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Bush y Schroeder escenifican el deshielo entre EEUU y Alemania tras la crisis de Irak

Casi año y medio después de reunirse por última vez, el presidente de EEUU, George Bush, y el canciller alemán, Gerhard Schroeder, se han reunido en Nueva York durante la 58 Asamblea General de la ONU. "Las discrepancias que teníamos se han superado", ha dicho Bush en una breve comparecencia de prensa conjunta en la que Schroeder restaltó que "las diferencias están atrás y estamos dispuestos a mirar al futuro".

L D (EFE) El presidente Bush destacó que "le he hecho saber a Gerhard que las relaciones entre Washington y Berlin son muy importantes para este Gobierno" y que, por lo tanto, es el momento de trabajar juntos. "Creo que cuando Alemania y EEUU trabajen juntos vamos a conseguir muchas cosas", ha dicho el presidente norteamericano, para destacar a continuación que ambos países ya han trabajado juntos de manera satisfactoria en la posguerra de Afganistán en los últimos dos años y agradeció el respaldo alemán "para ayudar a Irak a ser un país pacífico, estable y democrático".

Gerhard Schroeder destacó que "a Alemania le gustaría ayudar en Irak", colaborando en el entrenamiento de policías y otro tipo de apoyo a operaciones militares, porque su país "está muy interesado en un Irak estable y democrático" que ayude a estabilizar Oriente Medio. "Es muy importante, no sólo para los iraquíes, sino para toda la región y también para Europa", dijo el canciller, para puntualizar a continuación que "nos gustaría ayudar con los recursos que tenemos", sin entrar en más detalles sobre el alcance de la ayuda alemana.

La Casa Blanca considera que, aunque Alemania no es miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU y su voto no es decisivo para aprobar una nueva resolución sobre la reconstrucción de Irak, su peso político y económico son decisivos. El Gobierno de Berlín se ha alineado junto a Francia (que sí es miembro con derecho a veto del Consejo) en defensa de una rápida cesión de la soberanía a los iraquíes, a la que se niega Bush, que el martes ya se lo explicó al presidente francés, Jacques Chirac. Sin embargo, este asunto no se mencionó en la rueda de prensa tras la reunión entre Bush y Schroeder.

Ante la nueva resolución de la ONU

El Gobierno Bush sigue trabajando para recabar votos a favor de su proyecto de resolución, que deja en manos de EEUU el control político y militar de Irak y no considera la cesión de soberanía a los iraquíes, al menos de momento. La voz más crítica con la resolución, el presidente francés, Jacques Chirac, anunció que su país "no se pondrá en medio" para impedir que se apruebe. El propio Bush manifestó antes de ir a Nueva York que "ni siquiera tenemos por qué aprobarla (la resolución)", pero Washington es consciente de que sólo con un mandato de la ONU conseguirá que más países se unan en el esfuerzo militar y económico en Irak.

Es el caso de naciones como Pakistán e India, que se mostraron inicialmente dispuestas a desplegar tropas en territorio iraquí, pero han dado un paso atrás a la espera de ver qué pasa en la ONU. Para discutir este asunto, Bush también se ha reunido con el presidente paquistaní, Pervez Musharraf, y el primer ministro indio, Atal Bihari Vajpayee. En concreto, la Casa Blanca está muy interesada en la contribución militar de Pakistán, al ser un país musulmán, pero Musharraf ha dicho en las últimas horas que tendría dificultades para enviar tropas sin el respaldo de la ONU "porque serían vistas como una fuerza de ocupación".

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