L D (EFE) Ferrero ha necesitado cuatro bolas de partido para doblegar a Federer, por 6-4, 4-6 y 6-4 en una hora y 51 minutos, una victoria que le reafirma todavía más si cabe como número uno del mundo, puesto en el que permanecerá seguro hasta la semana del último Masters Series de la temporada, en París. Además, este lunes alcanzará el liderazgo en las dos clasificaciones, la Carrera de Campeones y la Lista de Entradas, independientemente de lo que haga este domingo, a partir de las 17:00 horas y al mejor de cinco sets, en la final contra el chileno Nicolas Massú.
El primer set de Ferrero fue impecable con sólo dos errores no forzados, un prodigio de efectividad que Federer acusó al ceder su servicio en el quinto juego. Esa ruptura fue bastante para que el de Onteniente ganara la manga en solo 21 minutos. Pero en la segunda, el valenciano superó una bola de ruptura en el octavo pero no así en el décimo, cuando comenzó con una doble falta y se descentró en exceso. Los gritos de aliento y sobre todo el calor de las gradas contagió a Ferrero, que en el tercer parcial supo mantener la calma y esperar su oportunidad. No cedió ni un solo punto de ruptura y por contra aprovechó el que Federer le concedió en el quinto. Su derecha mandó en el partido y solo tuvo problemas para finiquitarlo, a la cuarta oportunidad.
Antes, Nicolás Massú había certificado su pase a la final. El chileno se ha convertido en la revelación del torneo madrileño. Disputará la final después de haber dejado aparcados a jugadores como el brasileño Gustavo Kuerten, tricampeón de Roland Garros, y al último ganador del Abierto de EEUU y dos del mundo, el estadounidense Andy Roddick.
En la semifinal se presentaba ante él Younnes El Aynaoui, pero también ha sucumbido al estado de gracia en el que se encuentra Massú. El chileno se enfrentará ahora a Juan Carlos Ferrero, tras la victoria del español frente al suizo Roger Federer. Para Massú, la victoria, lograda en una hora y 40 minutos, es tan importante como el hecho de haber vencido por primera vez después de tres derrotas a El Aynaoui, un jugador incómodo por su juego plano y potente desde el fondo, que se había impuesto en el 2000 en Indianápolis, y este año en Casablanca y Wimbledon.
El jugador de Viña del Mar se convierte además en el segundo chileno que alcanza una final de un Masters Series, después de su compatriota Marcelo Ríos. Su victoria sobre el marroquí favorece al español Carlos Moyá en su objetivo de mantenerse entre los ocho elegidos para el Masters, pues El Aynaoui acecha en la duodécima plaza. Será la quinta final del año para Massú, después de triunfar en Amersfoort y Palermo. También disputó las de Kitzbuhel y Bucarest. Pero en Madrid se ha descubierto como un jugador polivalente y luchará por el título por primera vez en pista cubierta y superficie sintética.
El primer set de Ferrero fue impecable con sólo dos errores no forzados, un prodigio de efectividad que Federer acusó al ceder su servicio en el quinto juego. Esa ruptura fue bastante para que el de Onteniente ganara la manga en solo 21 minutos. Pero en la segunda, el valenciano superó una bola de ruptura en el octavo pero no así en el décimo, cuando comenzó con una doble falta y se descentró en exceso. Los gritos de aliento y sobre todo el calor de las gradas contagió a Ferrero, que en el tercer parcial supo mantener la calma y esperar su oportunidad. No cedió ni un solo punto de ruptura y por contra aprovechó el que Federer le concedió en el quinto. Su derecha mandó en el partido y solo tuvo problemas para finiquitarlo, a la cuarta oportunidad.
Antes, Nicolás Massú había certificado su pase a la final. El chileno se ha convertido en la revelación del torneo madrileño. Disputará la final después de haber dejado aparcados a jugadores como el brasileño Gustavo Kuerten, tricampeón de Roland Garros, y al último ganador del Abierto de EEUU y dos del mundo, el estadounidense Andy Roddick.
En la semifinal se presentaba ante él Younnes El Aynaoui, pero también ha sucumbido al estado de gracia en el que se encuentra Massú. El chileno se enfrentará ahora a Juan Carlos Ferrero, tras la victoria del español frente al suizo Roger Federer. Para Massú, la victoria, lograda en una hora y 40 minutos, es tan importante como el hecho de haber vencido por primera vez después de tres derrotas a El Aynaoui, un jugador incómodo por su juego plano y potente desde el fondo, que se había impuesto en el 2000 en Indianápolis, y este año en Casablanca y Wimbledon.
El jugador de Viña del Mar se convierte además en el segundo chileno que alcanza una final de un Masters Series, después de su compatriota Marcelo Ríos. Su victoria sobre el marroquí favorece al español Carlos Moyá en su objetivo de mantenerse entre los ocho elegidos para el Masters, pues El Aynaoui acecha en la duodécima plaza. Será la quinta final del año para Massú, después de triunfar en Amersfoort y Palermo. También disputó las de Kitzbuhel y Bucarest. Pero en Madrid se ha descubierto como un jugador polivalente y luchará por el título por primera vez en pista cubierta y superficie sintética.