L D (EFE) En una entrevista concedida al semanario londinense The Observer , Blair reconoció que esperaba terminar un tercer mandato de primer ministro si era reelegido en las próximas elecciones generales, que se celebrarán a más tardar a mediados de 2005. "Por supuesto, cuando uno está en este cargo, es para continuar. Siempre he dicho que quería seguir haciendo este trabajo hasta que todo el trabajo esté hecho", confirmó el primer ministro británico, la víspera de la apertura del congreso anual laborista en Bornemouth (sur del país).
En la BBC , el primer ministro británico se declaró "orgulloso" de haber invadido Irak y rechazó disculparse por la participación del Reino Unido en el conflicto. "No me disculpo por Irak. Me siento orgulloso de lo que hemos hecho", afirmó. "Considero que hicimos lo correcto con el derrocamiento de Sadam Husein. Creo que el mundo es un lugar más seguro", subrayó el primer ministro.
El primer ministro hizo estos comentarios a pocas horas de que empiece en Bournemouth (sur de Inglaterra) el congreso anual del Partido Laborista, donde tendrá que convencer de su postura a muchos militantes de su formación que se opusieron a la guerra.
Además, Blair afronta el congreso laborista más difícil de su mandato, acosado por otros problemas como la muerte del científico David Kelly o la pendiente reforma de los servicios públicos de este país, que han socavado su popularidad en las sondeos de opinión.
En la BBC , el primer ministro británico se declaró "orgulloso" de haber invadido Irak y rechazó disculparse por la participación del Reino Unido en el conflicto. "No me disculpo por Irak. Me siento orgulloso de lo que hemos hecho", afirmó. "Considero que hicimos lo correcto con el derrocamiento de Sadam Husein. Creo que el mundo es un lugar más seguro", subrayó el primer ministro.
El primer ministro hizo estos comentarios a pocas horas de que empiece en Bournemouth (sur de Inglaterra) el congreso anual del Partido Laborista, donde tendrá que convencer de su postura a muchos militantes de su formación que se opusieron a la guerra.
Además, Blair afronta el congreso laborista más difícil de su mandato, acosado por otros problemas como la muerte del científico David Kelly o la pendiente reforma de los servicios públicos de este país, que han socavado su popularidad en las sondeos de opinión.