegi con los veteranos jefes etarras "Antza" y "Willy". En esa reunión se dio cuenta del debate interno que se estaba produciendo dentro del partido etarra y se planteó la posibilidad de crear un Estado vasco paralelo al español y de lanzar una campaña de desobediencia civil. Arnaldo Otegi era conocido entre los etarras, según la versión de Xabier Alegría, como "el de Elgoibar".
El 7 de diciembre de 1999, el Tribunal Supremo absolvió por falta de pruebas a Jon Salaberria, que había sido condenado por la Audiencia Nacional el 20 de julio de 1998 a un año de prisión por un delito de desórdenes públicos cometidos en Guipúzcoa, como integrante de un "grupo Y" de apoyo a ETA. El alto tribunal le absolvió, sin embargo, de los delitos continuados de estragos y de pertenencia a banda armada de los que era acusado por el fiscal. Ahora, está condenado a un año de cárcel y siete de inhabilitación para cargo público por decir en el Parlamento de Vitoria que “la lucha armada no responde a la voluntad de imponer ideas sino a la defensa de derechos legítimos vascos”.
Delante del juez
Parece que la confesión de Alegría se produjo tras su última detención en el curso de la operación contra el diario Euskaldunon Egunkaria, dirigida por el juez de la Audiencia Nacional Juan Del Olmo en febrero. Según el atestado al que ha tenido acceso Telecinco, entre las cuatro y las cinco de la madrugada del 23 de febrero, el dirigente proetarra revela los canales de comunicación entre la banda ETA y el partido de Otegi, dejando patente la relación entre ambos. Como es habitual tras cada detención, Xabier Alegría pone en práctica la estrategia de denunciar que su confesión a la Guardia Civil ha sido obtenida bajo tortura. Sin embargo, ante el juez y a preguntas del fiscal, admite que todo lo confesado es cierto.
Después llegó Estella
Los jefes etarras Mikel Albizu y Vicente Goikoetxea se volverían a reunir en fechas posteriores no sólo con Arnaldo Otegi sino con Joseba Egibar (PNV) y Carlos Garaikoetxea (EA). Lo hicieron en 1998 en Burdeos, París y Pau. El objetivo fue fundar el Pacto de Estella, un acuerdo firmado entre los partidos nacionalistas y ETA como reacción a la impresionante respuesta del no nacionalismo tras el asesinato del concejal del PP, Miguel Ángel Blanco. Fue el paso decisivo del PNV ante el llamado "Espíritu de Ermua". Ahora parece que Otegi ya conocía a los interlocutores tres años antes.
Según Informativos Telecinco , el otro inculpado por Alegría (en la foto) no es sino el portavoz de SA (heredera de Batasuna-ETA), Arnaldo Otegi. Según el testimonio a la Guardia Civil, Alegría recordó haber cruzado la frontera con Francia para reunirse con la dirección de ETA en 1994. En esa reunión estaban etarras como Vicente Goikoetxea, alias "Willy", detenido en Francia, o Mikel Albizu, "Antza". En 1995, se llevó a cabo otro encuentro con la presencia también de Alegría y Otegi con los veteranos jefes etarras "Antza" y "Willy". En esa reunión se dio cuenta del debate interno que se estaba produciendo dentro del partido etarra y se planteó la posibilidad de crear un Estado vasco paralelo al español y de lanzar una campaña de desobediencia civil. Arnaldo Otegi era conocido entre los etarras, según la versión de Xabier Alegría, como "el de Elgoibar". El 7 de diciembre de 1999, el Tribunal Supremo absolvió por falta de pruebas a Jon Salaberria, que había sido condenado por la Audiencia Nacional el 20 de julio de 1998 a un año de prisión por un delito de desórdenes públicos cometidos en Guipúzcoa, como integrante de un "grupo Y" de apoyo a ETA. El alto tribunal le absolvió, sin embargo, de los delitos continuados de estragos y de pertenencia a banda armada de los que era acusado por el fiscal. Ahora, está condenado a un año de cárcel y siete de inhabilitación para cargo público por decir en el Parlamento de Vitoria que “la lucha armada no responde a la voluntad de imponer ideas sino a la defensa de derechos legítimos vascos”.
Delante del juez
Parece que la confesión de Alegría se produjo tras su última detención en el curso de la operación contra el diario Euskaldunon Egunkaria, dirigida por el juez de la Audiencia Nacional Juan Del Olmo en febrero. Según el atestado al que ha tenido acceso Telecinco, entre las cuatro y las cinco de la madrugada del 23 de febrero, el dirigente proetarra revela los canales de comunicación entre la banda ETA y el partido de Otegi, dejando patente la relación entre ambos. Como es habitual tras cada detención, Xabier Alegría pone en práctica la estrategia de denunciar que su confesión a la Guardia Civil ha sido obtenida bajo tortura. Sin embargo, ante el juez y a preguntas del fiscal, admite que todo lo confesado es cierto.
Después llegó Estella
Los jefes etarras Mikel Albizu y Vicente Goikoetxea se volverían a reunir en fechas posteriores no sólo con Arnaldo Otegi sino con Joseba Egibar (PNV) y Carlos Garaikoetxea (EA). Lo hicieron en 1998 en Burdeos, París y Pau. El objetivo fue fundar el Pacto de Estella, un acuerdo firmado entre los partidos nacionalistas y ETA como reacción a la impresionante respuesta del no nacionalismo tras el asesinato del concejal del PP, Miguel Ángel Blanco. Fue el paso decisivo del PNV ante el llamado "Espíritu de Ermua". Ahora parece que Otegi ya conocía a los interlocutores tres años antes.