L D (EFE) Como quiere Olmos, el Pamesa ganó el partido desde la defensa. Primero neutralizó al conjunto italiano y después aprovechó ese empuje para hacerse dueño del marcador y de la iniciativa del juego. El equipo presentó así su currículum en la máxima competición del baloncesto europeo. Con la Fuente de San Luis engalanada como correspondía a la cita, el equipo valenciano saltó a la pista dispuesto a tutear al Benetton y los pocos nervios que tenían los jugadores de Olmos los calmó Rigaudeau con ochos puntos casi consecutivos que le dieron al conjunto local la iniciativa del choque.
El Pamesa, con mucho esfuerzo, logró atascar el ataque del Benetton y poco a poco logró encontrar la fluidez ofensiva que necesitaba para plasmar en el marcador el dominio que ejercía en el juego (29-19, m.14). Paco Olmos movió con destreza sus fichas y el Pamesa ganó aplomo con la rotación. Tanto, que obligó a los italianos a pasar a una defensa zonal. Un triple de Marko Popovic, otro de Alessandro Abbio, la inteligencia de Dejan Tomasevic y prueba superada (44-27, m.20). Tras el descanso, el equipo italiano se puso el mono de faena.
El Pamesa, con mucho esfuerzo, logró atascar el ataque del Benetton y poco a poco logró encontrar la fluidez ofensiva que necesitaba para plasmar en el marcador el dominio que ejercía en el juego (29-19, m.14). Paco Olmos movió con destreza sus fichas y el Pamesa ganó aplomo con la rotación. Tanto, que obligó a los italianos a pasar a una defensa zonal. Un triple de Marko Popovic, otro de Alessandro Abbio, la inteligencia de Dejan Tomasevic y prueba superada (44-27, m.20). Tras el descanso, el equipo italiano se puso el mono de faena.
Con pocos alardes de cara a la galería, el Benetton se entregó a la calidad de los estadounidenses Tyus Edney y Maurice Evans, que es mucha pero no fue la suficiente ni para desmontar al Pamesa ni para superar la inteligencia de Tomasevic. El jugador serbio completó una actuación excepcional. Defendió, reboteó, anotó y asistió. Estaba en todas las jugadas, siempre llegaba antes que los otros nueve jugadores y sabía cuál era la mejor opción. Trató en varias ocasiones el conjunto italiano de cambiar el guión, pero aprendió que cuando el Pamesa está metido en faena es complicado ganarle.