L D (EFE) Durante su participación en unas jornadas organizadas por "The Economist", Sevilla presentó una "enmienda a la totalidad del autobombo del Gobierno" que, a su juicio, no es capaz de hacer frente a los problemas de competitividad de la economía española. En su opinión, es imprescindible aplicar una política económica diferente a la del PP, dirigida a elevar la competitividad y la productividad -factores muy importantes ante la próxima ampliación de la UE- y mejorando al mismo tiempo los derechos sociales. El diputado del PSOE incidió en la injusticia del sistema tributario vigente, debido al creciente fraude fiscal y a la cada vez mayor penalización de las rentas del trabajo frente a otro tipo de ingresos.
Respecto al gasto, echó en falta mayor control y transparencia en la ejecución de las cuentas y abogó por sustituir la actual visión cuantitativa por una presupuestación por objetivos, para lo cual propuso la creación de una Agencia Nacional de Evaluación de las Políticas Públicas. Denunció que el equilibrio presupuestario, que el Ejecutivo utiliza para explicar el crecimiento de los últimos años, se ha logrado en parte gracias al alza de la inflación, ya que, al no ajustar la tarifa del IRPF al incremento de los precios , se han "llenado las arcas públicas vaciando los bolsillos de los ciudadanos". Además, periódicamente se han introducido reformas fiscales que, en la práctica, sólo han supuesto devolver a los contribuyentes lo que se les había quitado al no deflactar la tarifa, reseñó. El dirigente socialista criticó también que, en los ocho años de Gobierno del PP, no se hayan bajado las cotizaciones sociales, elemento que ha contribuido al citado equilibrio presupuestario, dado que el superávit de la Seguridad Social sirve para compensar el déficit del Estado.
Asimismo, aludió al progresivo traspaso de inversiones del capítulo de gasto no financiero al de gasto financiero, que no contabiliza en el déficit público y resulta más difícil de controlar, por la diversidad de organismos que lo gestionan. Así, destacó que entre 1994 y 2004 el gasto financiero recogido en los presupuestos ha pasado de representar el 14,7 al 33,8 por ciento del total del gasto (del 4,4 al 5,04 por ciento del PIB).
Respecto al gasto, echó en falta mayor control y transparencia en la ejecución de las cuentas y abogó por sustituir la actual visión cuantitativa por una presupuestación por objetivos, para lo cual propuso la creación de una Agencia Nacional de Evaluación de las Políticas Públicas. Denunció que el equilibrio presupuestario, que el Ejecutivo utiliza para explicar el crecimiento de los últimos años, se ha logrado en parte gracias al alza de la inflación, ya que, al no ajustar la tarifa del IRPF al incremento de los precios , se han "llenado las arcas públicas vaciando los bolsillos de los ciudadanos". Además, periódicamente se han introducido reformas fiscales que, en la práctica, sólo han supuesto devolver a los contribuyentes lo que se les había quitado al no deflactar la tarifa, reseñó. El dirigente socialista criticó también que, en los ocho años de Gobierno del PP, no se hayan bajado las cotizaciones sociales, elemento que ha contribuido al citado equilibrio presupuestario, dado que el superávit de la Seguridad Social sirve para compensar el déficit del Estado.
Asimismo, aludió al progresivo traspaso de inversiones del capítulo de gasto no financiero al de gasto financiero, que no contabiliza en el déficit público y resulta más difícil de controlar, por la diversidad de organismos que lo gestionan. Así, destacó que entre 1994 y 2004 el gasto financiero recogido en los presupuestos ha pasado de representar el 14,7 al 33,8 por ciento del total del gasto (del 4,4 al 5,04 por ciento del PIB).