LD (EFE) En un mensaje a la nación, el mandatario boliviano dijo que la violencia desatada en las calles de las ciudades de El Alto y La Paz es consecuencia de "un proyecto subversivo", del que responsabilizó a los líderes campesinos Evo Morales y Felipe Quispe, los cabecillas de los sectores en conflicto. El gobernante hizo esta declaración treinta días después de iniciada una huelga campesina en las provincias del departamento de La Paz que la semana pasada se trasladó a El Alto, donde se ha registrado una treintena de muertos y un centenar de heridos por enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del Ejército.
"Yo no voy a renunciar", afirmó Sánchez de Lozada desde la residencia presidencial del barrio de San Jorge de La Paz, en un mensaje transmitido por la radio y la televisión en una tensa jornada de protestas que alcanzaron también a esta ciudad sede del gobierno. El Jefe de Estado boliviano dijo que se ha tomado "muy en serio el mandato" que recibió el 6 de agosto de 2002 y acusó a las fuerzas sindicales y sociales de pretender acabar con el régimen democrático e instaurar una dictadura.
El mensaje de Sánchez de Lozada se produjo después de que el vicepresidente, Carlos Mesa, le retirara su apoyo, y de que un ministro del aliado Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR) hiciera pública su dimisión, ambos con críticas al manejo gubernamental de la crisis. Además, legisladores de la Nueva Fuerza Republicana (NFR), también socia en el Ejecutivo, anticiparon que la directiva de ese partido ha sido convocada para analizar la situación política y social del país.
"Yo no voy a renunciar", afirmó Sánchez de Lozada desde la residencia presidencial del barrio de San Jorge de La Paz, en un mensaje transmitido por la radio y la televisión en una tensa jornada de protestas que alcanzaron también a esta ciudad sede del gobierno. El Jefe de Estado boliviano dijo que se ha tomado "muy en serio el mandato" que recibió el 6 de agosto de 2002 y acusó a las fuerzas sindicales y sociales de pretender acabar con el régimen democrático e instaurar una dictadura.
El mensaje de Sánchez de Lozada se produjo después de que el vicepresidente, Carlos Mesa, le retirara su apoyo, y de que un ministro del aliado Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR) hiciera pública su dimisión, ambos con críticas al manejo gubernamental de la crisis. Además, legisladores de la Nueva Fuerza Republicana (NFR), también socia en el Ejecutivo, anticiparon que la directiva de ese partido ha sido convocada para analizar la situación política y social del país.