L D (EFE) En una sentencia notificada este viernes, la sección cuarta de la sala de lo penal de este tribunal estima probado que Makazaga ordenó a los otros tres acusados "matar a cuantos miembros de la Ertzaintza pudieran" y que, a tal fin, decidieron dejar abandonado un coche con un artefacto explosivo en su interior de forma que entorpeciera el tráfico y atraer así a los agentes de la Policía Autónoma Vasca.
Así, el 8 de marzo de 2001 Makazaga facilitó entre diez y quince kilogramos de explosivo a Miner, que confeccionó con él un artefacto y lo colocó en una olla que entregó a Zubiaurre y García Justo, a quienes también les dio las llaves del vehículo de su hermano Elías para que se desplazaran con él esa noche. A continuación, Zubiaurre y García Justo abordaron a un conductor a punta de pistola, lo dejaron atado y amordazado en un lugar conocido como la escuela vieja de Arritxu, en Hernani, y se llevaron su vehículo, en el que introdujeron el artefacto explosivo.
Sobre las once de la noche, los dos etarras "se dirigieron a la plaza Zinkoenea de Hernani, salieron del vehículo cubriéndose las cabezas con capuchas para evitar ser reconocidos y lo dejaron cruzado en medio de la glorieta, formando con unos contenedores de basura una barricada que impedía la circulación del tráfico", después de lo cual abandonaron el lugar.
Diecisiete minutos más tarde, en la comisaría de la Ertzaintza en Hernani se recibió una llamada que comunicaba que "dos encapuchados" se hallaban junto a un vehículo que entorpecía el tráfico en la citada plaza, hasta donde fue enviada una patrulla uniformada de la Policía Autónoma.
Como los terroristas habían dejado el coche cerrado con llave y con el freno de mano puesto, los agentes tuvieron que avisar a una grúa para retirarlo, "y mientras se realizaban tales cuestiones Imanol Miner, que estaba oculto en un portal de las inmediaciones, hizo explotar el vehículo valiéndose de un mando a distancia". La onda expansiva y la metralla alcanzaron al ertzaina Iñaki Totorika Vega, que falleció prácticamente en el acto, y a su compañero, que sufrió heridas que le han dejado imposibilitado para su trabajo.
Así, el 8 de marzo de 2001 Makazaga facilitó entre diez y quince kilogramos de explosivo a Miner, que confeccionó con él un artefacto y lo colocó en una olla que entregó a Zubiaurre y García Justo, a quienes también les dio las llaves del vehículo de su hermano Elías para que se desplazaran con él esa noche. A continuación, Zubiaurre y García Justo abordaron a un conductor a punta de pistola, lo dejaron atado y amordazado en un lugar conocido como la escuela vieja de Arritxu, en Hernani, y se llevaron su vehículo, en el que introdujeron el artefacto explosivo.
Sobre las once de la noche, los dos etarras "se dirigieron a la plaza Zinkoenea de Hernani, salieron del vehículo cubriéndose las cabezas con capuchas para evitar ser reconocidos y lo dejaron cruzado en medio de la glorieta, formando con unos contenedores de basura una barricada que impedía la circulación del tráfico", después de lo cual abandonaron el lugar.
Diecisiete minutos más tarde, en la comisaría de la Ertzaintza en Hernani se recibió una llamada que comunicaba que "dos encapuchados" se hallaban junto a un vehículo que entorpecía el tráfico en la citada plaza, hasta donde fue enviada una patrulla uniformada de la Policía Autónoma.
Como los terroristas habían dejado el coche cerrado con llave y con el freno de mano puesto, los agentes tuvieron que avisar a una grúa para retirarlo, "y mientras se realizaban tales cuestiones Imanol Miner, que estaba oculto en un portal de las inmediaciones, hizo explotar el vehículo valiéndose de un mando a distancia". La onda expansiva y la metralla alcanzaron al ertzaina Iñaki Totorika Vega, que falleció prácticamente en el acto, y a su compañero, que sufrió heridas que le han dejado imposibilitado para su trabajo.