(Libertad Digital) En concreto se trata de varios documentos de investigación interna del caso Eurostat. Un informe de la Oficina de Lucha contra el Fraude (OLAF) que se limita a las numerosas desviaciones financieras producidas antes de 1999 y que están bajo procedimiento judicial; un informe intermedio de auditoría interna de la Comisión Europea, así como una serie de conclusiones del grupo de alto nivel nombrado "ad hoc" por el Ejecutivo comunitario para este caso antes del verano.
Según el informe de la Oficina de Lucha contra el Fraude (OLAF) entregado a los europarlamentarios en la noche de este miércoles y recogido por la agencia Efe , la venta de datos estadísticos europeos ha seguido generando beneficios para algunas empresas vinculadas al director general de Eurostat, Yves Franchet. Aunque todavía se desconocen más detalles sobre estos beneficios, sí se sabe que las mismas empresas que abrieron cuentas negras en 1999, antes de la llegada de la comisión Prodi, han mantenido trato de privilegio. Hasta este momento, parecía probado que la llegada de Romano Prodi había puesto fin a estas irregularidades, pero este documento da a conocer que algunas han continuado. El mayor problema está en la oficina de datos estadísticos. Una de las tres oficinas conflictivas, la de Madrid, mantuvo sus problemas hasta el año 2002. Casi todas las miradas se centran en el comisario Solbes porque las mismas conclusiones han indicado que elementos claves sobre estos problemas fueron eliminados de un documento que previamente supervisó su gabinete. Miembros del equipo de Solbes han negado tener relación alguna con esa manipulación de documentos.
Graves problemas para el gabinete de Solbes
El resto de informes denuncian la "ausencia de transparencia y comunicación adecuadas" entre el ex director general de Eurostat Franchet y el miembro competente de la Comisión y su equipo de gestión. En particular, subraya que en julio de 2002 el gabinete de Solbes recibió una "mapa incompleto de la situación", sobre todo respecto a los Datashop (las tiendas de venta de estadísticas que estarían en el origen de la doble contabilidad y cuentas secretas descubiertas en Eurostat), del que habían desaparecido cuestiones claves sobre la constitución y uso de las reservas, respecto a un borrador anterior. Las razones de la omisión de estas informaciones capitales siguen oscuras", dice el texto.
El gabinete de Solbes asegura que no pidió la eliminación de esas claves. Respecto a los indicios concretos de irregularidades, la auditoría indica que no existen pruebas de estas prácticas sobre las reservas, pero sí se han visto "algunos casos de infracciones potenciales a las reglas después de 1999", aunque son actos que empezaron antes de esa fecha. Además, se han descubierto "pruebas indirectas de relaciones entre tres grandes contratantes (de Eurostat) durante el periodo 1999-2002".
La auditoría interna
El documento de la auditoría resalta que el informe de actividad de Eurostat para 2001 incluía tres reservas importantes y planes de acción del director general de Eurostat, Yves Franchet, pero ninguna de ellas fueron atacadas posteriormente. Franchet es precisamente el objetivo de los informes, puesto que, según explican, no podía ser ajeno a toda la serie de irregularidades que se dieron en los contratos y subcontratos de la entidad durante los 17 años en los que estuvo a su frente. Según este alto cargo destituido este verano, las prácticas buscaban únicamente compensar la ausencia crónica de recursos.
Según el servicio de auditoría, en cambio, es evidente que la falta de controles en la gestión de estos fondos "engendra el riesgo de exponerse en un grado inaceptable al fraude y a las irregularidades". Según este alto cargo destituido este verano, las prácticas buscaban únicamente compensar la ausencia crónica de recursos. Según el servicio de auditoría, en cambio, es evidente que la falta de controles en la gestión de estos fondos "engendra el riesgo de exponerse en un grado inaceptable al fraude y a las irregularidades". Por ejemplo, ante uno de los informes anteriores que revelaban que "no era rentable verificar la exhaustividad de las declaraciones de ingresos" el director general escribió que, como consecuencia, aceptaba el riesgo.
Según el informe de la Oficina de Lucha contra el Fraude (OLAF) entregado a los europarlamentarios en la noche de este miércoles y recogido por la agencia Efe , la venta de datos estadísticos europeos ha seguido generando beneficios para algunas empresas vinculadas al director general de Eurostat, Yves Franchet. Aunque todavía se desconocen más detalles sobre estos beneficios, sí se sabe que las mismas empresas que abrieron cuentas negras en 1999, antes de la llegada de la comisión Prodi, han mantenido trato de privilegio. Hasta este momento, parecía probado que la llegada de Romano Prodi había puesto fin a estas irregularidades, pero este documento da a conocer que algunas han continuado. El mayor problema está en la oficina de datos estadísticos. Una de las tres oficinas conflictivas, la de Madrid, mantuvo sus problemas hasta el año 2002. Casi todas las miradas se centran en el comisario Solbes porque las mismas conclusiones han indicado que elementos claves sobre estos problemas fueron eliminados de un documento que previamente supervisó su gabinete. Miembros del equipo de Solbes han negado tener relación alguna con esa manipulación de documentos.
Graves problemas para el gabinete de Solbes
El resto de informes denuncian la "ausencia de transparencia y comunicación adecuadas" entre el ex director general de Eurostat Franchet y el miembro competente de la Comisión y su equipo de gestión. En particular, subraya que en julio de 2002 el gabinete de Solbes recibió una "mapa incompleto de la situación", sobre todo respecto a los Datashop (las tiendas de venta de estadísticas que estarían en el origen de la doble contabilidad y cuentas secretas descubiertas en Eurostat), del que habían desaparecido cuestiones claves sobre la constitución y uso de las reservas, respecto a un borrador anterior. Las razones de la omisión de estas informaciones capitales siguen oscuras", dice el texto.
El gabinete de Solbes asegura que no pidió la eliminación de esas claves. Respecto a los indicios concretos de irregularidades, la auditoría indica que no existen pruebas de estas prácticas sobre las reservas, pero sí se han visto "algunos casos de infracciones potenciales a las reglas después de 1999", aunque son actos que empezaron antes de esa fecha. Además, se han descubierto "pruebas indirectas de relaciones entre tres grandes contratantes (de Eurostat) durante el periodo 1999-2002".
La auditoría interna
El documento de la auditoría resalta que el informe de actividad de Eurostat para 2001 incluía tres reservas importantes y planes de acción del director general de Eurostat, Yves Franchet, pero ninguna de ellas fueron atacadas posteriormente. Franchet es precisamente el objetivo de los informes, puesto que, según explican, no podía ser ajeno a toda la serie de irregularidades que se dieron en los contratos y subcontratos de la entidad durante los 17 años en los que estuvo a su frente. Según este alto cargo destituido este verano, las prácticas buscaban únicamente compensar la ausencia crónica de recursos.
Según el servicio de auditoría, en cambio, es evidente que la falta de controles en la gestión de estos fondos "engendra el riesgo de exponerse en un grado inaceptable al fraude y a las irregularidades". Según este alto cargo destituido este verano, las prácticas buscaban únicamente compensar la ausencia crónica de recursos. Según el servicio de auditoría, en cambio, es evidente que la falta de controles en la gestión de estos fondos "engendra el riesgo de exponerse en un grado inaceptable al fraude y a las irregularidades". Por ejemplo, ante uno de los informes anteriores que revelaban que "no era rentable verificar la exhaustividad de las declaraciones de ingresos" el director general escribió que, como consecuencia, aceptaba el riesgo.