L D (EFE) El detenido –que habría nacido en Suecia pero sería hijo de padres originarios de la antigua Yugoslavia– tiene 24 años y cuenta con varios antecedentes penales por agresiones y actos de violencia, e incluso llegó a atacar a su padre con un cuchillo cuando tenía 17 años, según la prensa europea. Se da la circunstancia de que el último de sus periodos de internamiento en una clínica psiquiátrica concluyó el pasado 5 de septiembre, cinco días antes de que Anna Lindh fuera apuñalada cuando iba de compras sin escolta por unos grandes almacenes de Estocolmo.
Una fuente cercana a los interrogatorios ha dicho al diario sueco "Expressen" que el detenido es una persona extraña. "Es difícil entablar una conversación con él; responde muy artificialmente a las preguntas, pero depende de su estado psíquico", afirmó. El detenido negó durante el primer interrogatorio su implicación en el crimen, pese a que en la gorra que el asesino arrojó tras abandonar el lugar se encontraron restos de su ADN y del de Lindh y, según la prensa sueca, el cuchillo con el que se produjo el asesinato tenía sus huellas dactilares.
Sobre los motivos que pudieron llevar al ahora arrestado a asesinar a Lindh, la prensa sueca recoge diversas teorías. Por un lado, algunos afirman que el ataque contra la ministra pudo ser una represalia por los bombardeos de la OTAN sobre Yugoslavia en 1999, que Suecia aceptó como método para acabar con el régimen de Slobodan Milosevic. Otra de las teorías apunta a que el crimen pudo estar inspirado en el asesinato del primer ministro yugoslavo, Zoran Djindjic, tras el que se sospecha que está la mafia serbia, que –según personas cercanas al detenido– es un grupo al que admira.
Una fuente cercana a los interrogatorios ha dicho al diario sueco "Expressen" que el detenido es una persona extraña. "Es difícil entablar una conversación con él; responde muy artificialmente a las preguntas, pero depende de su estado psíquico", afirmó. El detenido negó durante el primer interrogatorio su implicación en el crimen, pese a que en la gorra que el asesino arrojó tras abandonar el lugar se encontraron restos de su ADN y del de Lindh y, según la prensa sueca, el cuchillo con el que se produjo el asesinato tenía sus huellas dactilares.
Sobre los motivos que pudieron llevar al ahora arrestado a asesinar a Lindh, la prensa sueca recoge diversas teorías. Por un lado, algunos afirman que el ataque contra la ministra pudo ser una represalia por los bombardeos de la OTAN sobre Yugoslavia en 1999, que Suecia aceptó como método para acabar con el régimen de Slobodan Milosevic. Otra de las teorías apunta a que el crimen pudo estar inspirado en el asesinato del primer ministro yugoslavo, Zoran Djindjic, tras el que se sospecha que está la mafia serbia, que –según personas cercanas al detenido– es un grupo al que admira.