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El cadáver hallado bajo el barco incendiado en el Nilo corresponde al turista español desaparecido

El cadáver aparecido bajo el barco incendiado en el Nilo es el del turista español Jose Luis Carpio, que permanecía en paradero desconocido desde el siniestro, según fuentes diplomáticas españolas. Su compañero de camarote, Javier Blanco, sigue mejorando en la Unidad de Quemados del Hospital de Getafe, en Madrid.

L D (EFE) La identificación del cadáver de José Luis Carpio Mazuecos, de 33 años y natural de Alcázar de San Juan (Ciudad Real), fue posible después de que la embajada de España en El Cairo enviara a la Policía egipcia una copia de las huellas dactilares y otros datos del ciudadano español desaparecido tras el incendio del Kempinsky.

Mientras, su compañero de camarote, Javier Blanco Heredia, de 40 años, que resultó herido en el incendio del barco, "continúa estable y sin necesidad de respiración asistida". Así lo afirma el último parte médico facilitado este domingo por la mañana por el jefe médico de guardia del Hospital de Getafe, Ricardo Sanz. Javier Blanco fue ingresado este sábado en la Unidad de Quemados del citado hospital madrileño con quemaduras en el 23 por ciento de su superficie corporal, que le afectan sobre todo a los brazos y a la espalda.

El barco "Kempinsky" se incendió el miércoles pasado por la noche mientras surcaba las aguas del Nilo en un crucero. A bordo viajaban 140 turistas, de los cuales 90 eran españoles y el resto, mayoritariamente italianos. No tenía medidas especiales de seguridad, ni salvavidas, ni barcas. La tripulación pidió a los pasajeros que supieran nadar que se arrojaran al agua. El capitán, en una arriesgada maniobra, consiguió acercar al "Kempinsky" a la orilla del Nilo y amarrarlo. José Luis Carpio se lanzó al agua y su cadáver apareció este sábado. Lo encontraron los buceadores de la Policía egipcia y desde el primer momento se pensó que era él, ya que en el siniestro no había más desaparecidos que Carpio, ingeniero de Telecomunicaciones que trabajaba para Telefónica.

Los otros 88 turistas españoles, que perdieron su ropa y sus documentos en el siniestro, fueron repatriados a España el viernes. Muchos de ellos se quejaron del comportamiento de las autoridades diplomáticas españolas en Egipto, ya que los italianos que viajaban con ellos en el mismo barco salieron del país casi de inmediato y su embajada se ocupó de todo, incluso de comprarle zapatos a los que no tenían, mientras que los españoles tuvieron que esperar en El Cairo hasta el viernes. El avión que los repatrió voló directamente a Zaragoza, de donde son la mayoría de turistas que viajaban en el "Kempinsky" por el Nilo.

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