(Libertad Digital) La entidad informó este martes a la CNMV de que sus resultados se vieron afectados negativamente por la depreciación de las divisas latinoamericanas y el dólar frente al euro, y beneficiados por la mejora de la banca comercial en España y por los resultados de las operaciones financieras, que se cuadruplicaron. Ante estos resultados, el banco presidido por Emilio Botín ha reafirmado su previsión de ganar al menos 2.500 millones de euros en el conjunto del ejercicio, lo que supondría el beneficio más alto conseguido por el grupo en su historia.
En los nueve primeros meses del año, el margen de intermediación, que mide básicamente la diferencia entre costes e ingresos de créditos y depósitos, disminuyó un 18,7 por ciento, hasta los 5.919 millones de euros, recorte que se hubiera quedado en un 2,9 por ciento sin el impacto de la depreciación de las divisas mencionado anteriormente. El margen ordinario tuvo mejor comportamiento y bajó el 8,7 por ciento, después de que los ingresos por comisiones cayeran el 6,12 por ciento -aunque eliminando el impacto de las divisas hubieran subido un 5,5 por ciento con respecto a septiembre de 2002-.
Los resultados por operaciones financieras alcanzaron los 840 millones de euros, cuatro veces más que el año pasado. Esta partida mejoró sustancialmente los resultados del banco presidido por Emilio Botín, pues aportó 662 millones de euros más que el año anterior, cuando la venta de carteras en Brasil situó este apartado en tasas inusualmente bajas para el grupo.
En los ingresos por comisiones, el banco destacó el aumento de los ingresos de la red en España y en Portugal y, en concreto, en el negocio de tarjetas, con un crecimiento del 17 por ciento; seguros, con un aumento del 41,7 por ciento, y fondos y valores, con subidas superiores al 6 por ciento. Sin tener en cuenta el impacto de la revalorización del euro, los ingresos por comisiones hubieran crecido un 5,5 por ciento, en lugar de caer el 6,1 por ciento.
La reducción del 13,29 por ciento en los costes del grupo, en este caso beneficiado por el impacto de las divisas, permitió que el margen de explotación, que mide el resultado de la actividad puramente bancaria, disminuyera sólo el 1,26 por ciento y se colocara en 4.346 millones de euros.
La mayor aportación de las empresas participadas ayudaron en la parte más baja de la cuenta de resultados, en la que también se observa un fuerte incremento de los ingresos por operaciones de grupo, por la venta de Santander Serfín, pero que no tiene influencia en el beneficio porque los 628 millones conseguidos de plusvalía se destinaron a amortizar aceleradamente fondo de comercio.
Con todo ello, el beneficio neto aumentó un 12,08 por ciento y mostró, según el banco, la progresiva mejoría de sus cuentas, que en el primer trimestre del ejercicio disminuyó un 8,7 por ciento los beneficios, en el segundo los aumentó un 8,04 por ciento, en el tercero los incrementó ese 12,08 por ciento y para el conjunto del ejercicio prevé ganar, al menos, un 12 por ciento más. La entidad destaca que de no haberse producido la depreciación de las divisas, el beneficio se hubiera incrementado un 30,4 por ciento, hasta 2.245 millones.
Durante los nueve primeros meses del año, el banco aumentó el 2,6 por ciento el volumen de créditos concedidos a clientes, hasta elevarlo a 174.055 millones de euros, aunque en las hipotecas el crecimiento fue muy superior, pues aumentó un 20,8 por ciento, gracias "al éxito de la hipoteca súper oportunidad". En los recursos de clientes, el incremento fue del 2,8 por ciento, hasta un volumen total gestionado de 317.231 millones de euros. Las cifras publicadas hoy por el SCH muestran una mejora del ratio de eficiencia -relación entre ingresos y costes-, que bajó al 48,96 por ciento, frente al 51,19 por ciento de hace un año.