L D (EFE) La ONU es totalmente "vulnerable" a un ataque terrorista. Esta es la principal conclusión a la que ha llegado un grupo de expertos que tenían el encargo del secretario general de la ONU, Kofi Annan, para analizar la seguridad del personal de Naciones Unidas.
Este grupo de expertos, encabezado por el ex presidente de Finlandia Martti Ahtisaari, ha estudiado en el último mes las circunstancias que rodearon el atentado del pasado 19 de agosto al Hotel Canal, en el que murieron 22 funcionarios y resultaron heridas otras 150 personas. El informe revela que los sistemas de seguridad "fallaron en su misión de suministrar la seguridad adecuada al personal de la ONU en Bagdad" , lo que dejó a esta organización "abierta" y "vulnerable" a este tipo de ataques.
En concreto, los expertos dicen que no se siguieron los protocolos básicos de seguridad, y tampoco se supo procesar la información que estaba llegando a la organización sobre las amenazas contra su personal. "Puede ser que unas medidas adecuadas de seguridad no hubieran sido capaces de prevenir el ataque contra el perímetro del Hotel Canal, pero ciertamente habrían minimizado la vulnerabilidad del personal, así como el número de bajas", dice el informe en una de sus afirmaciones más duras.
Contrataron a ex espías de Sadam
Otras de las grandes deficiencias que ha detectado el panel de expertos es "la falta de responsabilidad" en las decisiones que se tomaron desde el punto de vista de la seguridad. En este sentido, conviene recordar que, poco después del atentado del 19 de agosto, se confirmó que los responsables de la seguridad de la ONU en Bagdad eran miembros del servicio secreto del depuesto régimen de Sadam Husein, algunos de cuyos miembros están precisamente implicados en los atentados terroristas que vienen cometiéndose en Irak desde la desaparición del régimen anterior.
El atentado, de hecho, se produjo cuando explotó un vehículo estacionado en el aparcamiento del personal de la ONU, justo bajo la ventana del enviado especial de Kofi Annan para Irak, el diplomático brasileño Sergio Vieira de Mello, que falleció en el atentado, en el que también murió el militar español Manuel Martín-Oar. Como publicó Libertad Digital el pasado 23 de agosto, el vehículo-bomba estaba cargado con explosivos procedentes del arsenal del Ejército iraquí y los autores del atentado no sólo consiguieron introducirlo en el edificio sin problemas, sino que también sabían dónde tenían que aparcarlo exactamente y que Vieira de Mello estaba en el Hotel Canal en ese momento.
Kofi Annan atacó a los estadounidenses
Por ello, la "principal" conclusión de los expertos es el "mal funcionamiento" de los dispositivos de seguridad en Irak y en "cualquier entorno de alto riesgo", por lo que, según dice, dicho sistema "necesita ser reformado", aplicando "el más alto nivel de profesionalidad y de experiencia". Como primera medida, el documento dice que la ONU tiene que hacer una "auditoría" de las reglas y procedimientos de seguridad, tanto en las sedes centrales como en las misiones sobre el terreno.
Tras el atentado, también se supo que Estados Unidos había alertado a la ONU de la posibilidad de que fuera un objetivo terrorista, pero sus responsables rechazaron la protección que les ofrecía la Coalición aliada en Bagdad. Cuando se publicó esta noticia, Kofi Annan dijo que, de ser cierta, la ONU tendría que asumir sus responsabilidades, pero también culpo al Ejército estadounidense por no proteger a los miembros de Naciones Unidas en Bagdad, aunque hubiera sido contra su voluntad.
Este grupo de expertos, encabezado por el ex presidente de Finlandia Martti Ahtisaari, ha estudiado en el último mes las circunstancias que rodearon el atentado del pasado 19 de agosto al Hotel Canal, en el que murieron 22 funcionarios y resultaron heridas otras 150 personas. El informe revela que los sistemas de seguridad "fallaron en su misión de suministrar la seguridad adecuada al personal de la ONU en Bagdad" , lo que dejó a esta organización "abierta" y "vulnerable" a este tipo de ataques.
En concreto, los expertos dicen que no se siguieron los protocolos básicos de seguridad, y tampoco se supo procesar la información que estaba llegando a la organización sobre las amenazas contra su personal. "Puede ser que unas medidas adecuadas de seguridad no hubieran sido capaces de prevenir el ataque contra el perímetro del Hotel Canal, pero ciertamente habrían minimizado la vulnerabilidad del personal, así como el número de bajas", dice el informe en una de sus afirmaciones más duras.
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Otras de las grandes deficiencias que ha detectado el panel de expertos es "la falta de responsabilidad" en las decisiones que se tomaron desde el punto de vista de la seguridad. En este sentido, conviene recordar que, poco después del atentado del 19 de agosto, se confirmó que los responsables de la seguridad de la ONU en Bagdad eran miembros del servicio secreto del depuesto régimen de Sadam Husein, algunos de cuyos miembros están precisamente implicados en los atentados terroristas que vienen cometiéndose en Irak desde la desaparición del régimen anterior.
El atentado, de hecho, se produjo cuando explotó un vehículo estacionado en el aparcamiento del personal de la ONU, justo bajo la ventana del enviado especial de Kofi Annan para Irak, el diplomático brasileño Sergio Vieira de Mello, que falleció en el atentado, en el que también murió el militar español Manuel Martín-Oar. Como publicó Libertad Digital el pasado 23 de agosto, el vehículo-bomba estaba cargado con explosivos procedentes del arsenal del Ejército iraquí y los autores del atentado no sólo consiguieron introducirlo en el edificio sin problemas, sino que también sabían dónde tenían que aparcarlo exactamente y que Vieira de Mello estaba en el Hotel Canal en ese momento.
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Por ello, la "principal" conclusión de los expertos es el "mal funcionamiento" de los dispositivos de seguridad en Irak y en "cualquier entorno de alto riesgo", por lo que, según dice, dicho sistema "necesita ser reformado", aplicando "el más alto nivel de profesionalidad y de experiencia". Como primera medida, el documento dice que la ONU tiene que hacer una "auditoría" de las reglas y procedimientos de seguridad, tanto en las sedes centrales como en las misiones sobre el terreno.
Tras el atentado, también se supo que Estados Unidos había alertado a la ONU de la posibilidad de que fuera un objetivo terrorista, pero sus responsables rechazaron la protección que les ofrecía la Coalición aliada en Bagdad. Cuando se publicó esta noticia, Kofi Annan dijo que, de ser cierta, la ONU tendría que asumir sus responsabilidades, pero también culpo al Ejército estadounidense por no proteger a los miembros de Naciones Unidas en Bagdad, aunque hubiera sido contra su voluntad.