L D (EFE) En abril de 2000, Rabadán, que entonces tenía 16 años, mató a sablazos a su padre, Rafael Rabadán Tovar, de 51 años; a su madre, Mercedes Pardo Pérez, de 54, y a su hermana, María Rabadán, afectada por el "síndrome de Down", cuyos cuerpos fueron hallados en el domicilio familiar, en el barrio murciano de Santiago El Mayor. El Juzgado de Menores de Murcia, en aplicación de la Ley penal del Menor del año 2000, le condenó posteriormente a la medida reeducativa de doce años de internamiento en un centro terapéutico.
José Rabadán, que actualmente tiene 20 años, huyó sobre las once de la mañana cuando participaba, junto con varios menores y cuidadores, en una excursión a la localidad ilicitana, organizada por el centro de menores de "Las Moreras", de la pedanía murciana de Sangonera la Verde, en el que está ingresado desde hace tres años. En el momento en que los excursionistas se encontraban "en una zona céntrica de la ciudad de Elche", el joven entró en una tienda, donde hizo una llamada telefónica, y después se escapó, informó el inspector-jefe de la Comisaría de la Policía Nacional de Elche, Javier Pérez Castillo.
El inspector precisó que el arresto se produjo sobre las 15.15 horas en un camino rural que une las pedanías de Saladas y Juvalcoy, cerca de una ermita y en las inmediaciones de la carretera N-340, entre Elche y Alicante, tras organizarse un despliegue policial en el que participaron agentes uniformados y de paisano. Inmediatamente fue trasladado a los calabozos de la comisaría ilicitana y posteriormente al centro de menores de Murcia.
Fuentes policiales confirmaron que el joven no opuso resistencia en el momento de su detención e indicaron que por ahora se desconoce a dónde se dirigía.
Fuentes del centro de "Las Moreras" indicaron que José Rabadán Pardo no había presentado una conducta conflictiva ni protagonizado altercados, por lo que, al tener un buen comportamiento, los informes elaborados por el equipo educativo del centro han sido favorables a salidas como la realizada este jueves, siempre con autorización judicial. Fuentes judiciales señalaron que José Rabadán ha incurrido en un posible delito de quebrantamiento de condena, castigado en el Código Penal con una pena de hasta un año de prisión, que el joven deberá cumplir, tras su actual sentencia, en un centro ordinario, dado que en la actualidad es mayor de edad.
José Rabadán, que actualmente tiene 20 años, huyó sobre las once de la mañana cuando participaba, junto con varios menores y cuidadores, en una excursión a la localidad ilicitana, organizada por el centro de menores de "Las Moreras", de la pedanía murciana de Sangonera la Verde, en el que está ingresado desde hace tres años. En el momento en que los excursionistas se encontraban "en una zona céntrica de la ciudad de Elche", el joven entró en una tienda, donde hizo una llamada telefónica, y después se escapó, informó el inspector-jefe de la Comisaría de la Policía Nacional de Elche, Javier Pérez Castillo.
El inspector precisó que el arresto se produjo sobre las 15.15 horas en un camino rural que une las pedanías de Saladas y Juvalcoy, cerca de una ermita y en las inmediaciones de la carretera N-340, entre Elche y Alicante, tras organizarse un despliegue policial en el que participaron agentes uniformados y de paisano. Inmediatamente fue trasladado a los calabozos de la comisaría ilicitana y posteriormente al centro de menores de Murcia.
Fuentes policiales confirmaron que el joven no opuso resistencia en el momento de su detención e indicaron que por ahora se desconoce a dónde se dirigía.
Fuentes del centro de "Las Moreras" indicaron que José Rabadán Pardo no había presentado una conducta conflictiva ni protagonizado altercados, por lo que, al tener un buen comportamiento, los informes elaborados por el equipo educativo del centro han sido favorables a salidas como la realizada este jueves, siempre con autorización judicial. Fuentes judiciales señalaron que José Rabadán ha incurrido en un posible delito de quebrantamiento de condena, castigado en el Código Penal con una pena de hasta un año de prisión, que el joven deberá cumplir, tras su actual sentencia, en un centro ordinario, dado que en la actualidad es mayor de edad.