L D (EFE) Al término de las reuniones que el presidente George W. Bush mantuvo este miércoles en Nueva York, una fuente oficial del Gobierno estadounidense ha dicho que la nueva resolución sobre Irak podría retrasarse. No obstante, la Casa Blanca se mostró optimista acerca de la marcha de las conversaciones para redactar esa resolución que cuente con el apoyo de la mayoría del Consejo y consideró que la intervención de Bush ante la 58 Asamblea General ayudó a acercar las posturas. El presidente estadounidense pidió este martes a la comunidad internacional que se involucre más activamente en la reconstrucción de Irak, en bien de la estabilidad mundial, pero aclaró que EEUU no cederá control político o militar a las Naciones Unidas.
Bush tampoco cedió a las peticiones de países del Consejo de Seguridad como Francia, y de miembros del Consejo de Gobierno iraquí, como Ahmed Chalabi, en favor de una rápida transferencia de la soberanía a los iraquíes y apostó por un proceso "sin prisas". El alto funcionario estadounidense que resumió ante la prensa el resultado de las gestiones del presidente en Nueva York señaló que la cuestión de la soberanía es el "punto crítico" en la discusión, pero confió en que se dé con un lenguaje que supere las diferencias. "Todo el mundo quiere esa transferencia, pero nosotros creemos que hay que hacerlo de manera que sea responsable, dando tiempo a tener una Constitución y unas instituciones políticas que permitan la celebración de elecciones libres", dijo.
Este es un punto de vista, según la fuente, que comparte toda la comunidad internacional "con la sola excepción de Francia, que tiene muy claras las ideas sobre lo que quiere ver en la resolución". El presidente francés, Jacques Chirac, manifestó antes de viajar a Nueva York que en ningún caso su país votará a favor de una resolución que no considere una "inmediata entrega" del poder a los iraquíes, pero aseguró también que no utilizará su derecho a veto. Según el citado funcionario del Gobierno estadounidense, el resto de los países "está dispuesto analizarlo y pensarlo, y a estudiar el lenguaje que puede ayudar a superar las diferencias". Asimismo, dejó claro que el objetivo de la visita no era lograr un consenso final sobre la resolución, de la misma manera que tampoco se pensó en este viaje a Nueva York para lograr compromisos concretos sobre envíos de tropas a Irak o sobre dinero.
"El presidente no vino a pedir tropas, sino a hacer un llamamiento a la comunidad internacional a que se una en un esfuerzo común para construir un Irak estable", manifestó. En cuanto a las contribuciones financieras, a un mes de que se celebre la conferencia de donantes, destacó que "las conversaciones van a seguir para ver qué tipo de contribuciones puede hacer cada país" y aseguró que hay margen antes de la cita en Madrid.
Bush tampoco cedió a las peticiones de países del Consejo de Seguridad como Francia, y de miembros del Consejo de Gobierno iraquí, como Ahmed Chalabi, en favor de una rápida transferencia de la soberanía a los iraquíes y apostó por un proceso "sin prisas". El alto funcionario estadounidense que resumió ante la prensa el resultado de las gestiones del presidente en Nueva York señaló que la cuestión de la soberanía es el "punto crítico" en la discusión, pero confió en que se dé con un lenguaje que supere las diferencias. "Todo el mundo quiere esa transferencia, pero nosotros creemos que hay que hacerlo de manera que sea responsable, dando tiempo a tener una Constitución y unas instituciones políticas que permitan la celebración de elecciones libres", dijo.
Este es un punto de vista, según la fuente, que comparte toda la comunidad internacional "con la sola excepción de Francia, que tiene muy claras las ideas sobre lo que quiere ver en la resolución". El presidente francés, Jacques Chirac, manifestó antes de viajar a Nueva York que en ningún caso su país votará a favor de una resolución que no considere una "inmediata entrega" del poder a los iraquíes, pero aseguró también que no utilizará su derecho a veto. Según el citado funcionario del Gobierno estadounidense, el resto de los países "está dispuesto analizarlo y pensarlo, y a estudiar el lenguaje que puede ayudar a superar las diferencias". Asimismo, dejó claro que el objetivo de la visita no era lograr un consenso final sobre la resolución, de la misma manera que tampoco se pensó en este viaje a Nueva York para lograr compromisos concretos sobre envíos de tropas a Irak o sobre dinero.
"El presidente no vino a pedir tropas, sino a hacer un llamamiento a la comunidad internacional a que se una en un esfuerzo común para construir un Irak estable", manifestó. En cuanto a las contribuciones financieras, a un mes de que se celebre la conferencia de donantes, destacó que "las conversaciones van a seguir para ver qué tipo de contribuciones puede hacer cada país" y aseguró que hay margen antes de la cita en Madrid.