(Libertad Digital) Miguel Herrero Rodríguez de Miñón –premio Amigo de los Vascos por la Fundación Sabina Arana– utilizó sus influencias ante el Gobierno de la Comunidad de Madrid para que se recalificaran la finca de Valdefuentes, propiedad de la familia Franco, y de paso un terreno anejo del que Herrero compartía la propiedad con el histórico dirigente de Alianza Popular Gabriel Camuñas.
Ambos políticos, (mientras se reunían con el ex consejero de Obras Públicas y Urbanismo, Luis Eduardo Cortés, para conseguir la recalificación de la finca de los Franco) habían comprado ese paraje en febrero de 1998 a la hija del dictador a un precio "muy ventajoso", según indica El Mundo. Tras su gestión, Herrero de Miñón y Gabriel Camuñas cobraron 3 millones de euros cada uno por la venta de esos terrenos que la familia Franco les vendió por 450.000 euros.
Años antes, los hermanos Francisco Franco Martínez-Bordiú y Jaime Felipe Martínez-Bordiú habían intentado en reiteradas ocasiones conseguir el premiso pertinente de la Comunidad para poder recalificar su finca. Hasta la mediación de Herrero y Camuñas no lo consiguieron.
El diario El Mundo tiene un documento en el que se detallan los "pasos políticos" que se siguieron para conseguir torcer la voluntad del Gobierno autónomo de no querer convertir en urbanizable la finca de la familia Franco. Existe una carta del despacho de abogados de Jesús A. Madalena en la que se da instrucciones a Gabriel Camuñas y Miguel Herrero sobre cómo tienen que llevar a cabo sus gestiones: "Creo, Miguel, que el tono de la nota debe ser más político que técnico; más de concepto que de cifras y datos. Y creo también que éste es el planteamiento al que será sensible tu amigo. Luego ya vendrán otras reuniones, a ese u otro nivel inferior, donde tendremos oportunidad de mayores concreciones". La recalificación final llegó en octubre de 2001, con Alberto Ruiz-Gallardón como presidente de la Comunidad de Madrid.
La información ha saltado a la luz por el pleito de separación matrimonial entre Gabriel Camuñas y su mujer Ángeles Caruana. Se da la circunstancia de que Camuñas compró su parte de la finca a los Franco a través de la sociedad Astranova (propiedad al 50 por ciento del matrimonio Camuñas-Caruana). Conocedor de las plusvalías que generaría en el futuro, el ex dirigente de AP vendió su parte de la finca a Herrero de Miñón, que se la vendería tras la separación matrimonial. En abril de 2002, Ángeles Caruana se querelló contra su marido y Miguel Herrero de Miñón por estafa, falsedad y administración fraudulenta. Pese a que en un principio se admitió a trámite, a los pocos meses el Juzgado de Instrucción número 39 de Madrid archivó la causa. El abogado Miguel Bajo ha conseguido que se reabra la causa.
