(Libertad Digital) Cuando hace dos días preguntaron a Alfonso Guerra qué le parecía el nuevo responsable de elaborar el programa económico del PSOE, dijo que le gustaba más lo que le había oído (en la Cadena SER) que lo que le había leído. Lo cierto es que si se hace un repaso de los artículos, informes y declaraciones que el ex jefe del Servicio de Estudios del BBVA ha realizado antes de ser elegido por José Luis Rodríguez Zapatero para su proyecto, se entiende el recelo de Guerra por la labor de Miguel Sebastián como referente económico del PSOE.
El déficit cero se le quedaba corto
Sebastián defiende ahora como "progresista" el concepto de estabilidad presupuestaria, pero critica que el PP convierta el déficit cero en el objetivo de la política: "No debe ser un objetivo sino una restricción a medio plazo. No todo los años tiene que haber déficit cero".
Sin embargo, hace exactamente tres años, el mismo Sebastián criticaba al mismísimo Cristóbal Montoro por conformarse con el déficit cero y decía que el objetivo del Gobierno debía ser un superávit del 1 por ciento del PIB. Según el entonces responsable del Servicio de Estudios del BBVA, la consecución del superávit daría margen al Gobierno para hipotéticos periodos de recesión y garantizaría el actual Estado del Bienestar.
Abaratar el despido, acabar con los subsidios e incentivar los contratos temporales
En lo que se refiere al mercado laboral, el decretazo venido a menos del ministro Zaplana es un juego de niños si se compara con lo que proponía Sebastián en marzo de 2001 en un artículo del Libro Marrón del Círculo de Empresarios . Abaratamiento del coste de despido de trabajadores fijos, minimizar los subsidios que desincentivan los cambios de empleo y fomentar aquellos que faciliten el traslado de los trabajadores. Apostaba por eliminar el nivel sectorial de la negociación colectiva para vincular los aumentos salariales a la productividad y abogaba por incentivar los contratos a tiempo parcial.
Apuesta por liberalizar los horarios y criticó la subida de las pensiones
En el mismo artículo, el ahora compañero de trabajo de Jordi Sevilla defendía la liberalización de horarios comerciales y explicaba que para mantener el Estado de Bienestar es "imprescindible un nuevo Pacto de Toledo", ya que el sistema de pensiones de reparto "resultará en un déficit excesivo" y "debe evolucionar hacia un tipo mixto". Seis meses antes, Sebastián consideró desafortunada la recuperación del poder adquisitivo de los pensionista del punto de inflación derivado de la energía, por ser un mal ejemplo para la negociación salarial.
Eso sí, como vidente aún no ha demostrado sus cualidades. Ya hace tres años dijo que empezaba a notarse la desaceleración en el sector de la construcción y previó la subida de los tipos en Europa.
El déficit cero se le quedaba corto
Sebastián defiende ahora como "progresista" el concepto de estabilidad presupuestaria, pero critica que el PP convierta el déficit cero en el objetivo de la política: "No debe ser un objetivo sino una restricción a medio plazo. No todo los años tiene que haber déficit cero".
Sin embargo, hace exactamente tres años, el mismo Sebastián criticaba al mismísimo Cristóbal Montoro por conformarse con el déficit cero y decía que el objetivo del Gobierno debía ser un superávit del 1 por ciento del PIB. Según el entonces responsable del Servicio de Estudios del BBVA, la consecución del superávit daría margen al Gobierno para hipotéticos periodos de recesión y garantizaría el actual Estado del Bienestar.
Abaratar el despido, acabar con los subsidios e incentivar los contratos temporales
En lo que se refiere al mercado laboral, el decretazo venido a menos del ministro Zaplana es un juego de niños si se compara con lo que proponía Sebastián en marzo de 2001 en un artículo del Libro Marrón del Círculo de Empresarios . Abaratamiento del coste de despido de trabajadores fijos, minimizar los subsidios que desincentivan los cambios de empleo y fomentar aquellos que faciliten el traslado de los trabajadores. Apostaba por eliminar el nivel sectorial de la negociación colectiva para vincular los aumentos salariales a la productividad y abogaba por incentivar los contratos a tiempo parcial.
Apuesta por liberalizar los horarios y criticó la subida de las pensiones
En el mismo artículo, el ahora compañero de trabajo de Jordi Sevilla defendía la liberalización de horarios comerciales y explicaba que para mantener el Estado de Bienestar es "imprescindible un nuevo Pacto de Toledo", ya que el sistema de pensiones de reparto "resultará en un déficit excesivo" y "debe evolucionar hacia un tipo mixto". Seis meses antes, Sebastián consideró desafortunada la recuperación del poder adquisitivo de los pensionista del punto de inflación derivado de la energía, por ser un mal ejemplo para la negociación salarial.
Eso sí, como vidente aún no ha demostrado sus cualidades. Ya hace tres años dijo que empezaba a notarse la desaceleración en el sector de la construcción y previó la subida de los tipos en Europa.