L D (EFE) Alfonso Guerra, opinó este jueves desde Santander que el resultado de las próximas elecciones generales de marzo de 2004 "no está ni mucho menos decidido, sino en situación de empate". Lo dijo en el Parlamento de Cantabria tras una conferencia con motivo del 25 aniversario de la Constitución
Para Guerra "el triunfo del PSOE sería extraordinariamente positivo en todos los ámbitos de la vida política, publica, cultural y económica" y, tras recordar que en las últimas elecciones municipales "el PSOE tuvo más votos que el PP", opinó que el partido socialista está, en la actualidad, "mucho más cohesionado que el PP". Como ejemplo de esta falta de cohesión de los populares, Guerra, opinó que "se está viendo como Mayor Oreja va a Cataluña a hacer la contracampaña a Josep Piqué y Rodrigo Rato se la hace a Alberto Ruiz Gallardón". Su tesis es que "los populares no han terminado la sucesión" y que "como se ha dado un paso atrás en el autoritarismo de José María Aznar, los demás están en un canibalismo bastante fuerte", lo que, a su juicio, demuestra que "en estos momentos la desorganización interna del PP no es comparable con la de ningún otro partido en España".
Según Guerra "el estado de salud del PSOE es bueno", por lo que consideró necesario un triunfo socialista en las próximas elecciones generales para que se produzca una "oxigenación de la vida política" similar a la que ha tenido lugar en Cantabria tras el pacto entre socialistas y regionalistas. "Creo que si el PSOE logra vencer en las próximas elecciones España va a recibir un nuevo e importante impulso", insistió Guerra y opinó que "los años de Gobierno del PP han insinuado la apertura otra vez de la aparición de dos Españas enfrentadas".
Recurriendo al sensacionalismo, auguró que "se acercan los planteamientos de hostilidad en la vida política como no había habido nunca, ni en 1977, ni en 1978 con la Constitución, ni más tarde", dijo Guerra, para quien "esto debería terminar porque son demasiados peligros". Concluyó diciendo que en el PP "crean hostilidades, enfrentamientos territoriales e ideológicos, totalmente innecesarios, que han abierto una brecha de marginación social muy fuerte que podían desembocar en enfrentamientos muy duros que pensábamos que ya habían pasado gracias a la Constitución de 1978".
Para Guerra "el triunfo del PSOE sería extraordinariamente positivo en todos los ámbitos de la vida política, publica, cultural y económica" y, tras recordar que en las últimas elecciones municipales "el PSOE tuvo más votos que el PP", opinó que el partido socialista está, en la actualidad, "mucho más cohesionado que el PP". Como ejemplo de esta falta de cohesión de los populares, Guerra, opinó que "se está viendo como Mayor Oreja va a Cataluña a hacer la contracampaña a Josep Piqué y Rodrigo Rato se la hace a Alberto Ruiz Gallardón". Su tesis es que "los populares no han terminado la sucesión" y que "como se ha dado un paso atrás en el autoritarismo de José María Aznar, los demás están en un canibalismo bastante fuerte", lo que, a su juicio, demuestra que "en estos momentos la desorganización interna del PP no es comparable con la de ningún otro partido en España".
Según Guerra "el estado de salud del PSOE es bueno", por lo que consideró necesario un triunfo socialista en las próximas elecciones generales para que se produzca una "oxigenación de la vida política" similar a la que ha tenido lugar en Cantabria tras el pacto entre socialistas y regionalistas. "Creo que si el PSOE logra vencer en las próximas elecciones España va a recibir un nuevo e importante impulso", insistió Guerra y opinó que "los años de Gobierno del PP han insinuado la apertura otra vez de la aparición de dos Españas enfrentadas".
Recurriendo al sensacionalismo, auguró que "se acercan los planteamientos de hostilidad en la vida política como no había habido nunca, ni en 1977, ni en 1978 con la Constitución, ni más tarde", dijo Guerra, para quien "esto debería terminar porque son demasiados peligros". Concluyó diciendo que en el PP "crean hostilidades, enfrentamientos territoriales e ideológicos, totalmente innecesarios, que han abierto una brecha de marginación social muy fuerte que podían desembocar en enfrentamientos muy duros que pensábamos que ya habían pasado gracias a la Constitución de 1978".