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Suspendido el Langreo-Oviedo por unos graves disturbios que dejan tres heridos

Los jugadores del Langreo y el Oviedo y el árbitro han decidido suspender definitivamente el partido que estaban disputando, correspondiente a la sexta jornada del Grupo II de Tercera División. El motivo ha sido el desencadenamiento de una agresión mutua entre ambas aficiones, que ha dejado tres heridos leves, dos de ellos por arma blanca.

L D (EFE) El encuentro, de máxima rivalidad, reunió a unos 2.500 aficionados en el vetusto estadio municipal de Ganzábal, casi en estado ruinoso. Cuando se cumplía el minuto 17 de la primera parte, con 0-0 en el marcador, un aficionado de la Unión Popular de Langreo arrojó una botella sobre el grupo de seguidores ultras del Real Oviedo, conocidos como "sinmachiari", y éstos repelieron el ataque lanzando piedras y arrancando los asientos del campo, lo que provocó una reyerta masiva. Ante el cariz de los acontecimientos y con una escasa presencia policial en el choque -apenas cuatro o cinco efectivos-, los aficionados más jóvenes saltaron al terreno de juego para evitar ser agredidos, con lo que el partido tuvo que ser suspendido temporalmente.

Posteriormente, ambos equipos acordaron con el colegiado del encuentro la suspensión definitiva del choque. Dos aficionados del Oviedo resultaron heridos por sendos navajazos y otro más sufrió contusiones leves al recibir el lanzamiento de una silla, por lo que fueron trasladados al hospital Valle de Nalón, mientras que la Policía Nacional detuvo, al menos, a dos seguidores más. El presidente del club carbayón , Manuel Lafuente, aseguraba minutos después de la suspensión del encuentro que era un momento "tristísimo" para el fútbol asturiano y calificaba los sucesos del Ganzábal de "lamentables".

Lafuente ha responsabilizado de lo ocurrido a la delegada del Gobierno, Mercedes Fernández, por no haber declarado el partido de "alto riesgo" pese a la solicitud que realizó la junta directiva de la Unión Popular de Langreo. "Si seguimos así solo jugaremos tres partidos fuera de casa porque la mayoría de los estadios en esta categoría no presentan la seguridad mínima necesaria para disputar partidos de fútbol", agregaba el máximo dirigente del Real Oviedo.

Por su parte, el presidente de la Unión Popular de Langreo, Manuel Antonio Fernández Mazola, responsabiliza de los hechos al comisario jefe de la localidad, Francisco Gómez, por haber negado la asistencia policial necesaria para un partido de estas características. Antes de comenzar el partido, los aficionados habían mostrado su repulsa ante la decisión de la junta directiva del Langreo de situar los precios de las entradas en 18 euros, por lo que el pitido inicial tuvo que retrasarse cinco minutos.

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