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INFORME: El nuevo plan de paz para Irlanda del Norte, aplicación de Stormont

Cuando se cumplen cinco años de la firma del acuerdo de paz del Viernes Santo, día en el que se iba a presentar el nuevo plan de paz anglo-irlandés para irlanda del Norte, Blair y Ahern han decidio posponerlo unos días a la espera de noticias del IRA y de los partidos nacionalistas.

(Libertad Digital) Cuando se cumplen cinco años de la firma del acuerdo de paz del Viernes Santo, el presidente de EEUU, George W. Bush, avaló con su presencia a primeros de abril el nuevo plan de paz para Irlanda del Norte en el que se trata de impulsar la aplicación total de los acuerdos de Stormont. El plan anglo-irlandés, cuya presentación se pospuso hasta el momento, concederá a los fugitivos del Ejército Republicano Irlandés (IRA) una amnistía y, una vez que vuelvan a la provincia, podrán participar en los Comités del Nuevo Servicio de Policía de Irlanda del Norte, según ha reclamado el Sinn Fein, brazo político del IRA.

El Gobierno británico también se comprometería a reformar el sistema judicial y a desmilitarizar progresivamente el sur del Ulster, donde la presencia militar, aún significativa, es inaceptable para la comunidad católica-nacionalista. A cambio, el IRA podría anunciar que la "guerra" en Irlanda del Norte ha llegado a su fin y que se dispone a entregar todo su arsenal. Los gobiernos de Reino Unido, Irlanda y Estados Unidos también se han comprometido a establecer y participar en un "sistema efectivo de control" que asegure la adhesión de los partidos del Ulster a los principios del acuerdo del Viernes Santo (Stormont).

Bush, Blair y Ahern, en Belfast

Bush apremió a las comunidades enfrentadas en el Ulster a que den "una oportunidad histórica a la paz". Al término de su reunión a las afueras de Belfast con el primer ministro británico, Tony Blair, Bush se mostró optimista sobre la posible eliminación de los últimos escollos que atenazan el proceso de paz norirlandés. La resolución del conflicto en Irlanda del Norte demostraría que los hábitos pasados de violencia y venganza se pueden acabar", dijo Bush. Bush, y los primeros ministros del Reino Unido e Irlanda, Tony Blair y Bertie Ahern, respectivamente, en un comunicado conjunto emitido en Belfast, pidieron también a las formaciones políticas de la provincia que acepten el plan de acción elaborado por los Gobierno de Londres y Dublín que prevé la aplicación final de los contenidos del acuerdo del Viernes Santo (1998).

Según el comunicado, "la aceptación de las propuestas del Gobierno británico e irlandés acelerará el proceso de reconciliación que el pueblo de Irlanda del Norte desea y se merece". "Los contenidos del plan -continuó la nota- reflejan nuestra opinión compartida de que no hay sitio en Irlanda del Norte para ningún tipo de actividad paramilitar. El fin de la violencia paramilitar en todas sus formas debe de ser completa e irrevocable."

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