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Nihilismo Vasco, un editorial sobre los planes del PNV en The Wall Street Journal

Este jueves el diario The Wall Street Journal Europe dedica uno de sus editoriales a la situación en el País Vasco y a los problemas que el plan Ibarretxe plantea. Con el título Nihilismo Vasco, el prestigiosos diaro denuncia el permanente secuestro de la democracia que asola el País Vasco bajo Gobierno del Partido nacionalista Vasco

(Libertad Digital) WSJ explica a sus lectores como el PNV, "fundado en el siglo XIX por un racista y antisemita vasco" –Sabino Arana–  creó una armadura de románticos mitos vascos  "que han causado la muerte de cientos de inocentes". Para WSJ, Oriente Medio no tiene el monopolio de los estados fallidos ni del terrorismo que todavía atemoriza las poblaciones y secuestra la democracia. "En Europa existe el caso del País Vasco en España, donde el precio de la libertad es la muerte o, al menos, la protección policial durante 24 horas". El editorial de este prestigioso diario internacional explica como "el Gobierno vasco, sin temor o quizás simpatía, mima a los terroristas que amenazan a la sociedad. Ahora existe el riesgo de que se amplíe esta guerra".
 
Para WSJ, "el PNV está más interesado en lograr la separación de la región de España que en combatir a los terroristas de ETA que matan a los españoles de manera indiscriminada". El editorial resalta como en el último mes los líderes del PNV presentaron en el Parlamento regional una moción –por el Plan Ibarretxe– "que viola la Constitución que ha mantenido a España en el mundo libre y democrático por el periodo más largo de su historia". WSJ explica cómo la proposición del Gobierno vasco daría la soberanía al País Vasco y crearía un estado de libre asociación con España. Esta proposición se sometería a un referéndum en 2005 en el que la región debería romper con el España tanto si el Gobierno español está de acuerdo como si no.
 
Para WSJ, el derecho de autodeterminación ofrece una –aunque con un significado no inmutable– guía de conducir los conflictos internos. Para WSj, en los Estados Unidos Abraham Lincoln es precisamente un héroe en ese país precisamente por salvar la unidad del país en el siglo XIX. La autodeterminación fue evocada directamente durante la desintegración de Yugoslavia y la Unión Soviética porque esos estados se habían forjado de la manera más artificial y coercitiva imaginable en ltiempos relativamente recientes y se unieron por las dictaduras  y la fuerza más que por ningún vínculo democrático. El editorial destaca que sería deseable un tiempo y lugar diferente para la Europa del siglo XXI.
 
Por poner ejemplos, el editorial desglosa como en la actualidad no existen fronteras entre Francia y España, lo que quiere decir que no existen fronteras artificiales entre las tres provincias vascas en España y las tres en Francia. El País Vasco gestiona el 90 por ciento de sus impuestos y tiene un completo control en materias como Educación o Salud. Cómo definir entonces independencia, se pregunta el editorialista para introducirse en una de las cuestiones esenciales. ¿Deberían los vascos poder celebrar un referéndum de secesión sin consultar al resto de la nación española? Esto, dice WSJ, es una cuestión de derecho. Por eso, mantiene que un referéndum implica que las reglas de la democracia han sido mantenidas y que ambas partes de un argumento pueden ser defendidas sin temor a ningún castigo. Ninguna de estas cuestiones existen en el País Vasco, donde los terroristas de ETA mantiene su dominio mientras el PNV mira para otro lado.
 
El editorialista opina que los vascos que no quieren la separación, aquellos que se sienten a gusto siendo vascos y españoles (y quizás incluso europeos, se atreve a apuntar WSJ) tienen pocas opciones. Es un testamento de la fortaleza de los vascos como han hecho su punto de honor permanecer y luchar contra los cobardes etarras. Sin embargo, muchos no separatistas han tenido que salir del País Vasco o no hablar nunca de sus pensamientos. Bajo estas circunstancias, la idea de celebrar un referéndum es ridícula y absurda. Incluso –insiste el WSJ– si el Gobierno vasco dice que celebrará el referéndum en un escenario de alto el fuego de los terroristas , la votación tendría lugar con condiciones de chantaje.
 
El editorial recuerda que la región está dividida. El Gobierno de Álava mantenía que si no contaran con ella para el plan separatista. Como el resto de las provincias con las que el plan separatista cuenta para crear su Estado-nación, el Gobierno de Navarra ha advertido de la ofensiva de los nacionalistas, mientras que el País Vasco francés ha tomado nota de las intenciones de Vizcaya y Guipúzcoa. Entretanto, el Gobierno de Madrid no excluye la posibilidad de suspender la autonomía si el Gobierno de Vitoria sigue adelante con su plan. WSJ avisa de que no es difícil imaginar que una suspensión de la autonomía requeriría de un despliegue de las tropas españolas en la región y de que nadie sabe que podría pasar después de esto.
 
"The Wall Street Journal" recuerda que no sería la primera vez que España cae en este camino suicida. La última costó al país cuarenta años de dictadura. La presente Constitución española ha dado a los españoles cuarenta años de prosperidad y libertad, y al País Vasco un gran  grado de autonomía. Un debate parlamentario podría, quizás, un día dar la independencia total al País Vasco, pero en la Europa del siglo XXI no debería permitirse que el fanatismo decidiera que es lo que va a suceder.

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