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La oposición aprovecha el atentado en Bagdad para pedir la retirada de las tropas de Irak

El agregado de información de la embajada española en Irak, José Antonio Bernal Gómez, fue asesinado a las puertas de su casa. El Gobierno asume que fue un atentado y reitera su compromiso en la lucha contra el terrorismo, pero la oposición ha vuelto a aprovechar para pedir la retirada de las tropas españolas de Irak. El padre del sargento fallecido ha advertido a "los que se ponen detrás de una pancarta" que su hijo "murió en cumplimiento de su deber y al servicio de la nación".

L D (Agencias) El agregado de Información de la embajada española en Bagdad, José Antonio Bernal Gómez, falleció a primera hora de la mañana de este jueves, cuando alguien llamó a la puerta del domicilio del funcionario y éste abrió. Según la ministra de Exteriores, Ana Palacio, "hubo un forcejeo", el agregado echó a correr y tres personas que salieron de un coche le dispararon. Bernal, sargento primero del Ejército del Aire adscrito al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y que desempeñaba su función en la embajada desde hace dos años, tenía poco más de 30 años, estaba casado y tenía una hija. Su cadáver será repatriado a España en un Boeing 707 del grupo 45 de la Fuerza Aérea que llegará a la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) este viernes a primera hora de la tarde.

El portavoz del Gobierno, Eduardo Zaplana, ha declarado que el asesinato de Bernal "ha sido un atentado terrorista, como desgraciadamente los muchos que en aquel país están sufriendo en los últimos tiempos", y reafirmó la necesidad de "seguir trabajando para conseguir la estabilidad y la recuperación del pueblo iraquí". En este sentido, el vicepresidente segundo y ministro de la Presidencia, Javier Arenas, expresó "el compromiso desde la firmeza del Gobierno en la lucha contra el terrorismo en España y fuera de España". Arenas añadió que "está claro que había un propósito, que era el asesinato de José Antonio Bernal" y anunció que el Gobierno informará de estos hechos al Parlamento cuando recopile toda la información.

La oposición, de nuevo en la pancarta

El portavoz del PSOE en el Congreso, Jesús Caldera, declaró que "cualquier acción terrorista es reprobable en todo momento y lugar" y consideró "injustificable" el asesinato del agregado de Información de la Embajada española en Bagdad. Tras expresar su "condena rotunda" por el atentado, Caldera aprovechó la ocasión para reiterar su pesimismo sobre la situación en Irak, que "continúa sumida en el caos y la violencia, y parece que esta situación tiene difícil arreglo y va a continuar", según dijo. Por su parte, Gaspar Llamazares, el coordinador de Izquierda Unida, condenó un asesinato que "no tiene ninguna justificación" y, sin embargo, luego añadió su propia tesis para justificar el atentado, al culpar del mismo al Gobierno porque mantiene un compromiso "con la guerra y la ocupación ilegal".

El portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti, insistió en reclamar a Aznar que retire a los soldados españoles de Irak y le recordó que, según dijo el presidente, "iba a sacar a España del rincón de la historia", aunque, en opinión de Anasagasti, "lo único que ha hecho ha sido introducirla en el agujero más negro de su historia reciente, en una batalla absurda llevando soldados a la muerte". Por su parte, el secretario general de CiU, Josep Antoni Durán i Lleida, dijo en Telecinco que Bernal "no ha sido la primera víctima de ese conflicto y creo que tampoco será la última", para añadir que "cuando algo empieza mal, acaba mal y de no mediar el apoyo de la ONU no tiene sentido la presencia de tropas en Irak".

En declaraciones a Radio Nacional , el capitán en la reserva del Ejército del Aire José Antonio Bernal, padre del sargento fallecido, ha hecho una advertencia a "todos esos que se ponen detrás de una pancarta", en relación a las declaraciones de los miembros de la oposición contrarios a la intervención en Irak, a quienes les pidió que "primero, antes de ponerse detrás de una pancarta, tienen que hablar con nosotros y ver lo que pensamos". Con gran entereza, Bernal ha dicho que su hijo "murió en cumplimiento de su deber y al servicio de la nación" y, aunque matizó que "todos en la familia estamos deshechos por este dolor tan terrible", el "golpe es más llevadero porque somos militares, sabemos que se corre un riesgo para el que nuestro hijo se había presentado voluntario, y tenemos la satisfacción del deber cumplido, al servicio de lo que la nación necesitaba".

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